Si las miradas matasen,Will ya estaría muerto.
-Will, por favor. Devuélveme mi bollo. -pedí, lo más educadamente que pude.
-No. - negó, sonriendo como un niño.
-Por favor. -gruñí.
Hizo un gesto negativo con la cabeza y pronunció un "si lo quieres ven a por él"
-Tú lo has querido bastardo.
Disparé una patada a su entrepierna, y él, que no se lo esperaba, se retorció de dolor.
-Oh dios mío. No podré tener hijos por tu culpa... - se quejó con furia mientras se agarraba sus partes.
-La humanidad debería agradecerme que no tendrás descendientes. ¡No hay de qué! - grité a todo el mundo que estaba en el comedor, haciendo una reverencia. - ¡Felices juegos del hambre, y que la suerte esté siempre de vuestra parte!
Después cogí mi bollo y me largué.
Dana y Marina,que lo habían visto todo, estaban en la puerta del comedor agarrándose el estómago si parar de reír.
En una esquina divisé a Enzo observando a su hermano con una mueca divertida.
Se debió de dar cuenta de que le estaba mirando porque giró bruscamente la cabeza en mi dirección y me perforó con la mirada.
Algo me decía que no iba a ser tan fácil alejarme de los problemas con esos dos cerca.
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Espero que os guste.
Dana el multimedia.
Besos♡
#BYENOTBYE
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¿¡Veo doble!?
KurzgeschichtenEs verdad eso que dicen de que lo malo nunca viene solo (¿O no?)