I WON'T LEAVE YOU.

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-¿Qué haces aquí? –

-Vine por ti, ¿no recuerdas?, es tu cumpleaños-

-S... sí, pero no creí que vendrías-

-Por supuesto que lo haría, lo que te dije antes no era mentira- supuse que se refería a la última vez que hablamos, Hanbin nos observaba sin decir nada, estaba saliendo de mi estado de shock para entrar en un ataque de nervios, una cosa era comportarme fríamente al teléfono y otra muy diferente estar frente a él; se acercó más a mí aún con una sonrisa que no mostraba sus dientes, contuve la respiración y tomó mi mano, hace tanto que no tenía contacto con su cálido tacto pero aún lo recordaba en mis tantos sueños que tuve sobre él dio la media vuelta y me jaló con su mano para acompañarlo pero algo me detuvo, gire mi cabeza para ver mi otro brazo, este había sido agarrado por Hanbin, su semblante era serio y miraba fijamente a Sungjae que también se había volteado

-Annie tienes planes ¿recuerdas?-

-¿Uh?....-

-Lo siento ella tiene que venir conmigo- dijo Sungjae interponiéndose entre Hanbin y yo, este seguía sin soltar mi brazo y parecía que se aferraba más a él.

-No te conozco y por lo que veo ella no está en condiciones para irse con un extraño, lo mejor será que venga conmigo- contestó jalándome hacia él

-Yo no soy un extraño, soy su novio- mi ojos se abrieron como platos la escucharlo, un torbellino de sensaciones crecían dentro de mí, Hanbin me miró esperando que refutara lo que había dicho o hiciera cualquier tipo de comentario pero mi boca se encontraba sellada, no había rastro de mi voz por ningún lado.

-Bien...- Hanbin me soltó con pesadez, me seguía mirando fijamente esperando una respuesta que nunca llegó, mi mirada iba de él a Sungjae, cuando me soltó por completo este último me rodeo con un brazo y me llevó consigo, solo pude dar un último vistazo al chico que había dejado atrás con una mirada de arrepentimiento por haberlo dejado así.

-¿Qué pasa?- dijo cuando me solté y me puse frente a él, había recobrado la conciencia y era hora de enfrentarlo.

-¿Qué me pasa a mí?, ¿Qué diablos fue todo eso?-

-No sé a que te refieres, tu amigo se estaba entrometiendo, ¿Qué querías que hiciera?-

-¡No hablo de eso!, ¿Qué sucede con todo este teatro? ¿Qué intentas sacar de todo esto?-

-Sólo quería verte, eso es todo-

-No Sungjae, no puedes aparecerte como si nada de las últimas semanas hubiera pasado, ¡ya no soy tu novia!- esas últimas palabras retumbaron en el aire, sofocándonos, ninguno de los dos decía nada, había un silencio en el ambiente que oprimía nuestras gargantas.

-Eso lo sé, y también esa es una razón por la cual volví, quiero que regresemos- su palabras entraron hasta mi alma, mi corazón se detuvo por un momento y después empezó a palpitar tan rápido que creí que se saldría de mi pecho, era todo lo que había estado deseando desde semanas atrás, sin embargo esta vez no había tenido el efecto que los escenarios imaginado lo había tenido; mi mano chocó contra su mejilla mientras mis ojos se llenaban de lágrimas contenidas, después del golpe me miró con sorpresa, sin decir nada espero a que hablara.

-¡Ya basta! No permitiré que sigas jugando conmigo como lo has estado haciendo todo este tiempo, no lo permitiré Sungjae, creí que eras alguien diferente, ahora veo que eres igual de idiota como todos los demás- dije con la voz quebrada, mi corazón estallaba en dolor quise irme del lugar pero él me detuvo, lo miré con una mezcla de odio y recelo, me solté de él y salí caminando lo más rápido que pude:

-¡Annie Espera...!- fue lo último que alcancé a escuchar antes de empezar a correr, no quería que me alcanzará, lo deje con su ramo de flores en mano y con un sentimiento de vacío que no sabía si era mío o de él, tal vez de ambos, pero no estaba dispuesta a descubrirlo.

Llegué a la entrada de mi edificio caminando, había dejado de correr desde hace rato, me había puesto a divagar en lo que acababa de ocurrir, mi corazón se llenaba de felicidad al recordar su propuesta, pero mi mente estaba herida por la misma causa, todo había sido como un juego para niños, él creía que aún era suya, y aunque me costará aceptarlo así era, pero no quería que él lo supiera, esperaba que el encuentro pasado fuera el último y nunca más volviera a verlo. Estaba tan metida en mis pensamientos que casi no noto que Hanbin se encontraba esperándome recargado en su coche frente al edificio, cuando lo vi me paré de la nada, me sorprendió mucho su presencia, recordaba el mal rato que le había hecho pasar y no quería acercarme a él, me sentía muy arrepentida por lo que tuvo que precenciar, su mirada no se desviaba de mí, emprendí marcha poco a poco con la mirada en el suelo, debía pedirle una disculpa y darle una explicación pero eso último era lo que menos quería.

-¿Por qué llegas sola?, creí que el idiota ese te traería-

-No...-

-Ya veo...-

-¿Qué haces aquí?- soltó un suspiro antes de contestar

-Quería asegurarme de que llegabas bien, por cierto, ¿Por qué no contestas tu teléfono?- saqué mi celular y me di cuenta que estaba muerto, por eso no había escuchado ninguna llamada

-Si que eres tonta, te dejas llevar por ese estúpido y no cargas tu celular, si te pasaba algo como habrías pedido ayuda-

-puedo cuidarme sola- dije sin mucha confianza

-No Annie, no puedes- me tomó por los hombros y me miro directo a los ojos, su comentario tenía segundas intenciones, me había calado hasta el alma, por que estaba en lo cierto, desde hace tiempo ya no podía cuidarme sola y para mala o buena suerte Hanbin siempre había sido el que cargaba conmigo; las lágrimas empezaron a brotar de nuevo, ya no aguantaba este dolor que tenía en el pecho, él me acercó a él rodeándome con ambos brazos y mientras me acariciaba el cabello con una mano me dijo al oído:

-Está bien Annie, todo estará bien-

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To Fix You (iKON B.I / BTOB Sungjae )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora