Capítulo 10: Estoy lista.

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Decidí darle un respiro a Dana. Estaba muy nerviosa y no quería presionarla. Un rato después salió con los ojos algo hinchados y me dedicó una sonrisa triste.

-Lo siento. Aún no estoy preparada para contarlo. - sollozó.

-Tranquila. Cuando sea el momento lo sabré, y como ese tío te haya hecho daño se las va a ver con mis preciosas manos - la tranquilicé, dándole un abrazo.

Soltó una risa nerviosa y me dio un beso en la mejilla.

-Eres genial. Cualquier persona se enfadaría y preguntaría todo el rato. Lo sé, porque yo lo hago. Pero tú no. Siempre has estado ahí para mí desde que nos conocimos. - agradeció.

-Oh vamos, eres tan cursi que voy a vomitar, ¡deja de llorar ya y vamos a ver un par de buenos músculos! - exclamé.

Nos dirijimos al campo de fútbol y vi como Marina nos saludaba con la mano. A su lado, se encontraba un chico muy mono con playeros y ropa de deporte.

-Chicas, este es Blake, mi novio - presentó la pelirroja. - Blake, éstas son Kaya y Dana.

El chico nos dio dos besos a cada una y habló con nosotras. Fue muy amable y me pareció un buen tío. Dana seguía algo tensa, por lo que se mantuvo callada.

Un rato después los entrenamientos comenzaron y vimos salir a un montón de tíos cachas. Entre ellos reconocí a Blake, Zack y los gemelos...un segundo... ¿¡los gemelos!? Mierda.
Dana debió de notar mi cara de sorpresa porque se empezó a reír dejando a un lado lo que acababa de pasar.
Marina se unió a ella y yo empecé a poner muecas de asco lo más exageradamente posible. Conseguí hacerlas reír, por lo que me puse de mejor humor.
Observé como Zack miraba con mucha curiosidad a mi mejor amiga, y un rato después giró la cabeza (gracias a que le eché mi "mirada del lince")

-Por cierto, Marina... ¡Tu novio si que está bueno! - señores y señores, Dana ha vuelto.

El entrenamiento comenzó y realmente yo estaba feliz viendo tantos músculos juntos, hasta que...
Will marcó un gol y su ego creció como mi tripa en Navidades.

Empezó a hacerse el chulo y se subió a la grada, mirándome fijamente,se levantó la camiseta (dios, no estaba nada mal) y me guiñó un ojo.

-Vamos, eso ha sido pura suerte. Déjame en paz ya y dedícate a jugar, pesado. - gruñí.

-Oh, vamos. No sabes reconocer el talento. Acabo de meter el mejor gol de la historia, y tú no lo harías ni en tus sueños. - me retó.

El entrenador empezó a decirle que bajara y a amenazarle con echarle del equipo.
Antes de bajar me susurró un "Sabía que no te atreverías..."

Y, demonios, claro que me atrevía.

Con gran agilidad bajé de las gradas y me até el pelo en una coleta alta.

-¿Y bien? Estoy lista - afirmé.

Todos se quedaron realmente impactados.

-¡¡Pateales el culo Kaya!! - gritaron mis amigas.

"Eso haré " pensé.

Desde el otro lado del campo noté como alguien me echaba una mirada con una mezcla de odio y curiosidad.

Sus ojos gélidos me miraron como si fuera insignificante.

Iba a demostrarles que se equivocaban.

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¿Capítulos más largos o más cortos? No lo tengo muy claro.
Gracias por leer♡
Blake en multimedia.
#BYENOTBYE

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