013

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— Yo-yoongi... — Murmuró TaeHyung con miedo al ver la malhumorada cara del suso dicho.

— ¿Buscabas esto? — Preguntó YoonGi levantando el brazo para que el pelicastaño pudiera observar una bolsa color blanca, para luego, el peliverde lanzárselo en la cara del contrario. — ¡¿Por qué no dijiste nada?! ¡¿Eh?! — Gritó YoonGi con furia, TaeHyung solo abrió la bolsa observando los medicamentos en ésta.

— Están aquí... — Murmuró Kim con una pequeña sonrisa.

— ¿No vas a contestar? — Preguntó el de cabellera verde como la menta agarrando del cuello de la camisa del pelicastaño haciendo asustar a éste.

— YoonGi... No hace falta... Q-que estés a-así... — Dijo TaeHyung entre tartamudeos intentando liberarse del agarre de su contrario. — YoonGi... — Murmuró al ver como éste elevaba el brazo con las manos en un puño, para luego, sentir un fuerte dolor en su cara: le había dado un golpe en ésta.

— ¡¿Qué le has hecho a Jimin?! — Gritó en el oído de TaeHyung quien yacía con la mano en la parte golpeada de su cara. — ¡¿Por qué~?! — Gritó lleno de ira rompiendo una lámpara que le pilló más cerca. TaeHyung sintió algo líquido en la mano, al sacarlo de su cara notó que en su mano yacía algo de color carmesí.

— ¡Me has partido la cara! — Gritó TaeHyung algo molesto. — Sé que estás enfadado por no haberte dicho nada, pero no es razón para que vengas y me pegues — Dijo TaeHyung intentando mantener la calma. YoonGi solo lo observaba con una pequeña sonrisa de lado. Le encantó ver la boca de su contrario con algo de sangre.

— ¿Dónde está Jimin? — Preguntó en un susurro apartando la mirada de TaeHyung que estaba a punto de echarse a llorar.

— ¿Qué? —

— ¡¿Qué dónde está Jimin?! ¡Mí Jimin! — Gritó decantandose de furia otra vez.

— ¡Pára! — TaeHyung se abalanzó sobre YoonGi abrazandolo para que así deje de hacer un escándalo. Tranquilizándolo.

— ¡¿Qué está pasando aquí?! — Preguntó una tercera voz horrorizado viendo su salón todo un desastre y observando como su esposo y TaeHyung se abrazaban. Los celos se apoderaron de él haciendo que rápidamente apartara a TaeHyung de YoonGi dando un leve empujón a Tae.

— Jimin, ¿No pensabas decirme nada? — Preguntó YoonGi haciendo el máximo esfuerzo en no partirle la cara al suso dicho.

— ¿Qué? — Preguntó Jimin confundido, mirando a TaeHyung para que éste hiciera algo al respecto por si le daba las respuestas de tal pregunta del mayor asustándose al percatarse de la boca ensangrentada del pelicastaño haciendo que rápidamente se dirigiera a él preocupado. YoonGi lo observa con odio, no entendía como le podía importar más Taehyung que su esposo.

— ¿No respondes? — Pregunta entre dientes el mayor de los tres.

— Tae, ¿Estás bien? — Preguntó preocupado el peli azabache sacando la mano que anteriormente se posaba sobre la herida haciendo caso omiso al cuestionario de su esposo, el cual miraba expectante la acción de su marido cerrando sus puños, no tenía tanta paciencia y no se haría responsable de sus actos. No lo haría.

— Jimin... — Dijo irritado. Park siguió sin hacerle caso levantándose a por un botiquín, salió del salón dejando a TaeHyung y Suga totalmente solos.

TaeHyung con la mano en un lado de su cara intentando tapar el golpe que lo único que derrocha es sangre y YoonGi con las manos hechos un puño mirando a un punto fijo con enfado: A TaeHyung.

— ¿Por qué no dijistéis nada? — Preguntó por enésima vez suspirando pesadamente para no hacer algo idiota por su parte.

— No sé, fue algo muy rápido y acabamos de llegar... — Contestó inseguro mirando a Suga con miedo.

— Esta bien — Dijo suspirando, sentándose en una de las pocas sillas que había en el salón. Jimin entró rápidamente con un botiquín de primeros auxilios en la mano, dirigiéndose hacia TaeHyung apresuradamente, como si YoonGi no existiera agarró a TaeHyung de sus mejillas y, una vez había mojado un algodón con un poco de alcohol, presionando levemente con cuidado sobre la herida de éste haciéndolo gruñir de dolor, o en este caso, de ardor.

— Haguanta un poco más... — Murmuró Jimin sobre sus labios, ya que se hacercó demasiado a éstos al sanar su herida. Tae asintió apartándose de Jimin de a poquito al ver la mirada de YoonGi sobre ellos, el cual, no dejaba de abrir y cerrar sus manos intentando calmarse.

— ¿Ya acabaron? — Preguntó Suga rompiendo el silencio que se formó, haciendo que Jimin dé un pequeño salto por el susto al oír su ronca voz.

— Sí — Park asintió repetidas veces volviendo a meter dentro del botiquín el paquete de algodón y el alcohol, para luego tirar a un lado el algodón ahora de color carmesí, de la sangre de TaeHyung.

— Me alegro, porque llevo aquí mirando como mi puto esposo se acerca a la maldita boca de otra persona — Dice con ironía YoonGi levantándose del asiento en donde anteriormente estaba sentado dirigiéndose a pasos lentos hacia su esposo, para luego, levantarlo del suelo de un jalón de brazo de una manera bruta, haciendo que TaeHyung se asustara un poco.

— A-amor... — Susurró Jimin al notar el claro enfado en la expresión de YoonGi.

— ¿Qué soy ahora para ti, Jimin? — Preguntó YoonGi con los ojos acuosos alarmando a Jimin.

— ¿P-por qué d-dices eso? — Preguntó el peli azabache notando como poco a poco los ojos de su querido esposo se llenaba de agua, para acto seguido, caer al suelo con las manos en su rostro intentado tapar sus ojos en donde caían lágrimas y más lágrimas: YoonGi estaba llorando.

— ¡Contesta! — Gritó Min sin mirar a su esposo que lo miraba con pena.

— Tu eres mi todo, Amor — Respondió Jimin sentándose al lado de éste abrazandolo con cariño. — Mi todo, eres mi todo — Volvió a repetir con dulzura susurrando en su oído sin dejar de acariciar la espalda de su "todo".

Algo extraño recorrió por todo el cuerpo, y principalmente, por el corazón de TaeHyung, sentía que no podía ver esto, su garganta ardía levemente, quería llorar, pero, ¿Por qué? No quiso responder esa pregunta que él mismo se hacía saliendo del salón a pasos rápidos, casi corriendo, dejando a esos dos solos. Se encerró en la habitación que se le había asignado semanas atrás como suyo.

— Lo siento mucho — Murmuró YoonGi una vez se había calmado, pero no del todo.

— ¿Por qué? — Preguntó confuso el menor.

— Lo siento — Volvió a repetir de la misma forma que antes. — He hecho algo mal... — Dijo, volviendo a llorar. Jimin no preguntó nada más, él supuso que era por lo que le había hecho a Tae o por alguna otra cosa sin motivo, pero lo que él no sabía es que su esposo se estaba disculpado por haberlo engañado, acostándose con otro.

{To be continued...}

Intercambio de MaridosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora