Capítulo 14. La Hermandad

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Las palmas de mis manos están sudorosas, por su culpa me resbalo al intentar apoyarme en la pared y cogerme de la estantería para evitar su objetivo: violarme. El chico rubio me estira de la falda y consigue romperme el bajo, los otros dos le acompañan: uno me intenta estirar del brazo para que me suelte mientras el otro se estremece en el suelo por la patada en los huevos que le di antes y así poder soltarme.
- Joder, será zorra...- Dice el chico del suelo.
- Suéltate de una puta vez, no me obligues a usar la fuerza...- Amenaza el rubio.
- No, déjame...- Ahogo un grito.
El chico deja de estirar de la falda y aparta al chico que me tiene cogida del brazo, me coge de la camiseta y estira de golpe, me separa y me estampa contra la pared haciendo que la herida que tenía en el brazo me arda de dolor. Me coge de la garganta y me aprieta, pega su navaja a mi barriga y me coloca la pierna entre las mías.
Mi camiseta está rota, cortada por la mitad, mi falda medio rota se resbala entre mis piernas y cae hasta toparse con la rodilla de mi supuesto violador. No puedo parar de llorar, no puedo gritar ni decir nada, su mano me aprieta demasiado y no deja que salga mi voz.
-...Jack, las bragas, quítaselas...
- ¿Porqué tengo que hacerlo yo?...Esto me está dando mal rollo tío...- Dice el moreno que antes agarraba mi brazo.
«¡Por favor, que alguien me ayude, por favor...!»
- ¡He dicho que lo hagas! Yo la estoy sujetando capullo.
El chico se acerca a mi y me mira a los ojos antes de apartar la mirada. Lleva las manos a mis caderas pero una voz le interrumpe antes de poder llegar a tocarme.
- Me encanta tu forma de sujetar a la gente, intentar ahogarla es una buena manera.- Alguien dice.
El rubio me suelta y me lleva delante suyo poniendo ahora la navaja en mi cuello.
- ¿Quien coño eres? ¡Encended la luz!
La luz se enciende y la chica gótica que ayuda conmigo en la biblioteca se manifiesta de pié, delante nuestro, encima del escritorio redondo de la bibliotecaria en medio de la sala. Ella baja de un salto y enciende un cigarrillo.
- ¿Cat? ¡¿Qué coño haces aquí?!- Dice el chico del suelo ahora levantado junto a sus amigos.
- ¿Eso debería preguntarlo yo, no podéis estar en la biblioteca chicos, está cerrada, recordáis? Hay un cartelito junto a la puerta.
- A mí me la pela lo que haya junto a la puerta Cat.- Dice el rubio con asco. - Estamos jugando un rato, ¿Porqué coño no te largas? O...¿También quieres jugar?
La chica se le queda mirando, indiferente y tira la colilla al suelo. Se acerca al chico con paso ligero.
- Lo he grabado todo capullo. - Le enseña un aparato negro .- ¿Quieres oír tu asquerosa voz mientras juegas Daaaan?- Pregunta.
- ¿Que coño haces con una grabadora? Hija de puta...
- O te largas o paso la grabación. Se acabó el juego, Dan.- Amenaza Cat.
Dan me tira al suelo y mis rodillas y palmas aguantan todo mi peso. Me escupe y da media vuelta, sus amigos le siguen.
Cat se acerca a mi y me extiende una mano:
- Va, levanta, cogerás frío en el suelo.
La miro, cojo su mano y me levanto del suelo. Ella me mira de arriba a bajo, me tapo el sujetador y me subo la falda medio rota. Ella extiende su otra mano y me ofrece la grabadora.
- Toma, es tuya, decide lo que quieres hacer con esto.- Me dice.

Niego con la cabeza, no quiero saber nada de eso.
- No, quédatela, haz lo que creas conveniente...- Digo.
- ¿Segura? Está bien, la guardaremos en la caja, no se sabe cuando podrá hacer falta.
«¿Caja?» Me pregunto.
- Sí, pertenezco a una especie de... Bueno, da igual, si quieres saberlo puedes venir. - Contesta como si me hubiera leído la mente.
No se como sabía que estaba aquí ni como sabía que me estaban a punto de violar, es todo muy extraño. Por eso, no dudo ni un segundo en asentir y seguirla, la curiosidad me puede y no creo que vaya a hacerme daño, me ha salvado.

Caminamos por los jardines del recinto y topamos con una vaya metálica, la cruzamos a través de un tramo roto escondido detrás de unos arbustos y nos adentramos en el bosque. Llevamos Almenos 15 minutos dando vueltas desde que salimos del colegio. Hace fresco fuera pero no me preocupa ya que Cat me ha dejado un jersey de Ac/Dc que me va un poco ancho. Al fin diviso un destello de luz al final del bosque, cuando llegamos veo que ese destello de luz que había visto pertenecía a una antorcha que iluminaba la puerta de una antigua cripta que pertenecía a un viejo cementerio. La verdad, esto no me da buena espina, pero sigo a Cat.
Ella pica tres veces a la puerta y dice algo en un idioma que desconozco. Una chica con una capa negra e hilo rojo nos abre la puerta. Bajamos varios escalones hasta llegar a una verja metálica algo oxidada, la abrimos y dentro me encuentro lo que me esperaba ver.
Un grupo de unas 16 chicas están situadas alrededor de una fuente en una estancia de piedra algo reducida en medio de la cripta. Las paredes están llenas de símbolos y luces que provienen de velas. Una de las chicas lleva una capa roja e hilo negro alrededor de ella, se que es la "líder" de esto.
- ¿Que nos traes, Catherine?- Dice sin revelar su rostro tapado por la capucha de la capa.
- Trabaja conmigo en la biblioteca, hace unos minutos estaba siendo violada por secuaces de Ann.
« ¿Secuaces? »
- Ann, no es un nombre digno de mencionar aquí, Catherine.
- Lo sé, perdona Mayor.
Cat se coloca su capa y se reúne con las demás en el círculo. Coloca la grabadora dentro de una caja metálica situada en una estancia pequeña tapada por barrotes de hierro que se abren a través de un candado.
Al cerrar el candado con llave todas se giran y me miran.
- Hermana Lourdes. Tu turno.- Dice "Mayor".
- Conozco a esta chica, ha ganado popularidad a lo largo de estas semanas gracias a ser un...juguete. El juguete de Ann, el juguete de Jayson... Ella vino de América nada más comenzar el curso y tiene ciertos problemas de sociabilidad.- Me mira.- Nada fuera de lo común que nos pueda interesar.- Se gira.
- Te equivocas Lourdes.- Interrumpe alguien.- Ha sido el juguete de ellos pero aún lo sigue siendo, podemos usarlo para nuestro objetivo.
«¿Objetivo? No entiendo nada, están locas.»
- ¿Para que nos va a servir? No da el perfil.- Dice otra.
- Calla, tu no eres quien debe elegirlo.
- Ei ei, esperad.- Interrumpo.- Yo no he venido a ser el "objetivo" de nadie, ¿Vale? Sólo he seguido a Cat hasta aquí, ella me lo pidió.- Ahora todas me miran.
- Ashley Moore.- Dice "Mayor", me estremezco.- Te he estado observando durante bastante tiempo, desde que llegaste aquí algo en ti me llamó la atención.- Se mueve de lado a lado mientras habla.- No sólo a mi me la llamaste, si no también ha los hermanstros. Llevamos tiempo con un objetivo entre manos, algo valioso para nosotras y tu, querida Ashley, puedes ayudarnos.
- ¿Qué objetivo?- Interrumpo.
- ¿Cómo te atreves a cuestionar?- Dice Lourdes ofendida.
Mayor levanta una mano y la para.- Ella es humana. Es típico en ella preguntar, pero no puedo responderte a ello, no eres aún de confianza. Únete a nuestra hermandad Ashley, las Delta K han formado un gran vínculo desde hace años, junto a nosotras no tienes nada que perder, Ashley.

«No vine a Inglaterra para unirme a una secta de lunáticas, esto es muy raro y me está dando muy mal rollo, quiero irme pero algo me lo impide».

