«cuarto acto»

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Mabel abrió los ojos de golpe ¿acaso había sido un sueño? Recordaba al castaño, a Bill, llevándose a su hermano de su lado pero ¿no se supone que aquello era ridículo? Ella no se había apartado de Dipper en ningún momento.

Se levantó de la cama, acomodando un poco su pijama y se encaminó hacia la habitación de su hermano, después de todo, se supone que estaba allí, durmiendo igual que un oso, listo para lanzar una almohada al rostro de su hermana cuando le despertara.

- ¡Dipper, es hora de...- se cortó a sí misma, contemplado la soledad de la habitación- ¡¿Dipper?!- chillo preocupada ¿aquello había sido real? Era imposible, su hermano no la dejaría sola.

- tengo que llamar a Ford...- murmuro con los ojos cristalinos, cerrando la puerta y regresando a su habitación; riendo sin ganas contempló la rosa que le había obsequiado el demonio- ese bastardo me va a regresar a mi hermano a toda costa.

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Bill había enviado a Dipper con los demás, si iba a poseer al castaño, no sería con la ayuda de un demonio como él.

- por amor a Satán, Cipher ¿vas a perder tu oportunidad por algo tan estúpido como los celos?- nunca había tenido mucha paso encía con los humanos, y a pesar de eso, se amarró a uno por un poco de diversión.

- preferiría que dejaras de cuestionar mis decisiones y cerraras la boca- por irónico que resultara, se llevaban bastante bien; Bill (aunque negara cualquier insinuación sobre el tema) quería a ese demonio tanto como a Will- ahora, regresa a donde perteneces, bastardo.

- sabes que no puedo- el tono burlo cambió drásticamente, a uno serio y frío- no hasta que alguien rompa mi pequeño juego.

Bill rodó los ojos con fastidio, elevando la mano hacia un mapa enrollado en un rincón de la habitación; cerro el puño, envolviendo el mapa en llamas azules, y lo tratado hasta sí sin mayor esfuerzo. Al extenderlo, un mapamundi apareció ante sus ojos, con X de color azul en los lugares a los que ya había viajado.

- ¿qué opinas Zack, Rusia?- la sonrisa de Bill se amplió al escuchar como el demonio, perdiendo la concentración, se desplomaba al piso en pocos segundos- no es para tanto, no hace falta que estrelles la cabeza contra el piso.

- ¡¿piensas matarnos a todos del frío?!- gritó levantándose, acercándose al humano y apuntando en otra dirección, completamente diferente- prefiero ir a Australia, es un poco más agradable el clima.

- aburrido- murmuro Cipher entre dientes, quitando la pequeña X azul de California y pasándola a Sídney- será entonces Australia, pero la próxima vez decido yo.

- como quieras Billy, solo recuerda que debes anunciar el destino antes de movernos, por la seguridad mental de los demás.

- ¿y desde cuando te importa algo así?- preguntó irónico Bill, cruzando los brazos el pecho, sonriendo sin una pizca de sinceridad- que yo recuerde, la primera vez solo movimos el circo y ya.

- tal vez, pero los tiempos cambian... Las personas también lo hacen.

- pero tú, tú eres un demonio, un ser sin corazón ni compasión por los humanos.

- tal vez lo sea... pero, al final del día, estoy atrapado con todos ustedes.

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Dipper balanceaba los pies de adelante hacia atrás, en un intento por comprender que pasaban en su mente; a ratos, pequeños fragmentos de memoria lo atormentaban; la voz de una chica castaña, llamándole y pidiéndole que regresara le estaba causando dolor de cabeza y confusión.

- Hey, Pino ¿Qué ocurre?-la suave voz de Will lo saco de sus pensamientos, levanto la vista para encontrar los ojos del chico fijos en él- parece que viste un fantasma.

- no es nada... solo...- Invito a Will a sentarse junto a él, reanudando el movimiento inquieto de sus pies- ¿nunca has tenido fragmentos de memoria que sabes que no son tuyos, pero igual están allí?

-creo que no...- murmuro pensativo, desviando la mirada hacia el frente, junto como Dipper hacia- tal vez Bill pueda aclarar tus dudas.

Antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, el maestro de ceremonias apareció en el centro de la pista, envuelto en humo, acompañado por el demonio de iris rojas; ambos compartían una sonrisa de satisfacción y orgullo, muy típica de ellos.

- atención, nos vamos a Australia en tres días- grito Bill ampliando su sonrisa, buscando con la mirada a Dipper y su hermano, entusiasmado de llevarlos a los dos al otro lado del mundo.

- empaquen sus cosas y prepárense para el viaje, ya sabe cómo es esto- finalizo Zack, dejando la pista con un elegante caminar, haciendo señas a Will para que dejase a Dipper y Bill hablar a solas un rato. Will siguió al demonio hasta un lugar cercano a la habitación de Bill.- siempre me agrado que fueras tan obediente Will, todo lo contrario a tu hermano.

- todos dicen que somos opuestos perfectos- aclaro con simpleza, asegurándose de que no intentara nada extraño- ¿por qué Australia?

- porque suena interesante viajar allí- se encogió de hombros, apartando un poco el mechón que caía con gracia sobre su ojo- además, Bill pensaba llevarnos a Rusia, y eso no es de mi agrado.

- estoy de acuerdo- murmuro sonriente; se despidió del demonio y regreso por donde había venido, con dirección a su "habitación", una que ahora compartía con Dipper, y l espero hasta quedar dormido por el cansancio.

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Bueno, tienen derecho a lanzar desde tomates hasta zapatos, si algo es de mayor masa y peso, es ilegal.

Ahora, ignorando mi comentario de propiedades físicas ¿me extrañaron? Espero que sí.

Lamento de verdad la demora, pero estuve demasiado ocupada en las clases y eso, tanto que mi creatividad se la chupo un esquema de filosofía. Peeeero ya estoy de vuelta.

Nos leemos pronto, lo prometo J

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Cirque du Mystère| BillDipp| #PremiosGravity2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora