Capitulo 16

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Trataba de soltarse, pero en narcótico era muy fuerte, le dormía a cada segundo, entonces entraron otras tres personas cargando a los donceles con calma y también con mascaras de gas, pero quien estaba sujetándole estaba Haizaki a quien reconoció aun incluso con su voz distorsionada.

-Vaya eres una fiera-le sonrió lascivamente y al acercarse poso sus labios el los suyos le mordió-Maldita-le golpeo tirándola al suelo

¿Por que no venia nadie?, comenzaron a llevarse a los chicos 

No. no, no, no. 

-Déjala inconsciente rápido -un tipo le hablo al peligris que asintió, la sujeto por los brazos....

Rápidamente usando toda su conciencia y fuerza dio un codazo a Haizaki la soltó y con firmeza se dirigió a quien cargaba a Taiga (Era un tipo enorme)se abalanzo sobre el enterrándole las uñas en la cara, al no esperarse eso no pudo defenderse, pero con velocidad la arrojo al piso aturdiendola y sacandole un gemido de dolor, Haizaki adolorido volvió a intentar llevársela pero lo que no contó fue con un cuchillo oculto directo a su cara, logro esquivarlo dejando caer a la chica, que aprovecho para enterrarlo en la pierna del más cercano el cual aulló de dolor, siendo acallado rápidamente por uno de los compañeros, sin embargo poniéndose de pie con esfuerzo se abalanzo a quien tenia a Kuroko con la daga reluciendo, pero era ágil y le esquivo entonces sacando un cuchillo lo enterró en su abdomen, al hacerlo lo retorció en busca de que la chica desistiera pero aun con dolor, el narcótico y enterrando ese cuchillo aun más en su carne, se acerco al tipo logrando arrancarle un trozo de ropa, luego fue pateada con fuerza chocando con la pared contraria quedándose inmóvil.

-Vaya fiera-El tipo con el cuchillo no creía que pasaba, no muchos lograrían aguantar  a tal extremo, tiro el cuchillo y salio con los demás. Haizaki miro a la chica antes de irse un charco de sangre se formaba a su alrededor, era fuerte y con voluntad pero una pena no la tendría hubiera sido divertido.

-Hasta nunca Tigresa -le dijo antes de salir por la ventana como los demás.

No, Taiga, Tetsuya, Takao, no trato de moverse pero la inconsciencia se la llevaba, un liquido caliente empapaba su ropa, sabía que era, no podía moverse, entonces, ¿Como entraron? el oráculo debió ver el asalto al castillo debió avisar debió....Entonces con sus últimos momentos de lucidez se dio cuenta...El oráculo, le habían hecho algo, si tan solo el maldito sello no estuviera puesto....ella...podría....la oscuridad le envolvía ya no sentía dolor y así a la lejanía escucho como la puerta se abría, voces y como alguien le hablaba. Todo se volvió negro.

Cerca de la frontera dos días después

Un grupo de veinte personas estaban en un edificio abandonado varios hacían rondas, en el interior los tres donceles  estaban encerrados en lo que había sido un despacho, los tres con esposas y totalmente aterrados, afuera Haizaki hablaba con un hombre alto de cabello rubio de ojos azules con un tatuaje en el cuello de nombre Nash recargado en la pared fumaba mientras observaba la puerta que estaba cerrada con los donceles dentro pensando que tenia preparados para ellos, tres profetas, que venderían al reino cercano.

-Pareces desilusionado Haizaki- el peligris solo sonrió

-Ella era interesante-Haizaki encogió los hombros -¿Vas a hacerles algo?-

-No, los necesitan totalmente inmaculados-Nash con arrogancia camino a la puerta-Aunque el pelinegro y el celeste no están mal, pero el pelirrojo es una fiera-abrió la puerta Taiga ocultaba a sus dos hermanitos atrás de él con un mirada fiera que a Haizaki se le hizo familiar y sonrío al pelirrojo bien perdió a la chica pero encontró otro entretenimiento interesante.

En el palacio

Todos estaban frenéticos guardias iban y venían mientras Kasamatsu y Himuro la angustia los carcomía por dentro junto con Aomine, Akashi y Midorima. Nadie supo como los intrusos lograron su propósito, solo que se llevaron a tres hermanos y dejaron a Rei mal herida, con ella estaba Kaoru al igual que Imayoshi, Hanamiya estaba en la torre con Alex, Momoi y Riko que cuidaban de Yui que al parecer fue envenenada.

-Kaoru -Imayoshi solo miraba a la chica que caminaba de un lado a otro en la sala de enfermería donde se encontraba la ojiazul

-Debimos estar aquí- Kaoru preocupada solo retorcía sus manos-cuando paso esto-la voz llena de culpa la hizo sentarse en el suelo derrotada-Perdón Hana-san-comenzó a sollozar suavemente mientras Imayoshi la consolaba 

-No debes...-empezó pero la puerta se abrió mostrando al Emperador 

-Necesito hablar con ustedes-Akashi se veía totalmente angustiado

-Si, Kaoru vamos-dejaron a Rei durmiendo y salieron con el pelirrojo  

PROFETASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora