DEBERÍAS ALEJARTE.

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No sabía que decir, él sólo se quedaba mirándome mientras se aseguraba que tomaba mi café, había empezado a llover, haciendo que tuviera que quedarme con él, habíamos estado media hora callados, intercambiando miradas y después mirando por la ventana, ninguno decía nada, en realidad no sabía que decir, me encontraba incómoda con él frente a mí después de verme en el estado en el que me encontraba hace un rato, ahora me encontraba más calmada, el café caliente había hecho que me relajara un poco.

-Me llamo Hanbin, Kim Hanbin- lo miré.

-Yo soy Annie, Park Annie-

-Eso ya lo sé, lo que quiero saber es si te encuentras bien-

-¿eh?... Uhmm... sí gracias-

-¿Quieres que te lleve a tu casa?- pensé que me preguntaría porque había llorado o algo más, pero me gustó que respetara mi privacidad, o tal vez no le interesaba saber.

-No te preocupes no vivo muy lejos de aquí-

-¿Piensas que voy a dejar irte así? Mírate, eres un desastre, espantarás a los niños en la calle, levántate, yo te llevo- le lancé una mirada de odio y salimos del lugar hasta donde había dejado su carro, era un Mazda color negro, muy bonito, me empezaba a preguntar cómo lo habría conseguido hasta que me abrió la puerta del copiloto para poder subir.

-¿Dónde vives?- decía mientras encendía el auto.

-A unas calles de aquí, por esa avenida- dije señalando la dirección.

-¿Vendrás a la clase mañana?-

-Sí, supongo ¿por qué?-

-No creo que deberías hacerlo-

-¿Por qué?-

-No luces muy bien, parece como si te fueras a enfermar- De repente paro alado de la acera y se bajó del coche.-Quédate aquí- fue todo lo que dijo, miré mi reflejo por el espejo del auto, y me di cuenta, parecía estar enferma, mis ojeras eran enormes y mis ojos lucían cansados, mi cabello era un desastre y toda mi cara no se veía nada saludable.

Entró al coche y volvió a conducir hasta los edificios donde ahora vivía, hubo un silencio incómodo, ambos nos miramos pero volteamos nuestras cabezas hacia otro lado al instante.

-Gracias por traerme- dije un poco tímida y sin poder mirarlo a la cara, abrí la puerta del coche cuando él me detuvo.

-Espera,... toma- dijo extendiéndome una pequeña bolsa de papel blanca, la identifiqué enseguida, era medicina, sólo la tomé y me baje del coche sin poder decir nada, su amabilidad había superado mis expectativas, caminé hasta mi apartamento sin mirar atrás, aunque lo hubiera deseado, pero algo me decía que él seguiría ahí, viéndome caminar, y no quería encontrarme con esos ojos, me sentía muy avergonzada por todo lo que había hecho por mí.

Mientras subía por el elevador hasta mi piso abrí la bolsa de papel y saqué lo que había dentro, eran vitaminas, eran las mismas de la primera vez que me topé con Hanbin en la farmacia, sonreí ante el recuerdo, nunca habría pensado que el idiota que me topé en esa farmacia ahora me traería a mi casa y fuera lo más cercano que tenía a un amigo en la universidad, sin contar a Seulgi y Hani, pero incluso ellas no me habían visto en un estado tan frágil como él lo había hecho. Al abrir la puerta del apartamento vi a Seulgi que se encontraba en la sala sentada en el piso y con sus cuadernos esparcidos por toda la mesita de té que se encontraba en la sala, la saludé y entré a mi cuarto, estaba sentada en el borde de mi cama con el frasco de vitaminas en mis manos, suspiraba muy seguido, pensaba en todo y nada a la vez, y después lo recordé, la carta, la había dejado tirada en la sala, corrí hacia la sala, Selulgi seguía ahí, no sabía cómo preguntarle, ella me miró y tomó un pedazo de papel a lado de ella, era mi carta, pero ella la había acomodado en el sobre de nuevo, la tomé y me pregunté si la había leído, pero no me atrevía a preguntárselo.

-Lo siento Annie, pensé que era algo más, en verdad lo siento- la había leído.

-No tienes que disculparte, fue mi culpa, yo la dejé tirada sin cuidado- dijé mientras me daba vuelta hacia mi cuarto.

-Espera Annie,... lamento lo que pasó entre tú y el chico, creó que te malinterpreté cuando te conocí, pensé que te caía mal, ahora ya sé la verdad, también lo lamento por eso.- fue todo lo que dijo antes de que me fuera a mi cuarto, me tumbé en mi cama y comencé a llorar de nuevo, hasta dónde me había afectado él para que terminara haciendo que las demás personas salieran afectadas, estaba arrepentida por todo, por haber tratado de esa manera a Seulgi y Hani, por haberme enojado con mi mamá por darle el lado a sungjae, por conocerlo a él y dejar que se convirtiera en parte de mí.

Era Viernes en la tarde y ya me encontraba en el salón para mi última clase, tenía mi mente en un libro que leía cuando Hanbin llegó y se sentó a lado mío sin decir nada, así pasó toda la clase sin dirigirnos la palabra, yo lo miraba de reojo de vez en cuando, esperaba que me dijera algo sobre el día anterior, pero nada, él sólo ponía atención a la clase, terminando esta, me quedé un poco para preguntarle algo al profesor sobre lo que dijo en clase, Hanbin se fue sin dirigirme la palabra, hablé con el profesor como por diez minutos, era alguien muy inteligente y me impresionó en la forma amable en la que respondía todas mis dudas, salí del salón para dirigirme a la salida del edificio pensando en lo mucho que me gustaba la clase.

-¿Por qué te tardaste tanto?- escuché por detrás, giré y vi que era Hanbin, me había esperado fuera del salón todo este tiempo, yo no pude contestar, aún me sentía avergonzada por ayer.-¿Tomaste las vitaminas?-

-Sí-

-¿Entonces porque te ves aún tan mal?- le dirigí una mirada de disgusto que él ignoró.- Vamos por acá, tengo estacionado mi auto en ese lugar- dijo señalando con su cabeza el estacionamiento oeste de la facultad.

-¿Por qué quieres que te acompañé?, eres perfectamente capaz de ir tú solo-

-Tómalo como una pequeña parte del pago por lo que hice ayer, ¿Crees que lo de ayer seria gratis? Mi tiempo es muy preciado así que debes pagarme-

-¡Nadie te pidió que hicieras algo por mí!-

-Cómo buen ciudadano no iba a dejar que un peligro como tú anduviera por la calle-

-¡Annie!- estaba a punto de contestarle a Hanbin con una grosería pero alguien gritó mi nombre, volteé de manera instintiva y pude ver a un chico con el cabello castaño que venía hacia mí.

-¿Donghyuk?-

-Sí eras tú, no estaba seguro- dijo al llegar a nuestro lado, me sonrió y no pude evitar devolverle la sonrisa, tenía una sonrisa tan dulce que me levantaba el ánimo con sólo verla.- Oye, ¿Te puedo pedir un favor?, Hyun Soo me dijo que eras muy buena con los idiomas, ¿podrías ayudarme con algunas asesorías de francés?, no entiendo nada y ya tengo tarea como para un mes- sonrió tímidamente.

-Claro, puedo ayudarte si quieres, ¿Cuándo quieres que nos veamos?-

-Mmm...¿Puedes ahora?- dijo tocándose el cabello de manera tímida.

-Lo siento ella no puede ahora, ya tiene que irse.- ambos volteamos a ver a Hanbin, este tenía una mirada fría, ni siquiera espero por la respuesta de Donghyuk, me jaló de la muñeca y se dirigió al estacionamiento, yo no reaccioné al principio, sólo pude decir lo siento con la mirada al pobre chico que se había quedado con la palabra en la boca, esto ya se estaba volviendo costumbre.

To Fix You (iKON B.I / BTOB Sungjae )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora