Introducción

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Toda su vida Taehyung tuvo esa deficiencia en su cuerpo, para ser exactos en su cabeza, su rostro, sus ojos. Taehyung nació ciego debido a una malformación congénita en el iris. Su vida de infante no fue para nada fácil pero con el cariño de sus familiares y la sociedad misma, pudo superar las innumerables pruebas que le preparó la vida; y aun lo sigue haciendo.

Es un gran ejemplo para los que lo rodean, aún con su deficiencia visual pudo entrar a la universidad, no había impedimento para él cumplir sus sueños, ser independiente. Y con una gran sonrisa, sus días comenzaban con el saludo a su familia para luego ir a su centro de estudios. No estaba muy lejos de su hogar; de eso se encargaron sus padres al mudarse cerca de la universidad cuando Taehyung terminó el high school, eso, Taehyung no lo pudo evitar. Su familia lo protegía de todo y en parte estaba feliz pero en su interior había algo que le gritaba que fuera libre, que no estaba destinado para quedarse en un solo lugar y que debía tomar más riesgos en su vida, porque sin riesgo, la vida es aburrida.







-No quiero Hoseok. - Taehyung refunfuñaba a su lado, los dos estaban en la colina de su barrio, con una pendiente sutilmente empinada. Lo suficiente para no pedalear por un largo rato y acostumbrar a tus piernas al ritmo de las ruedas y cadenas.

-Anda vamos, será divertido. -

-¿Cómo lo sabes? -

-La bicicleta y yo somos uno solo, Taehyung. - le explicó Hoseok con una sonrisa, de esas que Taehyung ya sabía identificar claramente cuando oía ciertos hipidos por parte del mayor.

Taehyung soltó un bufido sonoro. Se doblaba las mangas de su camisa una y otra vez. ¿Estaba nervioso? Pues claro que lo estaba, esto no era como las veces que Hoseok lo llevaba en el asiento trasero de la bicicleta mientras el mayor manejaba, así Taehyung sentía el viento chocar contra su rostro. Esta vez era el turno del menor manejar la bicicleta. ¿Por qué razón? Pues Hoseok una vez defendía su posición de que aprender el braille era lo más difícil que podría hacer, a lo que Taehyung dijo que montar bicicleta era lo más difícil. Y ahí lo vemos, con Taehyung montado encima de la bicicleta a punto de manejar hacia donde Hoseok lo dirigiera, y con el mayor con todo el alfabeto braille en su cabeza. Lo podía leer al revés y al derecho.

-No me vas a soltar ¿no? - Taehyung agarró el mando con suma fuerza, con un pie en el suelo y el otro en el pedal, listo para ser impulsado. La mano de Hoseok le confortó, sobando su espalda tranquilizadoramente.

-¿Confías en mí? - Hoseok posó una mano sobre la cintura del menor, apretando su agarre, mostrando su apoyo en esta primera experiencia. Vio como los ojos de Taehyung parpadeaban mirando en dirección a sus manos pero sin un punto fijo, además que se lamía los labios insistentemente. Eso lo hacía cuando estaba nervioso.

-Sí. - la respuesta de Taehyung fue decisiva y firme. -Confía en ti Hoseok. - Taehyung soltó una sonrisa exigua, muy diminutiva para su gusto o a lo que Hoseok estaba acostumbrado.

Hoseok posó su mano libre sobre la de Taehyung, sobre el mando de la bicicleta. Apretó su agarré entrelazando sus dedos, acercó su rostro al de Taehyung, rozando su nariz sobre la mejilla de este para después plantarle un reconfortante beso, dio otro beso cerca de los labios del menor, y el último en el centro de estos. Taehyung recibió con gusto el sabor del mayor. Le gustaba como Hoseok lo trataba, como le hacía sentir. Él era la parte que faltaba en su vida y que le acompañaría a lo largo de esta.

-Sabes que te quiero, no dejaría que te pase nada malo. - dijo Hoseok, dejando un último beso en la frente del menor. Levantó la mano que sostenía la cintura del otro y acarició la frente de este, pasando su dedo pulgar sobre las cejas de este suavemente. Nunca se cansaría de observar esos ojos tan hermosos que tenía, esa mirada tan inexpresiva que a la vez le decía tanto.

-Te quiero. - Taehyung como las otras veces que le decía al mayor, se sintió liberado. De que sepan sus sentimientos y que le sean correspondidos. Deslizó una mano del mando y la extendió hacia un lado para toparse con el pecho de Hoseok, al sentir la textura de la camisa del mayor, con travesura haló parte del cuello y lo acercó de nuevo a su rostro. Hoseok sonrió ante el contacto de sus labios, antes de dejarse llevar por las sublimes carnes del menor. Sus respiraciones eran coordinadas, eso lo habían practicado para que así no tengan que romper ese delicioso momento por la falta de aire. Claro que eso llevó varias horas de práctica, que ninguno puso objeción

-¿Listo? - le preguntó Hoseok, dejando un último beso casto sobre sus labios. Sus manos volvieron a su lugar inicial, en la cintura del menor y la otra encima de la mano en el mando.

Taehyung estiró un poco los músculos de su cuerpo, haciendo una onda que comenzó por sus brazos y terminó por sus piernas. Con un pie firme sobre un pedal, Taehyung asintió con la cabeza afirmativamente. -Listo. -

Hoseok sonrió antes de llevarse consigo a Taehyung lentamente a rodar con la bicicleta por la acera. Al principio el menor chocó sus pies con el pedal pero al segundo tomó control de estas, podía sentir el pecho de Hoseok rozar constantemente con su hombro. Además del tacto con su mano.

-Vas bien Taehyung. - le avisó Hoseok al menor, tenían una velocidad como para trotar. Pero Hoseok aún no podía dejar al menor, aun Taehyung movía el mando de lado a lado, haciendo perder el control por ciertos momentos. -Solo de frente, no lo muevas a los lados...- le aconsejaba Hoseok. -El camino es largo Taehyung, no te preocupes. No hay nadie, así que tranquilo, tú solo sigue de frente, firme. -

-Tú me vas a soltar. - más que una pregunta fue una afirmación, Taehyung agarraba firmemente el mando como le había aconsejado el mayor.

-Ese es el chiste. - Hoseok sonrió, acariciando con su pulgar la mano de Taehyung. -Tienes que aprender a manejar por ti solo. -

-Es mi primera vez. - Taehyung sintió flaquear cuando la mano de Hoseok ya no se apoyaba sobre su cintura.

-Siempre hay una primera vez para todo. - Hoseok posó su mano debajo del asiento para impulsar al menor una vez que quitaba lentamente su mano del mando. -Es hora. -le informó soltándole, bajando la velocidad de sus pasos ya que no podía alcanzar a Taehyung quien iba pedaleando frente a él, por sí solo. Hoseok no podía tener una sonrisa más grande en su rostro y en su corazón.

La brisa chocaba contra el rostro de Taehyung, podía escuchar el cantar de los pájaros. El inicio de la primavera se estaba haciendo presente. Para Taehyung esos sonidos eran como pequeñas celebraciones por parte de ellos al verle manejar la bicicleta, no todo era perfecto en sus maniobras pero con la práctica él podría ir al fin junto a Hoseok en esas de tantas tardes en las que el mayor iba a manejar, decía que le hacía sentirse libre y era lo que Taehyung estaba sintiendo... en esos momentos.









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