CAPÍTULO 16. LOS CRIADEROS

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Llevamos 2 horas atravesando caminos de tierra, una vez que salimos de Sedom nos dirigimos a la ciudad más alejada que pudiéramos encontrar, debemos descansar y tomar fuerzas para lo que viene... dudo mucho que Gejena se quede de brazos cruzados; mucho menos ahora que sabe que Gaia y yo estamos juntos. Lola detiene la camioneta en medio de dos árboles.

- Bueno muchachos... estamos ya a buena distancia de Sedom, necesitamos descansar.

Nos bajamos de la camioneta y estiramos las piernas.

- Gaia, ven conmigo te traje algo de ropa para que puedas cambiarte. - Dice Larissa.

Gaia se va con ella a la parte de atrás de la camioneta, Gabriel llega a mi lado; ya que todo el camino nos ha vigilado desde el aire verificando que nadie nos viene siguiendo.

- ¿Cómo te sientes Gabriel?.

- Fantástico Jota, desde que salí contigo en esta misión no me había sentido con tanta energía y además como nos alejamos de Sedom el aire se hace cada vez más puro, JAJAJA... ¿te fijaste en la cara de Gejena?, se le borró la sonrisita que tenía.

- Tienes razón, pero debemos tener cuidado... no creo que se quede de manos cruzadas.

En ese momento Gabriel siente unas manos tocando sus alas, cuando voltea ve a Gaia y se da cuenta que Leo y Lola lo miran asombrados.

- ¿Cómo es posible?. - Pregunta Gaia

- Yo había escuchado hablar de ellos, pero nunca había visto a uno. - Dice Leo.

- Tus alas son hermosas Gabriel, ¿qué eres exactamente?. - Pregunta Gaia.

- Bueno... la humanidad siempre nos ha llamado ángeles. Yo soy un guardián protector. - Dice Gabriel abriendo sus alas y envolviendo a Gaia con ellas para que las mire más detenidamente.

Las alas de Gabriel son de un azulado oscuro, cada una de las plumas son delicadas pero mortales, sus puntas terminan en filo, son cortantes... Gaia se pregunta lo que pueden hacer en una batalla aparte de impulsar a Gabriel al cielo.

- ¿Por qué nunca los vemos?, ¿si están aquí para luchar, por qué no lo hacen?. - Pregunta Lola.

En ese momento Larissa interviene, ella ha sido la única que no se ha asombrado al ver a Gabriel como realmente es.

- Bueno, de hecho Gabriel y muchos más como él están luchando contra Gejena y sus ejércitos. Es una lucha que se realiza muy lejos, donde nuestros ojos o radares no pueden ver. Nuestro pueblo siempre ha sido ayudado por un guardián protector como Gabriel, se llama Michael... y su ayuda ha sido fundamental para que Náfal no haya podido aniquilarnos.

- Hace mucho tiempo el ser humano y los protectores caminaban juntos sobre esta tierra, no había barreras entre ellos; pero todo eso cambió cuando Gejena comenzó a meter su veneno en los corazones de todos. - Dice Jota.

- ¿Y si él es un protector, tú qué eres Jota?. - Le pregunta Gaia mirándolo a los ojos.

- Yo solo soy un hombre, Gaia... un hombre que lleva toda una vida esperando por ti. Gabriel simplemente me protege.

- Uno muy particular si lo cuida un guardián. - Dice Gaia mirándolo fijamente.

De nuevo en el camino y después de haber comido algo, deciden ir hacia la ciudad de Nob; uno de los criaderos más alejados. Jota y Gaia se ubican en la parte de atrás de la camioneta para poder hablar.

- Jota, siempre que hablábamos por el comunicador tu no me decías todo; te limitaste a darme instrucciones para poder salir y no más. Recuerdo que la primera vez que hablamos me dijiste que me lo dirías todo cuando estuviéramos juntos... bueno... ahora lo estamos, empieza.

RENACIMIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora