DON'T FORGET ME.

248 10 5
                                    


Jueves por la mañana, nublado y con un poco de aire, ni mi cuerpo ni mi mente querían levantarse de la cama, llevaba media hora desde que mi alarma había sonado y yo yacía en mi cama recostada de espalda al ventanal de mi cuarto, odiaba tener cortinas que dejarán pasar la luz del día, en ese momento quería estar completamente en la oscuridad; había soñado con él, había soñado como hubiera sido nuestra vida aquí, en la universidad, ir por él a su facultad, o que él fuera por mí y me esperara fuera de mi salón y lo primero que viera al salir de este fuera a él, que me trajera hasta la puerta del apartamento y se despidiera de mí con un beso, de esos que me hacían sacar un suspiro cada vez que lo hacía; tocó mis labios instintivamente y me doy cuenta que una lágrima empieza a recorrer mi rostro, ya como acto de reflejo la limpio lo más rápido posible, ya no quiero sentirme de esta manera, no quiero que aún cuando no esté aquí, su recuerdo me siga afectando tanto.

Me encaminó a la escuela ya un poco tarde, pero ni siquiera me importa, mis pies no aceleran aún si se los ordeno, no lo hago. Llegó al salón de clases y encuentro un aviso en el pizarrón "Hoy no habrá clase", me quedo mirándolo por un tiempo deseando haberme quedado en mi cama por más tiempo, ahora tengo tiempo libre que matar justo cuando menos lo necesito, recurro a mi viejo escondite, entró y busco el lugar más alejado, era la primera vez que entraba, era muy amplia, llena de estantes y junto con ellos muchos libros, muy alta y ancha, no podía a alcanzar a ver el final del lugar por mucho que me esforzara, rodeada de paredes estilo minimalista que parecían ramas blancas enredadas entre sí y entre los miles de huecos ventanas, había poca gente, era de esperarse tomando en cuenta que era principio de semestre y eran las ocho de la mañana, tome lugar cerca de una pared, podía ver el exterior, todo se veía muy pequeño desde arriba, parecía que todo los problemas que albergaba sólo existían en el suelo; tomé algunos libros y me puse a estudiar, había decidido no entrar a mis clases de hoy y sólo quedarme en la biblioteca todo el día, no quería ver a nadie, no quería que nadie se me quedara viendo por la cara que tenía en ese momento, me recosté en la mesa con mis brazos cruzados, cerré los ojos e intenté dormir, creo que lo conseguí porque al abrirlos el lugar estaba más claro por la luz del sol, y ahí estaba él al otro extremo, junto a la pared contraria a la mía, con otras dos personas, creí ver que me miraba pero desvió tan rápido su mirada que no estaba segura, me acomodé en mi lugar y miré la hora, 10:20 ya había perdido mi segunda clase y no me interesaba menos el asunto, deje caer mi cabeza hacia atrás y cerré mis ojos, cuando los volví a abrir estaba segura, él me había estado mirando, eso no hizo más que ponerme peor, odiaba estar en ese estado pero más odiaba que la gente me viera tan frágil, tomé mis cosas y salí del lugar, caminaba con la cabeza hacia abajo cuando alguien tomó mi brazo y me dio la media vuelta.

-¿No me dirás nada?- callé - ¿estás molesta por lo que te dije?, sabes que sólo quería molestarte ¿no es así?... ¿O es que en verdad te gusto?- rodeé los ojos, me solté de su agarre y seguí caminado, él sólo se quedó parado en el lugar en el que lo había dejado, llegué a mi apartamento y abrí la puerta, al entrar vi un papel tirado en la entrada, lo tomé y vi que era una carta, tuve que leer dos veces el remitente para asegurarme de lo que había leído "Yook Sung Jae", me quedé parada un rato en la misma posición, con la carta en mis manos, la carta había sido enviada a mi casa por lo que supuse que mi madre había venido a dejarla, los ojos se me humedecieron, parte de mí quería abrirla y la otra no, me senté en la sala mirando la carta, esperando a que alguien me dijera su contenido sin tener que abrirla yo, hasta que ya no aguante, tenía que leerla.

"Annie.

