Desde que llegaste tú...

Capítulo 33

Destiny
Y llegamos a New York...
Aquí estaremos una semana...

Tomamos un taxi y nos dirigimos al hotel, con el que trabajaba la empresa.

-Llegamos!- dijo Landon agotado cuando dejó las maletas en la habitación. En realidad una suite... Y que suite!
-Al fin- agregué recordándome en la súper cama.
-Dest ahora tengo una reunión con los abogados y representantes legales- me informó Landon. Él era el jefe de la sede de New York y Washington D.C. Yo me encargaba de la sede de Los Ángeles y San Diego.
Suspire. Estar con esta súper panza, viajar 9 horas y tener una reunión de tres horas no era para mí. Lo digo porque sabía que Landon quería presentarme a todos esos empresarios.
Yo no iba a aguantar más necesitaba dormir...
-Ve tú- le dije con los ojos cerrados. No obtuve respuesta.
Sentí que Landon se ponía sobre mi sin apoyar todo su peso. Puso las manos en mi panza y sentí dos pataditas. Sonreí feliz. Mis chiquitas reconocían a su papi.
-Lo sentiste?- preguntó emocionado. Asentí, aún con los ojos cerrados.
Al rato unos labios besaban mi cuello.
-Landon- dije riendo. Sabía que me hacia cosquillas -La reunión- le dije riendo.
-Lo.. Se- dijo entre besos.
-Basta!- exclamé.
-Pero qué estoy haciendo?- preguntó fingiendo inocencia.

Estuvimos un rato así. Él besándome, yo riendo... Hasta que sonó su celular. A regañadientes contestó y luego de una discusión entre Jim, el jefe de administración, y mi esposo, por fin Landon fue a bañarse y luego de otra serie de besos se fue.
Me bañé también y me cambié. Después me fui a acostar.

Abrí los ojos. Tenía hambre. Miré el reloj y pasaron dos horas desde que me dormí. Bostecé y me levante.

Me puse un short negro, que me quedaba perfecto y una blusa gris con la frase I follow baby en dorado. Me encantaba porque era suelta y amplia. Me puse una botas cortas negras y dpme até el cabello en una coleta alta.
Tomé las llaves, mi bolso y salí.

-Señorita Henderson- llamó el recepcionista.
-Si?
-Va a recorrer la ciudad sola?- preguntó mirando mi panza. Que entrometido!
-Sí. Por qué?- contesté cortante.
-La ciudad es peligrosa si no va con alguien que conoce la zona- informó. Ya, me quiere vender un paquete de turismo.. -Pero tenemos a unos guías perfectos que pueden salir con usted- dijo.
-No hace falta- aseguré- No me alejaré del hotel- aclare y me fui rápidamente antes de que siguiera hablando.

Que caos!
La ciudad era un completo caos. Bocinas, autos, monoxido de carbono, ruido de taladros gigantes sonando contra el pavimento.
Me entraron unas tremendas ganas de vomitar.
Respiré profundo y seguí caminando. Llegué a la esquina del hotel y no vi ni un sólo lugar para almorzar.
Sonó mi teléfono. Conteste sin mirar.
-Hola- dije cortante.
-Que fea manera de contestarle a tu esposo- reclamó divertido mi esposo. Sonreí. -Estas fuera del hotel, no es así?- preguntó algo molesto.
-Acaso el recepcionista te informó?- inquiri sería.
-Sí- afirmó. Maldito soplón. -Destiny no es seguro que salgas sola- dijo como si fuera mi padre. Además dijo mi nombre entero, lo cual significaba que estaba molesto pero fingía estar tranquilo.
-No soy una niña Landon- repuse chillando como una niña.
-Pero actúas como una- dijo perdiendo la paciencia- Donde estas?- preguntó. Mire el cartel que indicaba el nombre de la calle. Nortwest y Lincolnshire.
Le dije los nombres de las calles a Landon y dijo que estaba cerca y que lo esperará.
5 minutos después llegó en un auto, alquilado.
Subí y vi que me miraba mal.
-Qué?- dije mirándolo divertida.
Suspiró agotado.
-Quieres que te encierre en la suite y te deje allí toda la semana?- preguntó enojado. Cuando se ponía así era realmente irritante.
-No empieces- dije de igual manera.
-Qué no empecé?- gritó. Lo fulmine con la mirada y baje del coche.
-DESTINY!- gritó el idiota de mi esposo bajando del coche.
-QUÉ?- grité.
-Sube al auto- ordenó.
-No- dije y me encaminé al hotel.
Escuché el portazo del auto. Si piensa que me va a dar órdenes luego de gritarle esta equivocado.
Subí a la suite nuevamente y me saque las botas para acostarme de nuevo.
Me puse en posición fetal y lloré. Por qué tiene que ponerse así?!
Mientras lloraba en silencio escuché que se abrió la puerta.
Sabía que era él.
Cerré los ojos, seguía derramando lágrimas.
Sentí que me tocaban las manos. Abrí los ojos y delante mío, arrodillado, estaba Landon, apenado.
-Lo siento, Dest, no quería gritarte- dijo arrepentido.
Discusiones como estas tuvimos tres veces en nuestro matrimonio. Y bueno las reconciliaciones fueron intensas.
-Eres un Idiota- le solloce y él sonrió. Sabía que no podía enojarme con él por mucho tiempo.
-Tú idiota- corrigió y me besó. Al principio no le correspondí, pero no me resistí mucho tiempo.
Luego se acostó conmigo y dormimos en cucharita.