El gato que se enamoró de la mariquita.//Miraculous Ladybug et Chatnoir//.

Capítulo 8 Seguiré luchando

Adrien estaba esperando un mensaje o una llamada de Alya. Ella le dijo que le iba a ayudar, así que no paraba de mirar su móvil. Tras unos días después, recibió un mensaje de Alya, decía:

''Reúnete Nino y conmigo en la Torre Eiffel, en la segunda planta. Luego te cuento con mas detalle a las 21:30.''

Adrien se puso nervioso, después de meses sin poder hablar con Marinette, podría al fin hablar con ella, decirle que todo fue un mal entendido. Se dice que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, ese era la sensación que sentía en estos momentos.

Se arregló bastante. Se echó unos de sus perfumes más caro (Máxima Duffy). Se puso un jersey ceñido color azul marino y encima una abrigo elegante de color gris con unos pantalones ceñidos de los que se lleva ahora rotos, siempre a la última moda. Estaba preparado para su encuentro.

Al llegar a la segunda planta de la torre no vio a nadie. Tras unos minutos volvió a recibir un mensaje, pero esta vez de Nino:

''Tío, ven al restaurante Jules Verne, estamos esperándote colega.''

Se dirigió al sitio que su mejor amigo le había citado. Al llegar solo vio a gente sentada cenando, parejas, familias... Pero ni rastro de Marinette. Solo vio a Nino, que estaba hablando con la recepcionista.

-Cuatro por favor.- Le dijo a la camarera.

-Perfecto, a nombre de...- Preguntó.

-Nino.- Respondió

-Si, perfecto. Pasen, ahí esta su mesa, al lado de la ventana, con unas vistas maravillosas de París.

Adrien se maravilló de las vistas que tenía desde su mesa, aunque se interrumpió al ver lo elegante que su amigo iba. Vestía con una americana con una camiseta blanca debajo, unos pantalones vaqueros oscuros a juego con la americana. Sobre todo le sorprendió que no fuese con sus cascos y su gorra habituales.

-Me sorprende que llegues a ser guapo y todo.- dijo el rubio burlándose.

-Hombre tendré que sorprender de vez en cuando a mi chica.- Dijo ajustándose su chaqueta.

Los dos charlaron esperando a sus invitadas especiales. A pocos minutos llega Alya sola. Ellos se levantaron y Adrien se entristeció.

-Lo siento Adrien, no e conseguido convencerla, hablé con ella y tal pero nada. Se olería que estarías aquí. Es testadura cuando quiere.- Le informó.

Adrien al oír eso, se marchó sin despedirse de sus amigos. Al salir del restaurante anduvo unos pasos hasta ver una silueta en el suelo. Al alzar la mirada vio a una chica bajita vestida con vestido rojo que le llegaba hasta por debajo de las rodillas, un tanto ceñido. De espalda descubierta y con un volante negro en la cintura. Con un abrigo negro encima y unos tacones pequeños de color azabache.

-¿Ma...Marinette? Estas.... ¡Guau! Perfecta.- Dijo sonrojado.- Bueno, Alya y Nino están dentro. Yo me voy, tranquila que no te molesto más.-

-Bueno, siempre has sido un gato un tanto molesto, pero voy a hacer una excepción.- Respondió sonriente.- No e ido porque se como es Alya y va a forzarme a hablar y, sinceramente, prefiero que salga de mi.-

-¡Sí sí! Me parece estupendo. Vamos a ir a la planta última, ahí no hay nadie ahora y estaremos más tranquilos.- Dijo ofreciéndole su brazo para llevarla. Ella rechazó el gesto puesto que aun estaba molesta.

Se montaron en el ascensor y subieron a la última planta, donde se podía ver todo y despejarse. Adrien solo podía mirar a Marinette, tenia el pelo recogido con un moño chino y pintado los labios con color carmesí.

-Adrien... Es verdad que yo... desde hace tiempo, andaba detrás tuya. Sólo quería llamar tu atención y hacerme ver. Al escuchar de tus labios que lo sabías y encima, siendo Chat Noir, eso me quemó más... Casi pierdo a Tikki por tus caprichos... Aun no se si estar ya de una buena vez bien contigo...-Dijo mirando las vistas de París que regalaba la Torre.

-Marinette... Déjame explicarte. No supuse que estabas enamorada de mi hasta que se lo dijiste a Chat Noir. El estaba enamorado de Ladybug. Ha sido un amor entre cruzado. Ahora se que siento, y se lo que siento por ti. No me importa las veces que me rechaces, siempre seguiré luchando.- dijo agarrándola de la mano.

-Adrien... yo no se que pensar ni que sentir. Sinceramente, no se si ya te quiero como antes...-

-Pero my lady. No me digas eso, me rompes el corazón, tanto yo como mi otra identidad estamos enamorados de tus dos facetas.-

-¿Si? Entonces, si eso es cierto. Por que no lo dejaste estar. Solo te has fijado en mi cuando supiste que yo era Ladybug. De no ser así, nunca te hubieses fijado en mi.- Alterada se acercó a el. Pegados frente a frente, ella vio el brillo de sus ojos. Recordó por que amaba a Adrien.

-Veo a Chat Noir pero ya no veo a Adrien, eras solo fachada. No me gusta la gente así, prefiero al gato molesto que al niño rico y superficial...- Dijo alejándose de el.

-No es verdad, te quiero Marinette ¿Que hago para demostrártelo?.- Dijo arrodillándose.

-Levanta, no hace falta que hagas eso. Simplemente, has traicionado mi confianza...-

A Adrien se le cayeron las lágrimas... Estaba dolorido al escuchar esas palabras que le hacían presión en el pecho.

-Me da igual lo que digas my lady.- Dijo con lágrimas en los ojos.- Seguiré luchando por ti- Aunque sus lágrimas caían por sus suaves mejillas, le regaló su sonrisa. Se acercó a ella y le dio un beso en la frente. -Nunca me rendiré, aunque me odies.-

Al ver eso, Marinette puso sus dos manos en la cara de Adrien, acercándose para responder a sus sentimientos, apareció un villano. Era Chlóe transformada en Antibug.

-¡SI YO NO SOY LA CHICA QUE QUIERES, NADIE LO SERÁ ADRIEN AGRESTE!- Transformó en yoyó en bastón y fue a atacar a Adrien. En ese momento, Marinette se puso entre los dos, recibiendo así un golpe directo en la cabeza.

Adrien enfurecido, se transformó en Chat Noir y luchó contra ella. Rompió la foto en la que sostenía en akuma y lo destruyó con su cataclims.

Cuando acabó la pelea. Volvió junto con Marinette. Su cabeza estaba sangrando, y corriendo, antes de transformarse, la llevó al hospital. Se quedó con ella toda la noche.

Al amanecer, Adrien se despertó. Observó que los prodigios de Marinette estaban como dañados y apagados. Ella despertó

-¿Donde estoy?... y ¿Quien eres?.-

L.r.c