ALÉJATE.

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-¿Sí?-

-No-

-¿Y ahora?—

-Mmm... aún no-

-¡Dony!-

-ja,ja,ja ok ya!, ya entendí- decía levantando ambos brazos en señal de paz, teníamos estudiando dos horas, pero el Francés no era lo suyo, realmente no podía enojarme con él, era tan dulce y amable que era casi imposible que me sacara se quicio, intentaba actuar como una maestra estricta pero aunque no lo admitiera me la estaba pasando muy bien con él, reíamos y nos hacíamos bromas el uno al otro.

-no sé que hubiera hecho sin ti, de verdad muchas gracias Annie-

-No tienes que agradecerme, también me ayudaste a recordar cosas que ya había olvidado por completo- dije mientras me llevaba al apartamento, él había insistido en que debía haber algo que pudiera hacer por mí a cambio de las asesorías, yo no estaba dispuesta a aceptar dinero, pero tuve que aceptar su promesa de que me llevaría a casa cada vez que pudiera, sin importar que ese día no estudiáramos juntos, nuestros horarios coincidían en algunos días así que no tuve otra opción más que aceptar después de negarme a aceptar algo más.

-Y dime... ¿Cómo fue que aprendiste Francés?, ¿Tus padres son de allá?- Enseguida me puse tensa, no era un tema que hablara con cualquier persona, de hecho el único que lo sabía era, como era de esperarse era el chico que se encontraba en Canadá en este instante

-No, sólo mi padre- respondí de manera cortante. Donghyuk se dio cuenta y volteó a verme mientras la luz roja nos detenía en un cruce, yo no me atrevía a mirarlo a la cara, no estaba dispuesta a hablar sobre ese tema con él, sentía como se construía una pared imaginaria entre nosotros, supongo que él también lo sintió porque ya no volvió a decir nada hasta que llegamos a mi apartamento.

-Gracias por lo de hoy Annie... y... perdón- yo no dije nada pero le contesté con una sonrisa apenas perceptible, no era su culpa, no tenía idea de quien era yo, pero no podía evitar actuar de esa manera cada vez que alguien mencionaba a mi padre, me encerraba en mi mundo y no dejaba que nadie entrara sin importar lo mucho que lo intentara.

A la mañana siguiente me encontraba almorzando en la cafetería, no había tenido una clase y sólo estaba esperando a la última, mientras comía escuché una voz que se me hizo familiar a la entrada del lugar, era Hanbin, venía con un chico y una chica, con los que usualmente lo veía, venían riendo de algo que no lograba escuchar, nuestras miradas se encontraron pero él sólo me ignoró, se sentaron lejos de mí, estaba agradecida con él, pero realmente no me importaba si me hablaba o no, sólo quería saber que demonios le había hecho para que se comportara conmigo de esa forma después de como me había tratado, quería confrontarlo, pero quería hacerlo a solas, tenía que encontrar la manera de poder hablar con él donde nadie nos escuchara, pero no hallaba la forma, la única vez que lo veía era en la clase de Economía política, pero ese era el lugar más inapropiado para hablar, creía que la mejor manera sería esperarlo a la salida, así que ese era el único plan que tenía hasta ahora.

Cuando llegué al salón había un anuncio en el pizarrón que decía que la clase sería en el auditorio del edificio C, al llegar había ya varios de mi grupo en el lugar, mi profesor iba a dar una conferencia así que había gente que nunca había visto, los asientos de enfrente ya estaban ocupados por alumnos de grados superiores, así que me senté en la penúltima fila a unas cinco bancas de la pared, mire alrededor, el auditorio era grande pero aún así ya estaba casi lleno y entonces me di cuenta que a quien me había encontrado hace un rato en la cafetería se encontraba a menos de dos metros de mí, él estaba en la última fila en la última banca, solo miraba al frente sin alguna expresión a la cara, me volteé antes de que me reconociera, me maldije a mí misma por haber escogido de entre todos los lugares disponibles este, ya no podía cambiarme de lugar sin que él se diera cuenta, intenté distraerme mientras sacaba y acomodaba mis cosas mientras comenzaba la conferencia, pero de mi mente no se iba el enojo que tenía contra el chico que estaba detrás de mí; mientras transcurría ésta sólo podía pensar en todo lo que le diría cuando lo esperara al final, me debía una explicación, al menos eso.

Al terminar la conferencia parecía que él tenía cosas que hacer porque salió inmediatamente del recinto y me dejó a mí atorada con todas mis cosas, salí corriendo para alcanzarlo, tarde un poco en encontrarlo pero cuando al fin lo ví corrí hacia él y me pare frente a él impidiéndole el paso.

-Quítate-

-No-

-¿Qué no me escuchaste?, no te lo estaba pidiendo- intentó esquivarme pero yo se lo impedí.

-Quiero hablar contigo-

-¿De qué? no tengo nada que decirte-

-Pues yo sí-

-Eso a mi no me importa-

-¡Maldición Hanbin!¡Me tienes que escuchar!- mi exaltación levantó varias miradas hacia nosotros, lo tomé del brazó y lo jalé hasta un lugar con menos gente.

- Habla rápido, tengo prisa-

-¡Joder Hanbin! Te dije que me tendrías que escuchar y lo vas a hacer hasta la última palabra que diga no importa cuánto tarde... ¿Qué diablos pasa contigo?-

-No sé de que hablas-

-¡Me has estado ignorando desde el Viernes pasado! Y ahora me doy cuenta que parece que estás enojado conmigo y no tengo ni idea de que te hice- él calló, sabía que esa era su forma de aceptar lo que estaba diciendo pero no me iba a conformar con eso, quería respuestas.- ¿Te vas a quedar callado?

-Sólo dijiste que te tenía que escuchar, nunca dijiste nada sobre responder-

-¡Maldita sea! No juegues conmigo ahora, no estoy de humor para esto, ¿Qué diablos te hice?, después de... después de verte con esa chica te has comportado de manera extraña conmigo, sí ella te hizo algo no tienes porque desquitarte conmigo-

-¡No te atrevas a hablar de ella!- ahora era él, el que había levantado la voz, me dejó en shock por un momento, había olvidado como lucía cuando se enojaba.- Nada te da el derecho para hablar de ella, ¿Quieres saber que hiciste?, primero te metes en mi vida personal sin que nadie te diera permiso, segundo te comportas inocentemente después de lo que hiciste y tercero, no te basta con meterte en mi vida ¡ahora también te vuelves amiga de ella y de todos sus amigos!, ¿Crees que no me di cuenta como después de verme hablar con ella te volviste su amiga en el bar? ¿Crees que por haber pasado un poco de tiempo contigo te da el derecho de meterte en nuestra vida? ¿Crees que...? – Ya no pude aguantar más todas las estupideces que decía y mi mano se estrelló en su cara haciendo que quedara una marca de mi palma en su mejilla izquierda por un momento.

-¿Quién carajos te dijo que me interesa tu vida?, ¡No creas que porque pasaste tiempo conmigo ya me conoces por completo! Eres un maldito estúpido- salí caminado llena de enojo, mi garganta tenía un nudo tan grande que no aguantaba un segundo más, necesitaba desahogarme de alguna manera, comencé a correr lo más rápido que podía sin dejar que sus palabras retumbaran una y otra vez dentro de mí, ese estúpido se creía tan importante para creer que yo haría algo así, como diablos había creído que había "hecho" todo eso sólo para molestarlo, llegué a mi casa sudando por correr todo el camino de regreso, azoté la puerta y no me molesté en saludar a mis dos compañeras que ya se encontraban dentro, cerré la puerta de mi cuarto, me abalancé sobre mi cama y con las manos y cara en la almohada grité lo más fuerte posible, una y otra vez hasta que mi garganta ya no emitía ningún sonido.

SPOILER: esos dos se van a terminar matando xD jaja espero les gusté, gracias por leer este capítulo.- sun reader

To Fix You (iKON B.I / BTOB Sungjae )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora