Capítulo 21. Dudas

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Decido esperar a Jayson en su habitación, puede que sea un acto poco apropiado pero no puedo permitirme meterme en más problemas. Pasan los minutos y todo está en silencio, empiezo a ponerme muy muy nerviosa y no tengo ni idea de lo que puede estar pasando.
De repente se oye un golpe seco y unos gritos que recorren el pasillo, alguien está discutiendo. Ignoro el ruido y me tapo las orejas, quiero evadirme de esto.
Entonces un portazo, unos pasos bajando las escaleras metálicas de la escalera de incendios y, al fin, oigo voces en el patio, alguien grita mi nombre.
- ¡Ashley! ¡Ashleeeey!
Me asomo por la ventana y veo la pista de atletismo por la que Jayson me hizo correr al principio de curso.
Los tres chicos están corriendo por la pista, dando vueltas mientras Jayson y sus amigos se ríen y pitorean. Siento calor en el pecho, nadie nunca había hecho algo así para vengarme, y lo mejor de todo es que fuera de esta cálida habitación hace bastante frío, estamos ya casi en noviembre, y esos chicos, corren en círculos por una pista de más de 500 metros en calzoncillos.
Espero a que Jayson vuelva pero ahora mucho más contenta, la "señorita amargada" no ha aparecido, en su lugar la profesora de ciencias avanzadas ha salido a llamarles la atención pero nadie la toma en serio, aún así, todos han vuelto dentro.
- ¿Ashley?- Pregunta Jayson al entrar, cree que me he ido.
- Estoy aquí.- Respondo saliendo del baño.
Jayson se queda pasmado al verme, me he puesto su sudadera que cubre parte de mi muslo tapando mi culo y,  nada más, así duermo mucho más cómoda.
- Muchas gracias Jay...- Le digo acercándome a él.
- ¿Gracias? ¿Qué esperabas que hiciera? ¿Que me quedara aquí amargado toda la puta noche?- Dice con una amplia sonrisa. Le hace gracia supongo.
- No... Supongo que no.
- Claro que no, se...que no te gusta que pegue a la gente así que he cambiado un poco la rutina, aunque aún no he acabado con ellos.
Asiento con la cabeza. Y Jayson sigue sonriendo.
- ¿Porqué estás tan feliz? Acabo de contarte que casi me violan.
- Sí, pero no lo han hecho y les he acabado dando su merecido, además... Es la primera vez que me llamas "Jay".
Es verdad, tiene razón, nunca antes le había llamado con un diminutivo... «¿¡Pero que coño me pasa!?» Noto como poco a poco me pongo roja como un tomate.
- ¿Estás bien?- Pregunta Jayson al verme así.
- Sí.- Respondo algo más deprisa de lo que esperaba.
Quiero golpearme la cabeza por todo esto pero me decanto por meterme en la cama y taparme hasta el cuello con las sábanas.
- Oye...- Sigue.- ¿Qué fue lo que me dijiste cuando salía por la puerta? Algo de una tal Cat...
Es verdad, dije que ella me había salvado y que me presentó a las Delta K, pero ahora no quiero sacar el tema, si lo hago se pondrá tenso y encima le obligaré a contarme su historia y se que acabaremos mal...
- Nada, mejor otro día...
- ¿Es la gótica que trabaja en la biblioteca?- Pregunta.
- "Ayudante" de la biblioteca.- Le corrijo.
- Bueno bueno... Lo que sea.
- ¿Por?
- Nada, tiene un buen culo.
No puedo creer que haya soltado algo así delante mío y sea capaz de estar tan tranquilo y ponerse el pijama. ¿Acaso no se ha dado cuenta que somos novios? Bueno, ahora que lo pienso, en realidad no... No llegué a decirle que "sí" directamente.

- ¿Quieres ser mi novia, Ashley Moore?
Me pongo roja y no puedo dejar de mirarle a los ojos, intento descubrir si está mintiendo o riéndose de mí, pero no percibo nada de eso...«¿Su novia? Me gusta como suena.»
Ahora mismo no tengo palabras ni puedo decir nada, estoy en blanco y lo único que se me ocurre hacer es darle otro beso, pero... Esta vez, en la mejilla, un beso cálido y dulce.
- ¿Qué...?- Pregunta Jayson confundido.
Yo me dedico a sonreírle y a acariciarle el pómulo con el dedo gordo de la mano.
- Es...- Dice Jayson bajándome la mano.- Mejor que te vayas a tu habitación, dúchate y cámbiate, vas a coger algo... Luego nos vemos.- Jayson me sonríe y yo salgo de su habitación, aturdida, no sé qué es lo que acaba de pasar...

- Jayson...
- ¿Sí? ¿Qué pasa?- Dice acercándose a mi y sentándose en la cama.
- ¿Qué somos...exactamente?- Le pregunto destapándome y poniéndome de rodillas a su altura.
- ¿Cómo que "que somos"?- Repite confundido.
Bajo la mirada hacia sus manos que se mezclan con las sábanas blancas de la cama.
- Ah...- Comprende al final.- Somos...- Dice rodeándome la cara con su mano.- ...Lo que tu quieras, ya lo sabes.
Jayson me mira a los ojos y sólo unos centímetros nos separan el uno del otro.
- Sí.- Digo al final.
Jayson sonríe.- Sí...¿Qué?
- Sí seré tu novia.- Digo muy segura. Jayson baja la mano por mi hombro.
- Entonces no volveré comentar otros culos... Delante tuyo.
Le pego un puñetazo en el pecho pero por lo fuerte que es cree que ha sido en plan broma así que se ríe con más ganas.

Estando los dos medio desnudos, él sin camiseta y yo sin pantalones y encima de una cama es normal que acabara pasando esto: Jayson está encima mío y yo enredo mis dedos por su pelo mientras nos besamos. Me siento muy bien hasta que decide llevarlo un paso más lejos. Baja por mi cuello y baja su mano derecha metiéndola por debajo de la sudadera.
Él tiene 18 años y yo tan sólo 16, puede que mi edad sea la adecuada para perderla pero no creo estar preparada, además, seguro que tiene más experiencia...yo sólo... Soy una niñata. No puedo parar de darle vueltas al sueño que tuve antes de bajar a cenar. El hecho de que pueda pensar que soy una niña me mata...
- ¿Qué pasa?- Pregunta parándose de repente.
- ¿Qué?
- No estás por lo que estás Ash. ¿En qué piensas?
- ¿¡Qué!? No... Estoy bien, de verdad.
Jayson hace un esfuerzo por creerselo, sabe que no es verdad pero tampoco tiene muchas ganas de parar...
Intento olvidarme de ello pero no puedo. Sí, soy más alta que la mayoría de chicas de mi curso pero eso no hace que me diferencie del resto. ¿Cómo sería ella? Y... ¿Si decide que no le gusta mi cuerpo? ¿Me dejará tirada por una de su curso o mayor...?
Jayson sube la sudadera e intenta quitarme el sujetador, entonces mis piernas empiezan a temblar, no...no... «¡No!».
- ¡Jayson!- Le agarro la mano.
- ¿Qué...?- Pregunta confundido.
- No...me apetece.- Miento, claro que quiero pero...
Jayson suspira, cansado.- Vale.- Dice con un tono más grave de lo habitual.
Se aparte y se tapa con las mantas mirando la pared, «¿Ya está? ¿Me aparta sin más?».
Tengo más frío de lo normal en este lado de la cama, sola, lejos de su calor... Tan cerca de él y a la vez me siento tan lejos... Le quiero, y no quiero que mis comeduras de cabeza nos alejen ahora que por fin, estamos juntos.

Nota: Vaya vaya, la verdad es que a todo el mundo le entran dudas de si mismo cuando se empieza una relación, pero esperemos, que se acaben solucionando... Espero que os haya gustado ;)

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