- Ya conoce a Cat, no puede irse.- Dice alguien.
- Es de su elección, ¿Qué eliges?- Pregunta Mayor.
Me las quedo mirando, esperando a que abran a un pájaro por la mitad o creen pociones, sólo he visto estas cosas en películas, nunca creí que existieran de verdad.
- Yo...lo siento mucho pero no estoy preparada para algo así, yo sólo quiero seguir con mi vida y con...lo que sea que tenga en esta escuela...
-...No esperaba menos de ti, Ashley Moore.
Mayor se acerca a mi, su rostro está cubierto por una sombra espesa y sólo puedo diferenciar sus labios carnosos y rosados de debajo de la capucha.
Ella me coge de la cintura y baja sus manos a mi culo rozándome con los dedos mi vagina.
« ¡¿Qué coño hace?! »
Me quedo paralizada, con la otra mano me aparta el pelo y se acerca a mi cuello. Las demás me rodean y se quedan quietas mirando la escena, nadie parece sorprendido.
- Nos vemos pronto, dulce Moore...- susurra en mi oreja y me muerde el cuello.
El dolor me quema y ahogo un grito. Unas manos me separan tirándome hacia atrás y un paño con cloroformo me invade la boca y la nariz. Mi vista nublada y mi cuerpo sobre el suelo, no hay nada más.

Me despierto a las 6 de la mañana sobre mi cama. Estoy empapada de sudor y medio desnuda. No hay rastro de mi uniforme roto, llevo una camiseta negra y mi ropa interior. Corro al baño y me ducho. Hago una gran mueca al comprobar la marca que tengo en el cuello; no fue un sueño.
El sol aún no ha salido y el exterior se ve calmado pero yo estoy muy nerviosa, las palabras de "Mayor" se repiten una y otra vez en mi cabeza y la marca en el cuello me arde cada vez más con cada palabra. Al final consigo calmarme y cerrar los ojos antes de volver a mi vida ordinaria.
Son las 9 de la mañana y camino hacia la biblioteca, no quiero recordar lo que pasó ayer pero parece intacta, como si no hubiera pasado nada. Aún así, un escalofrío recorre mi cuerpo al entrar, no ha olvidado lo que sentí.
Entonces lo recuerdo, recuerdo lo que me dijo Mayor en la cripta: Las Delta K.
No hay nadie en la biblioteca y mi curiosidad me gana así que me dirijo al ordenador y busco el nombre de la hermandad.
Mi corazón se acelera a cada segundo que pasa y la página no consigue cargarse. Debe ser cosa del destino que internet vaya aún más lento que de costumbre.
-¡Pam!- Me sobresalto al oír una mano golpear la mesa de madera al lado mío.
- Hola Ash, ¿Te he asustado?
Jayson.
Apago corriendo el ordenador pero no responde.
- ¿Qué haces? No tienes buena cara.
El ordenador se ha bloqueado y tengo los nervios a flor de piel- ¡Déjame en paz!- Le grito.
Nos quedamos callados, mirándonos el uno al otro, y mi ordenador sigue sin responder. Mi respiración está muy acelerada.
- ¿Qué ocultas? Estás muy nerviosa.- Consigue decir.- ¿Sabes que los ordenadores son frágiles? No puedes apagarlos de golpe así como así...- Me susurra.- Porqué después se quedan bloqueados en la última página que visitaste... A ver cual fue...
Intento pararle, le estiro del brazo y le empujo pero es demasiado fuerte. Con una mano me mantiene alejada mientras que con la otra enciende el ordenador.
Es demasiado tarde.
Su color de cara empalidece y su mano me suelta de golpe, una gota de sudor frío le cae de la frente.
- Que...¿¡Qué coño haces buscando eso Ash!?- Me grita.
Coge el ordenador y borra el historial, lo resetea y lo apaga.
- Yo...sólo quería saber...
Me empuja y pierdo el equilibrio, nunca me había tratado así. Me pega a una estantería y pega su cara a la mía.
- No tienes ni puta idea de dónde te estás metiendo, aléjate de eso Ash, no es un puto juego, ¿Lo entiendes?
- Sí, pero yo sí que soy un juego para ti, ¿No es verdad?- Contraataco.
- No salgas ahora con eso Ashley, esto es peligroso.- Me agarra la muñeca, me hace daño.
- ¡Suéltame!- Me aparto.- Tu no eres nadie para decirme qué hacer.- Salgo por la puerta corriendo, no puedo creer lo que acaba de pasar.
Oigo a Jayson gritar mi nombre detrás mío pero sigo adelante. Cuando llego al pasillo de las habitaciones de primero me paro. Las manos agarrándome con fuerza, el paño y el cloroformo vuelven a invadirme, y pierdo el sentido de nuevo.

Nota:... Supongo que nadie se esperaba algo así, pero esa es la gracia, ¿No? Esperemos que esto acabe bien, ¡No la dejan en paz ni un minuto! :(

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