Capítulo 12 Una nueva oportunidad

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Chat Noir y Volphina huyeron de la casa del maestro para que Lepidóptero no descubriese sus identidades, así que huyeron a una casa abandonada un tanto lejos del lugar.
Al llegar, Adrien estaba rabiando de furia. Cogió su bastón y comenzó a destrozar el lugar. Volphina le detuvo y lo intentó calmar.
-¿Que cojones te pasa gato estúpido?-
-No puede olvidarse de mi, ¿Es que no lo entiendes? Ella es todo lo que tengo, perdí a mi madre hace 4 años, mi padre me encierra en casa como si fuera una prisión... Ella es todo para mi.-
-Pero ponerse así no sirve de nada. Será mejor que vuelvas a su lado y busques un plan para que recupere la memoria antes de que sea demasiado tarde.- Dijo mientras lo levantaba del suelo.
-Gracias Andrea, no sabéis como os lo agradezco a ti y al maestro. Volveré algún día, ahora me marcho- Este le hizo una reverencia y se fue a por sus maletas.
Tras pasar 3 horas, Adrien estaba en el aeropuerto con su guardaespaldas esperando para embarcar.
Llegaron a París, en recibimiento de Nino, Alya y Marinette. El se emocionó al verla allí, llevaban una cartulina que ponía "Salut Adrien".
Comenzó a reír le dio a todos un abrazo. Se montaron en la limusina y dejaron a Alya y Nino primero. Por último llevaron a Marinette y el bajó con ella.
-Pierre, ahora voy a casa. Quiero comprar unos dulces antes de ir a casa, ya sabes, para Papá- Dijo guiñándole un ojo.
Pierre era un hombre muy reservado, no decía palabra alguna. Aun así hizo lo que le dijo el pequeño Agreste y fue a la mansión Agreste.
Adrien y Marinette estaban nerviosos al estar solos.
-¿No vas a casa? Debes de estar cansado- dijo Marinette extrañada.
-Sinceramente, no me apetece ir a casa.- Dijo un poco serio.
-¿Te ocurre algo? Llevas unos días raros.-
-N-no es que, prefiero estar aquí, ¿Entiendes?- dijo sonrojado mirándola con ternura.
Marinette no entendía bien la situación, aunque, ella en estos aspectos, nunca pillaba nada. Ella le ofreció pasar para tomar unos dulces y así fue. Se sentaron en la terraza y comieron los pasteles.
-Bueno... ¿Y que es lo que te hizo ir a España?- Dijo sin mirarle a los ojos nerviosa.
-Pues intentaba solucionar un asunto muy importante para mi, creo que lo solucionaré- Dijo decepcionado, el creía que iba ser más sencillo.
-Si puedo ayudar, puedes contar conmigo. Aunque no ayude mucho-
-Gracias Marinette, eres una gran persona- Le puso su mano encima de la suya, acariciando su piel. Marinette sintió como su piel se erizaba al notar su mano sobre la suya que su aliento se cortó y su corazón se paró en seco. Ella estaba tan nerviosa que si quiera movió un dedo, se dedicó a dejarse acariciar.
Adrien la miraba a los ojos fijamente, recordaba todos los momentos vividos siendo Ladybug que , al recordar cuando ella olvidó sus sentimientos, que se llenó los ojos de lágrimas.
-¿A-adrien que te pasa? ¡Espera que coja un pañuelo! - Dijo preocupada.
El se levantó a la vera de ella. Le dio la vuelta y la abrazó. Se quedó unos segundos abrazado a ella y le susurró al oído.
-Todo saldrá bien- Se apartó de ella y se fue a casa.
¿Por que ha hecho eso? ¿Que es lo que le ocurre? Su cabeza estaba en un mar de sentimiento confusos. Sobre todo, al sentir el abrazo de Adrien, le había venido un recuerdo familiar, no conseguía recordarlo. Estaba borroso, pero sentía que ese abrazo ya lo había recibido, que esas caricias, ya las había sentido. Era todo muy extraño.
Adrien llegó a casa y entró en su habitación, Natalie le informó de que su padre no se había percatado de su ausencia. No era de extrañar, ya que nunca tenía roce con el.
Al rato, Plagg salió de su bolsillo, se sentó en la mesa y comenzó a comer su queso favorito. Adrien estaba pensativo, aun no sabía como ayudar a su querida para recuperar la memoria.
-Creo que será mejor que lo hagas como tu mismo eres, no como aparentar ser- Dijo leyéndole la mente al rubio.
-Llevas razón Plagg, la conquistaré poco a poco, la recuperaré- dijo emocionado.
Al día siguiente, Adrien se levantó más temprano de lo habitual. Estaba mervioso por ver a Marinette. Al llegar al instituto, no la vio, ella siempre llegaba tarde, no era nada extraño para el. Pasó las primeras clases y ella no llegaba. Ya estaba preocupado ya que no podría ser por ser Ladybug. Recurrió a preguntarle a su amiga Alya.
-¿Que le pasa a Marinette?- dijo en voz baja.
-Pues esta mala con fiebre, luego iré a verla. ¿Te vienes?- respondió en voz baja.
-Sí, perfecto. Al salir de clases nos vamos-
-ADRIEEEEN, ¿Que tal tu viaje? No se por que no me llevaste- dijo la superficial de Chlòe.
-Asuntos familiares- Respondió seco pero educadamente.
Este hizo por ignorar las intensas y repetidas llamadas de atención. Al finalizar las clases, fue con Alya a casa de Marinette.
-Es extraño que se haya puesto mala así de golpe.- dijo extrañada. -
-Será mejor que vayamos a hablar con sus padres- Dijo Adrien.
Al llegar, los padres de ella estaban entristecidos. Por lo que se ve, no hace por comer ni nada. Era todo muy extraño.

L.r.c

El gato que se enamoró de la mariquita.//Miraculous Ladybug et Chatnoir//.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora