Capítulo 19

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El viernes con muchos dolores de termina.

En el campo, Yae tuvo que amanecer en un hotel por que el tío de Marizza, influenciado por Cristi insistió en quedarse en la casa, cosa que nunca hace.
Yae se levanta temprano y va a casa de su novia para puntualizar los últimos detalles del plan para volver al instituto, cruzando la calle, ve a una señora que lleva varios minutos intentando cruzar la calle y los vehículos no se lo permiten, incluso los afanes de las personas no les permiten detenerse un momento para ayudar a pasar a la señora. Yae se le acerca y le ofrece su ayuda.
Yae: Venga doña, déme su mano que la voy ayudar a cruzar.
Al cruzar la calle, la señora de unos 75 años le agradece al adolescente: Gracias, mi hijo, los jóvenes de hoy no se detienen ayudar a los ancianos.
Yae: Para mi los ancianos son muy importante, mami dice que es donde todos vamos después de una larga vida, por lo que tenemos que valorarlos, para que nos valoren en su momento.
Señora: Si todos los jóvenes pensaran como tú, este mundo no estaría así. ¿Me acompañas a la casa? Es por aquí mismo, así conoce a mis nietas, un chico como tú es que necesito para ellas, en especial para una de ellas que sufre por un amor.
Yae: La puedo acompañar a su casa, pero ya tengo novia, una chica a la que amo como usted no se imagina y por la cual estoy dispuesto hacer lo que sea.
Señora: ¡Ay muchachito! ¿No tienes un hermano o un abuelito? Por que eres de los que no hay en este país.
Yae sonríe, la acompaño a la casa y de camino le contó que no era de esa provincia, que buscaba a su novia a la cual separaron de él. Todo lo que lo llevo aquel lugar.
Al llegar frente a la casa se da cuenta de que la casa de la señora, es la casa de Marizza, por lo que...
Yae: ¿Usted vive aquí?
Señora: Si, esta es mi casa.
En eso sale, Marizza que vio a su abuela.
Marizza: Abuelita...
Se sorprende al ver a Yae con ella.
Señora: Marizza, mi niña. Este joven de los que ya no aparecen me acompaño a la casa, vamos invítale un jugo que debe de estar cansado el pobre lo desvíe de su ruta.
Yae le dice en susurro: No sabía que era tu abuela.
Entran a la casa, la señora se acomoda en su sillón y Marizza le brinda un jugo a Yae y este le cuenta como se encontró con la abuela.
Doña Hilda, estaba encantada con ese joven, incluso no evito expresar varias veces que sería el hombre perfecto para su nieta, los chicos sonreían de manera disimulada, es increíble como la abuela habla mal del "Novio" de la ciudad de Marizza y alaba a este, que es la misma persona.

Aunque la señora aparentaba disimular, su mirada reflejaba un tic de tristeza, Marizza se acomodo a su lado.
Marizza: Abuelita Hilda, ¿Cómo te fue con el doctor?
La abuela hizo un gran esfuerzo para mentirle a su nieta sobre la enfermedad: Bien, todo excelente mi pequeña. El medico dice que estoy perfecta para los años que tengo.
Los adolescentes se miraron incrédulos, la señora mentia y ellos lo notaron. Decidieron seguirle la corriente.
Marizza: Que bueno abuela, espero que el día que me case este conmigo acompañándome.
Hilda: Así será pequeña, siempre y cuando te cases con un joven como este. (Marizza y Yae se miran con ternura) por cierto, ¿Dónde esta Cristina?
Marizza: Se fue con el tío a su trabajo, el insistió en que lo acompañe no recuerdo para que fue que me dijo.
Marizza se paro frente a la señora y le dio un fuerte abrazo: Te quiero mucho abuela. (Tratando de ocultar las lágrimas que recorrían sus mejillas)
Hilda. Yo también mi niña. Pero, dejémosno de sentimentalismo que este chico va a pensar que eres una sentimental.
Yae: No se preocupe doña Hilda, es normal. Usted es una gran persona y su nieta la quiere mucho.

En el instituto.
Amin se encuentra con los chicos en la cafetería.
Felipe: ¿Dónde estuviste toda la tarde de ayer, Amin?
Amin: Arreglando unos asuntos personales.
Diego: Felipe, siguió a Oscar y no sabes lo que descubrió.
Amin: ¿Qué descubriste?
Felipe: Ese Oscar, trabaja con la mafia.
Amin: ¡Con la mafia!
Tomas: Sssh. Baja la voz, según nos contó Feli, esto es más peligroso de lo que aparenta.
Amin: ¿Por que lo dices?
Felipe: Al parecer, el padre de una de las chicas de nuestra aula, esta metido hasta el fondo en todo esto...
Amin: ¡Bájale un cambio! Cuando dices mafia, estamos hablando de la trata de blanca.
Tomas: Si, te has vuelto lelo tú.
Felipe: El caso es que, parece ser que el padre de una de nuestras compañeras se robo el dinero del último negocio y le ordenaron a Oscar secuestrar a esa chica, para que el padre aparezca.
Amin: ¿Cuál de las chicas? Una persona que esta metido en eso tiene dinero... Entonces puede ser (Se preocupa)
Los chicos a una voz: Mili.
Felipe: Creemos que a la que quieren es a Mili.
Amin: No, no lo podemos permitir, hay que hacer algo.
Sale en busca de Camila.

Mili que intenta hablar con su padre desde su Smartphone, siendo inútil sus intentos...
Mili: Papi, papi ¿Dónde estas? ¿Por qué no me contesta?
Camina por el patio del instituto de un lado a otro, intentando comunicarse con su papi.
Un camión extraño entra al instituto, al parecer es el que lleva la comida, Amin que desde lejos ve a Mili, va corriendo a donde ella.
Amin: Camila, Camila.
Ella voltea y en ese preciso momento, dos hombres enmascarados la agarran a la fuerza, y la montan en la parte trasera del camión. Amin se enfrenta a uno de ellos, por lo que se ven en la obligación de darle un fuerte golpe en la cabeza, dejándolo inconsciente. Mili grito varias veces su nombre, pero este no reacciono el camión se alejo como pudo del lugar, dejando a Amin desmayado en el césped de la parte frontal del instituto.

Recuerden
La estrellita

Recuerden La estrellita

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