Capitulo 13: Todo pasa por algo.

897 51 2
                                    

Me levanto y veo a Taylor dormir como un bebé, me pongo su sudadera y las botas de pelo y me asomo por la ventana trasera de la habitación que da a una especie de terraza. Esta nevando y me encanta. Corriendo bajo a la cocina y nos preparo el desayuno, lo dejo en la mesita de la habitación y con las mangas tapándome las manos y el chocolate caliente entre las mismas salgo al balcón y dejo que la nieve me caiga. Me encanta la nieve y la lluvia, me encanta el frío. Escucho el sonido que hace el móvil al hacer una foto y me giro, Taylor me mira con su móvil en las manos.

Sonrío y camino hacía él para darle un beso.

-Mmm, sabes a chocolate. -sonríe.

-Sí, y me estoy meando. -digo dándole la taza.

-______ jodiendo momentos desde el siglo pasado. -dice haciéndome reír.

Corro al baño y hago mis necesidades, me lavo las manos, la cara y los dientes, después me peino y salgo encontrándome a Taylor sentado en la cama comiéndose un trozo de bizcocho.

-Hecho por mí. -sonrío.

-Esta buenísimo enana. -sonríe.

Me siento a su lado y desayunamos viendo a través del gigantesco ventanal los copos de nieve caer.

-Podríamos salir a dar un paseo. -digo mirándolo.

-Podríamos ir al lago. -me acaricia la mano.

-Podríamos. -sonrío.

Recogemos todo y nos vestimos, me pongo unos vaqueros con unas medias bajo, hace excesivo frío, unas botas de nieve, una camiseta térmica y la chaqueta de Taylor. Me pongo un gorro, una bufanda y unos guantes y ya estoy lista.

-Tienes la nariz roja. -dice una vez estamos fuera.

Su atuendo es parecido al mío, lleva unos vaqueros y una chaqueta de nieve igual a la mía que solo se diferencia por el color, un gorro, una bufanda y unos guantes.

-Tú también. -digo dándole un beso en la barbilla.

Caminamos hacía el lago haciendo guerras de nieve y hablando de tonterias.
Una vez llegamos vemos que el lago esta congelado y eso me recuerda que debería arrancar el coche si quiero que nos vayamos de aquí algún día.

-¿Sabes? -me abraza por la espalda apoyando su cabeza en mi hombro y sus manos sobre las mías, sobre la zona de mis ovarios. -A veces pienso en como hubiesen sido las cosas si no te hubiera dejado.

Apoyo la cabeza en su pecho y cierro los ojos.

-Yo también me lo pregunto, quizás seguiríamos allí, quizás ahora estaríamos con Lucy, Matt y el pequeño Will. -suspiro.

-O quizás todo hubiese terminado y no estaríamos como ahora. -me da un beso en la cabeza. -Todo pasa por algo, estamos aquí por algo.

Asiento aún con los ojos cerrados. Siempre diré eso de que estamos hechos el uno para el otro, por muy cliché que suene. Ahora mismo me arrepiento en todos los sentidos de que Jai me haya tocado, de que Nate me haya tocado, me arrepiento totalmente de que cualquier otro me haya tocado, él es el único que merece conocer cada punto de mi cuerpo.

-Desde que lo dejamos, ¿con cuántas mujeres has estado? -pregunto nerviosa.

-Cuatro. -dice tranquilo. -¿Y tú?

-También cuatro, y me arrepiento.

-Yo también lo hago. -me acaricia la mejilla con su nariz.

Ladeo un poco la cara y lo beso. He extrañado sus labios, muchísimo.

-¿Me harías un favor? -pregunta y yo asiento. -¿Podrías ir al supermercado del pueblo a comprar vino?

Yo lo miro frunciendo el ceño pero aún así asiento.

-¿Para? -pregunto sonriendo.

-Ya verás. -me besa.

Hay mil y una cosas que me hacen perder la cabeza, y mil forman parte de él. Su sonrisa, sus ojos, sus labios, su forma de hablarme, de pedirme perdón, de cabrearme, su forma de tocarme. Él es mi talón de aquiles. Por él lo dejaría todo y empezaría de cero, sin nada ni nadie, solos él y yo. Lo tiene todo para hacerme quererlo, lo tiene todo para provocarme escalofríos. Tiene todo lo que hay tener para robarle el corazón a alguien como yo. No me equivoco si digo que Taylor Caniff me ha cambiado la vida.

Buenos días, idiota. (Taylor Caniff y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora