El Principio del fin 1/2.

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La mañana parece prometedora, un martes a mitad de mayo... sí, seguramente es eso, o tal vez sea el hecho de que lo veré, o tal vez el hecho que el ambiente está inundado de un olor a pancakes en toda la casa que proviene desde la planta baja y que hace que me levante de la cama y baje hasta la cocina para poder divisar a mi madre a través de los rayos del sol que entran por la ventana y que hacen que su cabello brille tan intensamente como el oro aunque ella sea castaña, y que su pequeño cuerpo luzca tan delicado cuando cocina como el de una bailarina de ballet.

-¿A que se debe tal festin?- pregunté mientras me sentaba en la barra de la cocina y tomaba un pequeño pancake que llacía en una charola recién salida del horno

-Tu tía nos ha enviado kilos de harina para preparar pancakes y ya que tu no te acercas a la cocina más que para comer, he decidido prepararlos yo para poder llevarlos al trabajo-

-Ya decía yo que era mucha tu amabilidad para con tu pobre hija que muere de hambre en su cuarto-

Ella sólo hizo una mueca mientras batia los huevos, lo que me hizo soltar una carcajada debido a que había cumplido con mi cometido que era molestarla.

-¿Vendrá Sungjae hoy?- preguntó ella después de estar un rato en silencio.

-lo hará, pero será hasta tarde, hemos decidido ir a un nuevo café del que todo el mundo está hablando, así que el pasará hasta la tarde para poder ir-

-Lástima! Me hubiera encantado darle uno de mis pancakes y ver su expresión al comerlo, él siempre me hace un cumplido cuando como con nosotras-

-¡Claro que lo hace! ¡Eres su suegra! Tiene que quedar bien contigo, pero el hecho que sungjae te diga lo buena cocinera que eres, no significa que sea cierto-. Justo después sentí un golpe en mi cabeza, ella había usado la cuchara que estaba usando para llenar los moldes como arma contra mi, lo que me hizo soltar un pequeño grito para después reírme; me gustaba molestarla, esa era nuestra forma de comunicarnos, de pasar un buen rato, esa era nuestra manera de decirnos que nos encontrábamos bien y que pese a todo lo sucedido seguíamos de pie alado de la otra y dispuestas a enfrentar cualquier cosa que se avecinara, si bien era algo implícito, ninguna de las dos somos el tipo de personas que abren su corazón junto con todos sus lados oscuros al primer intento, ni al segundo...y dudo mucho que al tercero, pero con Sungjae era totalmente diferente, él había encontrado la manera de romper todas mis barreras imaginarias que me había llevado años construirlas, él me había llevado a un nuevo universo, a un mundo en el que me sentía desnuda y a expensas de todos, que si bien al principio me hizo sentirme sofocada e intente huir de ese lugar, al final me di cuenta que no estaba del todo sola, y que él había sostenido mi mano desde el primer momento en el que llegué a ese lugar y que nunca la había soltado, incluso después de estar juntos más de un año.

Después de irse a trabajar mi madre siempre me dejaba algo de dinero sobre la mesita situada en la sala, así que tomé un baño y salí para poder comprarle vitaminas a mi mamá, ella trabajaba como maestra en un kínder y por las tardes ayudaba con la contabilidad de un museo de ciencia cerca de la casa, así que siempre regresaba exhausta a casa, ella me preocupaba, incluso después de tantos años ella seguía con un espíritu increbrantable, pero no se podía decir lo mismo de su cuerpo que ya no era el mismo de hace 14 años cuando tuvo que sacarme adelante por ella misma.

-¿Me podría dar esas vitaminas por favor?- dije señalando un pequeño frasco ambar situado en la estantería de enfrente

-Claro- me dijo la encargada de la farmacia, justo en ese momento otra persona se paró a lado mío y con voz grave dijo:-¿Podría darme las vitaminas de la repisa?- yo voltee al escuchar que estaba pidiendo lo mismo que yo, él era alto, de cabello castaño completamente hacia abajo lo que hacía que sus ojos se cubrieran un poco de cabello, su nariz era un poco más grande de lo normal pero a mi parecer eso lo hacía verse más masculino, iba vestido con un total estilo hip hop que está tan de tendencia en Seúl estos días, con un pantalón de mezclilla rasgado, una camisa a cuadros azul y unos jordan de bota... sí, sin duda un estilo muy "YG" como dirían algunos.

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To Fix You (iKON B.I / BTOB Sungjae )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora