Capitulo 1

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CAMILA POV

He pequeña, despierta. —sentí una mano sacudirme del hombro.

¿Qué siempre madrugaba?

Papá, déjame dormir. —murmuré entre dientes.

Camila es la 1 p.m, además hay alguien que llegó esta mañana y mamá quiere que conozcas.

¿Quién?

La mejor amiga de tu madre.

¿Esta buena?

Mi papá soltó una carcajada, el nunca se sorprendían cuando decía cosas como esas, soy lesbiana y tanto como el y mamá me aceptan como soy. 

Si, pero ella demasiado grande para ti. 

¿Es una vieja?

Tres años menor que mamá.

Bueno, la edad no importa. —bromeé.

Anda baja ya para que la conozcas y le des el visto bueno.

Suspiré, me quité las sabanas de encima y arrastre pesadamente los pies por la madera fría del piso de mi habitación.

Encendí aquella la ducha y dejé que cayera sobre mi mano, genial, estaba fría.

Me saqué hasta la última prenda y me dediqué a relajarme bajó el agua.

Luego de darme un baño busqué algo que ponerme; Una blusa con un estampado de la bandera de USA, un short blanco rasgados, mis vans negros y listo, me sequé el cabello con la toalla. No me maquille solo delinee mis ojos de negro y me colgué mi mochila, no estaba dispuesta a quedarme a soportar las tonterías de mi mamá y de su vieja amiga.

Me miré en el espejo, aprecié mi pequeño tatuaje de lazo que tengo detrás de la oreja, tremendo pleito que tuvé con mis padres cuando se enteraron.

¡Camila! —escuché los gritos de mi mamá.

Suspiré y me dispuse a bajar.

Todos se encontraban reunidos en la sala, es decir, mi hermana y mis padres, también había una mujer, supuse que la amiga de mamá, aunque no podía verla bien, estaba de espaldas mirando por la ventana, tenía un vestido negro pegado que le hacia lucir las bellas curvas que tiene, el cabello negro azabache y largo por la cintura, muy linda de verdad.

Camila... —dijo mi papá, sacándome de mis pensamientos.

Todas las miradas, incluida la de ella se posaron en mi... Ella, era perfecta. Cada uno de los rasgos en su rostro, sus labios, su nariz, sus increíbles ojos verdes, esa forma en la que su cabello se encontraban perfectamente desordenados y su perfecta sonrisa.

¿A donde vas jovencita? —cuestionó mi madre.

Iré a casa de Normani su madre me invito a comer ¿No puedo acaso?

Respéteme señorita, y no, no puedes, tenemos visitas.

¿Quieres que le haga una reverencia antes de salir?

Escuché la risa de, bueno, de ella.

Camila... —masculló entre dientes.

Sinuhe... —respondí retante.

Deja tu mochila y siéntate.

Rodé los ojos pero aún así por alguna extraña razón obedecí.

Me senté justo enfrente de ella.

Lauren, ella es mi otra hija, Camila. —me presentó papá.

La oveja sexy de la familia. —sonreí.

La amiga de mi mamá rió de nuevo.

Soy Lauren, Lauren Jauregui. —me tendió la mano.

Al momento de estrecharla algo que no puedo explicar recorrió mi ser y se metió en mis entrañas, sentí mi sangre correr con fuerza y mi corazón latir a 1000.

Camila Cabello. —respondí el saludo.

Por alguna extraña razón ninguno de las dos soltó la mano de la otra, nos mirábamos fijamente a los ojos, sus perfectos ojos de un inmaculado color verde me hacían sentir algo... rara.

Bueno, en lo que estábamos... —interrumpió mi madre causando que nos soltáramos.

Sofia ganó el concurso de matemáticas a nivel estado. —presumió mi padre con orgullo.

Yo gané un concurso de comer pizza. —admití orgullosa.

Lauren rió por ¿Tercera vez?

¡CAMILA! —me regañó mi madre sonrojada.

Tambien Sofia es de los mejores promedios en el colegio.

Hace como un mes incendie el salón de Sofi. —presumí.

¡Basta! Te doy permiso de que vallas a casa de Normani o lo que quiera que ibas a hacer. —dijó papá.

¿Sabes Alejandro? No quiero irme. —sonreí con hipocresía.

Realmente no quería irme, estar cerca de la amiga de mi mamá en cierta forma me gustaba.

Compórtate. —advirtió mi madre.

Toda la familia se sumergió en una aburrida conversación, yo me dedicaba a mirarla a ella y cada uno de sus gestos, era demasiado guapa, desde la forma en como sus labios se movían hasta como sus ojos se cerraban para parpadear, o como se mordía el labio inferior y arrugaba ligeramente la frente cuando algo le parecía extraño, para tener 29 parecía de 18 y ciertamente era muy hermosa.

Cuando menos pensé nadie estaba a mi lado, nadie ¡Absolutamente nadie! Solo ella.

¿A donde fueron todos? —le pregunté.

Tus padres fueron a cocinar y Sofia tenía una tarea.

Oh.

Y Camila ¿Cuantos años tienes?

¿Me hablo? ¡Me hablo!

16. —sonreí.

Creí que estabas mas grande, aparentas mas edad. —admitió.

No eres la primera que lo dice ¿Te dijeron a ti que pareces de 18?

Montones de veces. —ambas reímos.

¿Estas casada?

M*erda, lo había dicho en voz alta.




La Mejor Amiga de Mamá (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora