CAPÍTULO 13. GEJENA

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- ¿Ya encontraron a los espías Hadad?. - Dice Gejena con ira.

- No señor, tengo a todos buscando... en cualquier momento los encontraremos.

- "En cualquier momento"...¡ESO NO ME SIRVE!... se le olvidó lo peligrosos que pueden ser para nuestros planes que un solo espía esté diseminando su veneno por la ciudad?

- Pero Seeñoooor, mire todo lo que hemos logrado... ni Syra ha metido sus garras inmaculadas en esto, jajaja nosotros ya ganamos... - Dice Hadad en tono burlón.

Gejena se levanta de su silla, y rodea el escritorio. La oficina de Gejena es amplia y tiene unos muebles muy extravagantes. Aunque Hadad quiere salir corriendo, no puede moverse, está paralizado y con la mirada clavada en los ojos rojos de Gejena.

- MALDITA CUCARACHA MISERABLE...-dice Gejena mientras que agarra del cuello a Hadad y lo levanta del suelo-. Llevo mucho tiempo luchando contra Syra, una vez casi me destruyen él y su "amado hijito"; pero sabía que estos gusanos despreciables iban a pisotear lo que hicieron por ellos. Ha sido tan fácil destruirlos de a poco y sin que lo sientan. JAJAJA me gustaría verle la cara a Syra ahora... pero no puedo y ¿sabes por qué no puedo hacerlo Hadad?.

- No seññññorr. - Dice casi sin aire.

- Bueno, porque la niña que puede cambiarlo todo y que se suponía debería estar muerta... ¡NO lo está! y ahora que ha crecido... no resisto estar cerca de ella, sentir su aroma y mucho menos mirar sus ojos. ¿Y sabesss Hadad por qué no puedo hacerlo?.

- No señooorrr... Aghhhh - Gime intentando librarse de las manos de Gejena.

- Porque aunque has intentado reducirla, ensuciarla y matarla en vida.... ella sigue teniendo esperanza, y la esperanza... puede ser muy peligrosa Hadad. - En ese momento lo suelta estrellándolo contra la pared.

- Solo 2 mujeres han tenido la fuerza para enfrentarme... la primera tuvo hijos y esos hijos lucharon contra mí, la otra solo tuvo UN hijo Hadad... solo uno y este casi me destruyó. Odio a cada una de ellas, todas suaves y hermosas, todas con la capacidad de dar vida. Al principio solo fue cuestión de hacer pensar a los hombres que ellas eran de su propiedad y que podían usarlas como quisieran... así logre que la violencia penetrara sus hogares JAJAJA; aún recuerdo cuando los padres comenzaron a violar a sus hijas y lo mejor... a sus hijos. Después ellas se levantaron y las convencí de que no necesitaban de un hombre para ser felices y que ellas podían pisotearlos, y ahí fue cuando comenzaron a descuidar sus hogares y sobre todo a sus hijos... cuando eso pasó tuve el camino libre para destruirlos, no hay nada más fácil para corromper que la mente de un niño.

Gejena mira por la ventana y recuerda...

-¿Sabías que tanto hombres como mujeres tenían el potencial infinito de crear y dar vida? ambos unidos lograrían lo que quisieran. Por eso los odio... juntos pueden generar una gran fuerza... separados, solo generan vacío y destrucción. Y ahora existe otra mujer que puede enfrentarme, una con la fuerza interna para destruirme, y si los espías de Syra la encuentran y la regresan a él... ¡Todo por lo que he luchado, este paraíso que he creado, todo sería destruido!, ¿y todo por qué Hadad?, te la puse en bandeja de plata para que la mataras y ¿qué hiciste? ... te pudo más el deseo por los niños que el cumplir una orden mía, ¿qué crees que debería hacer contigo?.

Hadad mira aterrorizado a Gejena y se lanza a sus pies implorando.

- ¡Señor!, are lo que sea... por favor... no me castigue... no quiero regresar.

RENACIMIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora