Jade'pov
Estaba saliendo de la cafetería donde ahora trabajo culpa de Nat, sin paga. Gracias amiga, te voy a teñir de rubia, lo juro. Podría estar trabajando en el centro comercial donde si recibo una paga, aunque ya no sea necesaria, ya habíamos arreglado los temas sobre el equipaje perdido y la ropa prestada, pero esto era como un descanso para mí, algo que me despejaba del colegio y las tareas
Llegue a mi habitación y vi a Nat cortando una llamada, era raro ya que siempre me avisaba quien llamaba pero esta vez solo me miro y se fue al baño, no hice caso a su acto y deje mi bolso al costado de mi cama tirándome en esta. Cuando salió Nat, me quedo mirando.
-Tenemos que hablar- dijo lo más seria que podía, nunca la había visto tan así desde que por accidente rompí la cabeza de su osito, hubiera sido accidente si ella no hubiera arruinado mi unicornio.
- ¿Qué sucede?-trate de sonar alegre sentándome con las piernas cruzadas sobre la misma cama.
-Llamo un tal Carter.
Mierda, ya se enteró.
- ¿Así que un chico te estuvo llamando no?
-No, de hecho. Te estuvo llamando a ti.
-Ah, ¿y?
- ¿¡Y!? No te hagas la desentendida Jade.
-Nat...
- ¿Por qué no pensaste en decirme nada?- dijo sentándose en la otra cama mirando al suelo, pareció una pregunta más para ella que para mí.
-¿Te molesta?
Trate de acercarme para explicarle, pero ella se alejó.
- ¡Jade! estuviste escapándote de mí todo este tiempo, te ibas sin avisar donde cuando sabias que yo podría ayudarte o apoyarte siquiera- se abrazó a sí misma como conteniéndose-. No te imaginas lo preocupada que me tenías todo este tiempo y ¿por qué? solo por un trabajo, nada más.
Agradecí que las chicas no estuvieran ahora en la habitación, entonces podría hablarlo con Nat.
-¡Nat!, ¡solo escúchame una vez!-grite para que ella me mirase, ¿no podía hacer algo que yo quisiese?-. Ese día que no teníamos ropa, ni siquiera dinero para poder comprarla, vi ese puesto de comida rápida y si, trabajo en ella, pero ¿cuál es tu problema?
-Mi problema es que me mentiste.
-Yo nunca te mentí Nat.
- ¿Y ocultarme cosas no es mentir? cuando me decías que ibas a visitar a tu mama por la tarde e ibas a trabajar ¿eso no es mentir?
Iba a contestar pero la puerta de nuestra habitación se abrió dejando ver a una Alex riéndose y una Sara sonriendo al mismo tiempo, pero al ver el rostro de mi amiga con las mejillas coloradas y las lágrimas a punto de salir se vieron obligadas a ponerse serias. Preocupadas por las dos y preguntaron.
-¿Qué sucedió?- fue Alex la que se adelantó.
Nat me miro.
-Creí que confiabas en mi- dijo antes de que la primara lagrima caiga por su mejilla y salió por la puerta pasando entre las dos chicas que aún no sabían que pasaba.
Y ahí fue cuando no aguante más, lagrimas amenazaron con salir y yo a diferencia de Nat no me las aguantaría, así fue como comencé a llorar tapándome la cara. No podía creer, era nuestra única pelea tan fuerte como para dudar si nuestra amistad seguiría siendo la misma de siempre.
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Caeras
HumorDespués de ser expulsadas de su anterior secundaria por una de sus tantas bromas, Natalie Coleman y Jade Brooks van a la ciudad de Londres para empezar una nueva vida, nuevos estudios y... nuevas bromas. Ellas se encargaran de poner el Instituto Pit...