Adrien marchó a su casa ilusionado, llegó a casa y dejó que cayera la noche. Pensando las maneras de ayudar a Marinette recibió una llamada inesperada.
¡Era Andrea! ¿Que quería esa astuta cría?...
-Dime... ¿Como demonios as conseguido mi número?- Dijo bastante molesto.
-Eso, amigo mío, es información clasificada. Bueno te e llamado para algo muy importante.- Dijo un tanto seria.
-En serio, ve al grano.- Dijo ya preocupado al notar seria a la payasa de Andrea.
-No puedo ayudarte a recuperar la memoria de tu querida Ladybug porque tengo que proteger al maestro. Así que hemos decidido enviarte a alguien que puede ayudarte.-
-¿Alguien que puede ayudarme?- Dijo sorprendido.
-Sí, otro portador de un prodigio.- Dijo misteriosamente.
-¿OTRO PORTADOR? ¿¡Quien!?.- Estaba tan sorprendido que casi se le cayó el móvil.
-El portador del abanico del Pavo Real. No se nada de el, sólo se que es capaz de reparar los prodigios o eso creemos el maestro y yo.- Dijo dudosa.
-¿Como va a poder ayudarme?-
-Ya te e explicado que no se como te va a ayudar, pero te ayudará. De una forma u otra. Ahora te dejo, que tengo que hacer cosas más importantes. ¡Hasta nunca pijo!- Dijo riéndose y colgó.
-Plagg. ¿Tienes alguna idea de quien puede ser?.- Preguntó a su Kwami.
-No, se que existe pero no se quien es. No se nada de ese prodigio.- Dijo cruzado de brazos y sentado en el aire.
-Bueno, es hora de ver a Marinette. ¡Plagg, garras fuera!- Tras decir eso, marchó por la ventana de su habitación y se dirigió a casa de esta.
Durante el camino, no paraba de pensar en el tema del nuevo portador, tal era la distracción, que chocó de frente con una farola. Al recuperarse, se quedó pensativo en el suelo. ¿Para que envían a alguien si ya el está dando señales de avances? Pensaba para el mismo. Tras eso, prosiguió su camino.
Al llegar a casa de Marinette, se quedó unos minutos observándola. Estaba haciendo un diseño en su cuaderno, estaba con el pelo suelto y una bata rosa pastel que le hacía una figura perfecta a ojos de este. Dio dos toques suaves a la ventana para que le abriera.
-¡Chat Noir! ¿Que haces aquí?- Dijo sorprendida.
-Pues vengo a devolverte esto.- Sacó del bolsillo de su chaqueta, los pendientes. Aún sin reparar.
-Ohh... Entonces... Nada, no tienen solución.- Dijo entristecida, agarrando con sus dos manos con fuerzas, aguantando las ganas de llorar.
-Si la tiene, sólo, se paciente...- Dijo posando sus manos en los hombros de esta.
-Vale... Ya veré que hago... Gracias de todas formas Chat Noir. Cuando necesite ayuda, te avisaré.- Dijo un poco decepcionada. Chat Noir la abrazó.
-Lo siento mucho Marinette, te e decepcionado. Pero te juro por mi honor, que esto tendrá solución al igual que tu pérdida de memoria.- Dijo mientras pensaba en la manera de ayudarla.
-Bueno... ¿Y como piensas hacer eso?- Dijo dudosa.
Tras eso, el la agarró de la cintura y la atrajo hacia el. Deslizando las manos por su cuerpo, llegó a su rostro, hasta acercarse a sus labios. Sus labios y los de ella estaban tan cerca, que podía sentir la respiración mutuamente. Finalmente, comienza a besarla apasionadamente. La cogió en peso y la tiró en la cama. Continuando con el beso, este acariciaba su piel con ternura, como si fuera de cristal. Intentando respetar su intimidad y a la vez siendo romántico.
Marinette aún estaba confusa, sus sentimientos hacia Adrien eran fuertes, pero cuando estaba con Chat Noir, era pasión. Su corazón no paraba de latir cuando el está frente a ella. Cuando el le toca, siente un escalofrío por su cuerpo que solo desea besar los carnosos labios del chico enmascarado.
Marinette aparta a Chat Noir, no podía parar de pensar en todo lo que le estaba pasando.
-¿Que te pasa my lady?- Preguntó preocupado al ver la reacción de ella.
-Nada, estoy confundida, ya te dije que estoy enamorada de alguien. Pero... Debo confersarte, que cuando tu estas a mi lado, todo se vuelve más fácil. Hasta confesarte que me estoy empezando a enamorar de ti.-Dijo al darse la vuelta y mirar directamente a los ojos del gato.
-¿Qué?- Se quedó petrificado- ¿Estas diciendo en serio... Que estas enamorada de alguien como yo?- del impacto se quedó sentado en el suelo de rodillas.
-Sí... ¿Que tiene de malo?- Respondió sorprendida.
-Pues que nunca llegué a imaginar que alguien pudiese sentir algo tan fuerte por mi... De mi verdadero yo...- Dijo tan sorprendido que se quedó señalándose a si mismo mirando al suelo.
Esta, le levantó el rostro, haciendo que la mirase directamente.
-Eres la persona más divertida y real que nunca jamás hubiese imaginado. No seré tu Lady, pero si soy real y lo que estoy sintiendo, es muy fuerte y auténtico.- Tras eso, le da un beso.
Chat Noir siguió el beso tras un abrazo. Cuando derrepente, le empezó a pitar su anillo.
-Perdóname, tengo que irme. Mañana vendré a la misma hora.- Tras eso, se marchó, sin dejar hablar a Marinette.
Llegó a su casa y se transformó.
-Esto es increíble... Entonces es la chica perfecta, me acepta tal y como soy.- Dijo emocionado.
-¿Un payaso con aires de grandeza disfrazado de gato? Jijiji- Dijo en carcajadas diminutas Plagg.
-Déjate de tonterías, ¡hay que empezar a actuar ya! Mañana le organizaré una cita y haré que lo recuerde todo.- Tras eso, se puso su pijama y se acostó.
A la mañana siguiente, fue al instituto como otro día cualquiera. Marinette volvió a llegar tarde, este se reía por que sabía cual era el motivo de su tardanza. Entonces la profesora comenzó a hablar.
-Chicos, hoy viene un compañero desde el subcontinente de la India. Es de alta realeza, pero tratadlo como a uno más. Os presento al príncipe Alí, del reino Nepal.-
El príncipe no quitaba mirada a Marinette y Adrien, se dio cuenta. ¿Que querrá ese tipejo?
L.r.c
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El gato que se enamoró de la mariquita.//Miraculous Ladybug et Chatnoir//.
FanfictionAdrien Agreste está perdidamente enamorado de Ladybug, hasta que un día, su amigo Nino tubo un interés casual de Ladybug. Por una simple coincidencia, Adrien empezó a descubrir el gran secreto guardado por Marinette. ¿Y si la chica que anda tras la...