Mi primer día de clases no iba tan mal como pensaba, estudiar economía en la mejor universidad del país era el sueño que tenía desde que tengo memoria, y al fin me encontraba aquí, aún con mi estado de ánimo las clases habían hecho que me olvidara de todo y me concentrara de nuevo en mis estudios, como siempre lo había hecho antes de mi primer amor, sonaba tan mal en este momento, pero así era, él había sido mi primer y único amor hasta el momento y mi rompimiento con él había sido tan malo como doloroso, y aunque durante las clases no pensaba en todo ello el dolor se mantenía constante, era como tener una estaca clavada al corazón y cada vez se incrustaba más profundamente, además que con el paso del tiempo parecía que iba perdiendo más sangre y mi cuerpo se iba debilitando poco a poco, tan lento que parecía que la muerte no era una opción para esta agonía y que estaba destinada a pasar toda mi vida con el dolor de una herida tan grande como una real podría causar.
Caminaba a mi última clase, iba un poco tarde por que no encontraba mi salón, cuando al fin llegue parecía que todos ya se encontraban ahí porque no veía ningún lugar disponible, me quedé de pie junto a la puerta buscando donde sentarme hasta que encontré un lugar justo en medio del salón, subí los escalones para llegar ahí e intente molestar los menos posible a mis compañeros mientras caminada entre la fila para llegar al asiento, cuando al fin llegué solté mi mochila en el suelo y me senté mientras soltaba un suspiro, para mi suerte mi profesor no había llegado, lo que más odiaba era llegar cuando ya había empezado la clase, además era Economía política, parecía interesante por lo que había estado investigando antes de comenzar la universidad, estaba anticipando está clase y mis pensamientos no habían cambiado su rumbo cuando la persona sentada a mi izquierda comenzó a hablar
-Esto se va a poner interesante, ¿No lo crees?- preguntó al mirarme a la cara, me quedé congelada por un momento, la suerte no estaba de mi lado el día de hoy, ¡era él!, ¡Ese idiota de nuevo!, sonrió al ver mi reacción, no necesitaba un espejo para decir que mi rostro se había puesto pálido, mi voz se había ido de vacaciones por que no la encontraba por ningún lado, en este momento el profesor entró al salón y nos saludó con un "Buenas tardes", él se volteó hacia el profesor, pero yo no podía hacer lo mismo, me había quedado estática viendo su perfil.
La clase pasó sin incidente alguno entre él y yo, me mantenía concentrada en lo que decía el profesor y al parecer también mi vecino, cuando faltaban diez minutos para terminar la clase me debatía entre salir corriendo o fingir demencia ante la persona alado mío, que el primer día de clases le haya pegado en la espinilla a un compañero que estará conmigo todo el semestre no es un buen inicio, seguía firme con mi punto de vista, él era un idiota con un gran ego, así que prefería pasar todo el semestre lo más alejado de él para no causar conflictos entre él y yo.
-Bien chicos, pueden retirarse, recuerden leer el primer capítulo del libro para la siguiente clase, lo discutiremos.- Guardé mis cosas lo más rápido que pude, aventé todo dentro de mi mochila sin fijarme como terminaban dentro de ella, me puse de pie para poder salir lo más rápido posible de ese lugar.
-¿Entonces no dirás nada?- su pregunta hizo que me detuviera en seco, me había atrapado, ya no podía salir corriendo, tendría que enfrentarlo.
-¿Disculpa?- dije mientras volteaba a verlo
-¿Qué si no piensas pedirme una disculpa- se paró de su asiento y volteó su cuerpo quedando ambos frente a frente, él era alto, de complexión delgada, mirada inexpresiva y postura relajada, a decir verdad intimidaba la seguridad con la que siempre se encontraba, pero eso a mí no me importaba, lo único que quería en ese momento era zafarme de él sin hacer un escándalo.
-¿Por qué tendría que pedirte disculpas?- se me quedó mirando mientras mordía su labio inferior y después resoplaba
-Está bien, admitiré que lo de la farmacia fue mi culpa sólo si tú admites que fue culpa tuya lo de la mañana-
-mmm... está bien- dije extendiéndole la mano, me gustaba su trato, no tenía que pedirle disculpas por nada y seria como si empezáramos desde cero, eso aligeraba mi conciencia, tomo mi mano y la estrechó, soltó una pequeña sonrisa, al parecer a él también se alegraba de poder quedar en paz el uno con el otro, me hubiera gustado que él se disculpara, pero eso implicaba una disculpa de parte mía también y me negaba rotundamente a disculparme con alguien como él. Me sentía relajada al terminar de estrechar nuestras manos cuando sin darme cuenta me pegó en la frente con su dedo índice impulsado por su pulgar, el golpe no fue realmente duro pero quedé estupefacta, ¿Qué acababa de pasar? ¿¡Me había pegado!? aprovechó ese momento para salir lo más rápido que pudo caminando del salón, no sin antes soltar:
-¡Con esto quedamos a mano! ¡No te enojes!, ¡Deberias agradecerme por ser piadoso contigo! ¡Tú patada aún me duele un poco!-
Salí corriendo llena de enojo que se podía ver en mi cara, esto no se iba a quedar así, intente buscarlo por todos lados, pero simplemente no pude encontrarlo, aún así me prometí a mi misma que la próxima clase me las pagaría, si creía que podía jugar conmigo estaba muy equivocado, no sabía con quien se había metido y se arrepentiría de haberlo hecho. Llegué a mi departamento cansada, coloqué la clave en la puerta y entre, una de mis compañeras ya estaba en casa, me quité los zapatos y entré, era seulgi, una chica un poco tímida pero muy tierna, ella estudiaba psicología, y acababa de entrar a la universidad igual que yo, creía que nos llevaríamos bien, pero mi humor de estos días no me había dejado interactuar realmente con ella, aún así me recibió con una sonrisa cuando entre a la sala.
-¿Cómo fue tu primer día?-
-Estuvo bien, ¿y el tuyo? –
-también, gracias por preguntar, me llamó hani hace un rato y dijo que fuéramos a comer pizza, ¿quieres ir?, dice que ya no tarda en llegar—
-Claro- moría de hambre y aunque no me apetecía salir, mi hambre era mayor que mi apatía, fui a mi cuarto y me tiré en la cama hasta que Seulgi tocó la puerta y me dijo que Hani ya estaba aquí, esperaba que mi día se alegrará un poco, la universidad no podía ser siempre así, debía encontrar algo con que distraerme sin que terminará enojada o algo por el estilo, cerré mis ojos pidiendo poder encontrar la salida de esta tormenta en la que me encontraba.
Espero les guste este capítulo, ¡Entraron nuevos personajes en la trama!, esas chicas serán parte importante dentro de la vida de Annie, así que quieránlas mucho por favor :3 – Sun reader
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To Fix You (iKON B.I / BTOB Sungjae )
FanfictionElla había roto todas sus promesas pasadas de nunca más dejar que alguien la dañara, Él había hecho hasta lo imposible para asegurarse de que nadie pudiera conocer sus debilidades sólo para lastimarlo como ella lo había hecho, ambos estaban rotos, a...