Estoy escribiendo esta carta desde... desde que supe que tendría que partir a Canadá, en lo primero que pensé fue en ti, todo lo que me ata a este lugar eres tú, pero sabes que tengo un deber con mi familia, mi único sueño es poder hacer a mi familia orgullosa de lo que soy, y por supuesto a ti también, tengo miedo de decírtelo, no sé cómo ni cuándo lo haré, pero debo decírtelo, tampoco estoy seguro de lo que nos ocurrirá, ¿podremos seguir juntos al estar tan lejos el uno del otro?, mi respuesta inmediata es 'Sí', pero tengo miedo, tengo miedo de dejarte, soy la única persona que te conoce tan profundo como lo es el océano, y por eso sé que tal vez sea difícil para ti , después de todos los planes que hemos hecho, de todas las promesas que se hicieron, y que tal vez ya no se cumplan, pero sin importar lo que pasé sé que estarás bien, más de lo que yo estaré una vez que me haya ido, ¿A quién quiero engañar? Sé que sientes cómo si yo fuera tu héroe, la persona que te salvó del mundo en el que vivías, pero no fue así Annie... fuiste tú, fuiste tú quien me salvó de lo que era, fuiste tú quien me hizo darme cuenta que en la vida hay más cosas que sólo divertirse sin pensar en los demás, gracias a ti puedo cumplir mi sueño que no me había atrevido a intentar hasta que te conocí, tú le diste un nuevo valor a mi vida y jamás podré pagarte por eso.

Tal vez nunca leas esto, es demasiado vergonzoso para que lo leas, será mejor quemarlo o tirarlo antes de que lo encuentres cuando vengas a mi casa."

Después de leerla me di cuenta que también se encontraba una pequeña hoja de papel más en el sobre, limpie las lágrimas de mi rostro y las de mis ojos también para que pudiera terminar de leer aunque me costará tanto trabajo hacerlo.

"Soy un maldito cobarde por no poder decírtelo a la cara, pero no sabía que más hacer, las lágrimas de tus ojos de aquella noche frente a tu casa siguen en mi memoria y nunca se van, soy tan cobarde que no he podido ir a buscarte después de ese día, tengo miedo de que me digas que me vaya, que ya no me necesitas, que me odias, yo no te odio Annie, yo te sigo amando tan intensamente como él día en el que por primera vez te hablé en ese autobús, sólo espero que algún día entiendas que esto fue lo mejor para ambos, quería que sólo tuviera buenos recuerdos sobre mí, perdón,perdón una vez y mil veces más. Te amo, Sungjae"

Tiré la carta al suelo, ya no podía más, mi corazón estaba por explotar, lloraba como no lo había hecho nunca, llore con el corazón destrozado, con el corazón lleno de anhelo por verlo una vez más y abrazarlo, por ver esa sonrisa que me hacía sentirme bien al instante, pero ya no podía, tal vez ya nunca podría; no sé cuánto tiempo estuve llorando, mi cabeza me dolía demasiado, busqué alguna pastilla para el dolor pero no encontré nada, tenía tanto miedo de salir a la calle y enfrentarme con el mundo, estuve a punto de llamar a mi madre para que viniera, quería que me abrazara y me dijera que todo estaría bien, que retrocediera el tiempo y volviera a cuando era niña, antes de todo, antes de que conociera el dolor.

Caminaba con la capucha de mi sudadera puesta y la vista baja, lo más rápido que podía, quería ser invisible en ese momento, entre a la farmacia y pedí medicamento para el dolor de cabeza, pude notar como él encargado se daba cuenta de lo hinchado de mis ojos, intenté desinflamarlos con hielo, porque en realidad en ningún momento dejé de llorar mientras estaba en el apartamento, ya no había quejidos de dolor pero las lágrimas seguían saliendo instintivamente.

-¡Annie!- caminaba de regreso de la misma forma en la que vine, escuché como alguien me llamó pero lo ignoré y caminé más rápido, hasta que él se paró frente a mí e impidió que siguiera caminando.-¿No escuchas que te estoy hablando?- en este momento se dio cuenta, su mirada cambió por completo, me miraba a los ojos, se había dado cuenta que había llorado, calló y no dijo nada más, se podía ver como buscaba las palabras para hablar, pero no encontraba ninguna.

-Déjame en paz- traté de esquivarlo pero él me tomó por los hombro y me miró a los ojos

-¿Estás bien?- decía un poco asustado por mi respuesta, quité sus manos de mis hombros y volví a caminar, él no me dejó, me jaló y siguió caminado, yo no reaccioné, no tenía las fuerzas suficientes para pelear con él, me llevó hasta una cafetería cercana y me sentó en una silla.

-Quédate aquí, no te muevas- fue todo lo que dijo y se acercó al mostrador para pedir, yo lo miré un rato pero mi vista volvió al suelo, quería irme del lugar, pero todo mi cuerpo estaba agotado; ¿Por qué me encuentro a ese idiota tan seguido?.


To Fix You (iKON B.I / BTOB Sungjae )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora