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pasamos un hermoso mes. fui a visitarla pero me dijeron que estaba con su madre, así que esperé en la puerta. sin evitarlo, oí su charla.

—¿sabes, len? cuando eras pequeña, te encantaban las máquinas de dulce sorpresa, ¿los recuerdas?
—claro que sí, las paletas moradas que no sabes qué gusto tendrán hasta que las pruebes.
—exactamente, esas. tú odiabas las de limón, y cuando me la dabas a mí y yo la lamía me decías "ay, mami, ¿no te da asco la saliva de alguien más?" -
—sí, lo recuerdo.
—si la paleta me la hubiese dado cualquiera diría que no, por supuesto. pero eras tú, mi pequeña, ¿cómo podría darme asco? tú y tu hermano son los regalos más grandes que me dio la vida.
—mamá, promete que no vas a estancarte cuando, bueno, tú sabes.
—¿bromeas? ni siquiera vamos a extrañarte, tu padre y yo pensamos rentar tu cuarto.

ambas rieron. la madre de len aceptaba de a poco el hecho de que su hija moriría antes que ella, y eso era increíble, porque len podía hablarlo más seguido con ella. también se había acercado mucho a michael, lo cual me parecía grandioso, y siempre venía su amigo ashton que también es un tipo genial, y la reunión estaba completa cuando aparecía calum.

—len, ¿recuerdas lo que me dijiste en nuestra primera cita?
—dije muchas cosas.
—bueno, sí, pero mencionaste una playa, una familia, ¿estás dispuesta a agregar los complementos amigos y novio?
—luke...
—me muero por verte en traje de baño.
—¿de qué hablas?
—¡nos vamos el viernes a un campamento en la playa!

habitación 196 || luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora