Heridas Del Corazón [Editando]

Capítulo 4

Figura extraña: ¡Con qué paso eso!

Luffy y Robin estaban alterados, esa figura no mostraba mucho de su cuerpo. Pasaron unos minutos cuando la mayor se puso alerta.

Robin: ¿Quién eres?.- pregunto nerviosa, no sabia a que enemigo se enfrentaba-.
Luffy: ¿Qué quieres de nosotros?.- pregunto nervioso, a lo mejor escuchó cuando le contó a Robin lo de sus sentimientos no correspondidos hacia Zoro-.
Figura extraña: ¡Y me parece increíble que no reconozcan a su propia nakama!.- grito indignada, ni si quiera Robin la había reconocido-.
Robín y Luffy: ¡¿Qué?!.- asombrados, esa figura extraña era uno de sus nakamas-.
Figura extraña: En fin.- dijo resignada, se quito la capucha que la cubría dejando ver su cuerpo-.

Los azabaches se quedaron un poco ensimismados. No se podían creer que no habían reconocido a una de su nakama pero ¿por qué estaba vestida de esa forma?

Nami: ¿Ahora ya sabéis quién soy?.- dijo en tono burlón por la cara que habían puesto sus nakamas-.
Robin: ¿Por qué estabas vestida con esa capucha?.- dijo saliendo de su asombro y más tranquila-.
Nami: Porque esta lloviendo.- lo dijo como si fuera lo más obvio del mundo, acomodándose en la habitación-.
Robin: ¿Lloviendo?.- pregunto extraña, cuando salió hacía un tiempo hermoso-. ¿Cuándo?
Nami: Por si no lo saben parejita feliz ya son las cinco de la tarde.- se rió por la ingenuidad de sus nakamas-.

La parejita se quedó muda, ¡si hace tan solo un rato eran las diez de la mañana!. Luego de un buen rato con caras de perdidas y la risa de Nami que aumentaba cada vez más. Luffy, que se había mantenido al margen, se acordó de las palabras su nakama cuando entro repentinamente en su habitación.

Luffy: Nami.- llamo a la navegante, que estaba tirada en suelo por la risa, captando su atención-.
Nami: Dime Luffy.- dijo entre risa todavía-.
Luffy: Cuando entrantes, ¿a qué te referías con "con qué paso eso"?.- pregunto curioso-.
Nami: Me refería por la razón de que Robin abandonara hoy el desayuno rápidamente.

En ese momento, Robin quería que la tierra la tragase, nunca mostraba sus sentimientos tan abiertamente y su sonrojo aumentó más cuando Luffy y Nami la abrazaron, cuando quería, podía ser la persona más tierna del mundo. Cuando ese momento incomodo-tierno pasó, se pusieron hablar pero una pelirroja no dudo en decir lo que pensaba.

Nami: Luffy he escuchado todo lo que hablaron ustedes dos.- dijo señalando a los azabaches, Robin se asustó un poco por la agilidad de su amiga y Luffy se ruborizó un poco-. Como ya te dijo Robin, te queremos tal y como eres y te apoyaremos siempre.- dijo sonriendo tiernamente mientras el menor se secaba una lágrima de felicidad-. Y sabes que confiar en nosotras.- Robin sabía que pregunta le iba hacer, pero esta vez no la iba a detener, quería lo mismo que ella-. ¿Por qué estas herido?.- ya sabía la respuesta, pero quería confirmar su pensamiento-.
Luffy:- Como si fuera un balde de agua fría la pregunta de su nakama, no quería que por sus sentimientos la tripulación peleara entre ellos-. Me caí.- mintió, con mucho nerviosismo y mirando en otra parte que no sea a Nami-.
Nami: Se que mientes.- escapando una pequeña risita por la reacción de su capitán-.
Luffy:- Sonrojado porque lo descubrieron. Al final se rindió por las persuasivas miradas de sus amigas-. Cuando le conté a Zoro lo que sentía....- se paró, su pecho todavía le dolía, sus ojos se aguaban de forma voluntaria cada vez que recordaba ese suceso-. el me golpeo e insulto.- ya no pudo aguantar más y volvió a llorar, le dolía y mucho-.