Capítulo 2. Un "buen" comienzo

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La academia es tan grande que me pierdo entre los pasillos y tardo al menos 15 minutos más en encontrar el comedor.
Cuando llego me sorprende ver que hay tres hileras de chicas en un extremo de la sala, ¿Esto no era una academia mixta?
<<Deben de haber separado los alumnos por género...>> pienso.
Me posiciono en la fila trasera y me dispongo a atender a las explicaciones. Hay un chico, muy joven para ser orientador, explicando lo que parece ser la normativa de la escuela.
-Nuestras bases de comportamiento para garantizar la convivencia en el centro se separan en diferentes puntos expuestos en este formulario...- Explica.
Me gustaría atender a la primera explicación que se me presenta pero creo que es demasiado "coñazo" para poder fingir que me interesa. Mi cabeza está en otra parte, sé que nadie me mira, que todas miran atentamente al chico como si fuera lo último que fueran a ver en la vida, pero me empiezo a poner muy nerviosa. Parezco mayor que las chicas que hay a mi alrededor, muchas de ellas son bajitas y llevan el pelo recogido y casi todas tienen los ojos claros a diferencia de mi, que pese a mi procedencia heredé los ojos de mi madre que no era Americana. Mis piernas empiezan a temblar no tan solo pensar que no encajo muy bien con esta escuela y empiezo a estrenarme muchísimo más cuando pienso en sus preciosos cabellos perfectamente peinados y el mío,literalmente, hecho un asco.
Cojo mi pelo y me lo paso a un lado de la cabeza sin pensar que aún estoy en medio de la presentación me lo separo en tres cabos y empiezo a trenzarlo.
-Tú, la de la trenza- Dice una voz masculina.
Me sobresalto.
<<¿la he cagado sin darme cuenta?>>
-¿Se puede saber que coño haces?- Dice el chico de la presentación acercándose a paso ligera en mi dirección.
Me quedo paralizada cuando lo tengo frente a mi, es muy alto, yo supero la media de las demás chicas, mido 1,71 cm para ser exactos pero esto es intimidante, solo le llego a la barbilla y noto su respiración acelerada en mi frente, está enfadado.
-Te he hecho una pregunta.- Insiste.
-Hacerme una trenza.-Contesto
-¿Estoy introduciéndote en el nuevo curso, y encima de llegar tarde, te dedicas a hacerte una trenza?
-Supongo...
-Debes de estar de broma.- Me coge del hombro y me aprieta. Me hace daño.
-Suéltame me haces daño idiota, ¡Déjame en paz!- Mierda
-¡¿Qué?!

Siento como las chicas del comedor me miran pasmadas, nadie se esperaba esa reacción, ni yo misma. Para mi sorpresa algunas me miran con una expresión algo distinta a la sorpresa o la indignación, hasta se podría llegar a pensar que es celos o rabia, sobretodo la chica de media melena rubia con ojos azules de la primera fila, me quedo atónita ante su expresión de odio y rezo para que no sea la cabecilla del grupo de chicas que cuchichean a su alrededor contemplando la escena que se representa en sus narices.
-¿Qué está pasando aquí?- pregunta una mujer al entrar al comedor.
La mujer debe tener al menos 20 años más que yo y está vestida con un simple chándal y lleva un silbato. Lleva documentos del centro en la mano.
-Esta chica acaba de incumplir una norma del documento y me gustaría encargarme de su debida reprimenda.- Suelta el tío mirándome de reojo.
-¿Enserio? El primer día ya con castigos... Vaya, vaya.- Suelta la mujer rascándose la frente.
-Está bien, puedes encargarte de ella ya que ha sido mientras me sustituías.-dice.
<<¡Sustituía! ¡¿Este tío no es el orientador?!>>
-Gracias señorita Crownell.-suelta el muy gilipollas.
La mujer se sonroja y le dice que no es nada.No entiendo porqué, no conozco a una persona más imbécil que él desde que dejé a mi ex.
Entonces me fijo,lleva puesto el uniforme del instituto pero no es del mismo color que el mío, debe ser de un curso superior.
Me dirijo al pasillo de las habitaciones con las otras chicas cuando algo me estira del brazo. Es él, como no.
-. Tu castigo: mañana me entregarás la normativa de conducta del alumnado copiada entera a mano, no se permiten excusas. A las 7 en la cafetería, por tu bien, yo no intentaría faltar.-las palabras salen como balas de su boca.
Se va antes de que diga nada, su tono era tan sereno que me ha intimidado y no me ha dado tiempo a responder.

Las cosas empeoran cuando me doy cuenta que somos impares y me ha tocado una habitación sola. En parte es genial tener mi propio espacio pero por otra parte es horrible, hacer amigas será mucho más difícil de lo que pensaba. La habitación en sí es pequeña pero más grande que mi antigua habitación en casa de mi padre. Hay dos camas y me acomodo en la del extremo derecho, la más lejana a la puerta. También hay dos escritorios, un armario y una estantería con libros, para mi sorpresa dispongo de televisión y lavabo propio, creí que sería un baño comunitario.

Se me cae la mandíbula al suelo al ver el documento que se supone que tengo que copiar A MANO. Son más de 25 hojas escritas con letra tipo Arial tamaño minúsculo.

<<Menuda mierda de día>>pienso.

El jet lag se hace notar a través de mis párpados, han sido 10 largas horas de vuelo y mi cuerpo deja de responder cuando aún voy copiando tan solo la tercera hoja del documento. Me quedo dormida en el escritorio soñando que mañana, puede, tan solo puede, que sea un día mejor.

Nota: Hoy claramente no ha sido un buen día en general y es muy probable que marque el rumbo de la historia, esperemos que esto mejore...

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