-Perdon, ¿vale? -me mira a los ojos. -Perdoname, ya sabes que soy un completo gilipollas que no sabe lo que dice y hace.
Lo miro mordiéndome le labio.
-Taylor, ¿por qué no aprendes a no hacerme daño? -pregunto limpiándome las lágrimas. -Contigo me siento bien y mal, muy bien muchos momentos y muy mal muchos otros, no se si quiero esto, de verdad, cada día me dueles más. -respiro hondo. -No se si quiero seguir contigo.
-Pero... ______ no puedes hacerme esto, no ahora. -dice cogiéndome las manos. -Estamos mejor que nunca.
-No Taylor, si estuvieramos mejor que nunca no hubieras pasado de mi todo lo que has pasado durante esta semana. -hago una mueca. -Creo que necesitamos algo de espacio, quizás si estamos separados un tiempo nos aclaramos. -digo y él me mira.
-Pero, pero, ibamos a pasar unos días con mi familia y yo, yo no...
-Mira. -le aprieto las manos. -Vamos a darnos una semana de plazo, ¿vale? Dentro de una semana quedamos y vemos como hemos estado el uno sin el otro, y si todo ha ido bien vamos con tu familia y luego a México, juntos. -digo y él asiente.
-Lo mejor será que me vaya. -dice y yo asiento.
Me voy de la habitación para que él recoja tranquilo y no vuelvo hasta que lo veo salir y despedirse de mi familia y Isabella.
Me tumbo en el colchón y miro el techo, probablemete lo que acabo de hacer determine muchas cosas pero creo que ambos necesitamos ver cuanto nos necesitamos el uno al otro, esta semana ha sido muy dificil para mi y no quiero que me vuelva a pasar así que pienso que lo mejor es estar separados un tiempo por más que me duela. Aunque ya lo echo de menos.
Esta semana se me va a hacer eterna, lo se, lo veo venir. Así que para hacerla un poco más corta necesito a mis amigas, llamo a Camila y a Adele que son las úncias que están en Miami y las invito a pasar un par de días en mi casa. Llegan al par de horas y les presento a Isabella, después subimos a ponernos cada una su bikini, en mi caso mi bañador y bajamos a la piscina, necesitamos piscina.
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-¿Y qué pasa con la bruja esa? -pregunta Adele sentándose en las escaleras de la piscina.
-Que gracias a ella Taylor y yo nos hemos dado un tiempo. -digo rascándome los ojos. -Os juro que la voy a acabar matando.
-Normal. -dice Camila. -Se ve que es tontia o algo porque vamos... -dice y las tres empezamos a reír.
-Bueno, vamos a dejarnos de cosas malas, mañana me acompañais a probarme vestidos porque soy tan desastre que aún no he empezado a buscar y falta un mes para la boda. -dice y la miramos con los ojos muy abiertos.
-¿Qué pasa? Ya esta todo perfectamente organizado, solo falta mi vestido. -dice y yo me doy un golpe en la frente.
-Para matarte. -dice Camila.
-¿Pero me vais a acompañar no? -pregunta y nosotras asentimos.
-Por supuesto, ¿para que estamos las amigas? -dice Camila.
Las tres nos reímos.
-No me puedo creer que te vayas a casar. -digo echándome agua en la nuca.
-Yo tampoco me lo puedo creer. -dice sonriendo. -Pero es que Carter me ha demostrado tanto, se que somos muy jovenes pero también se que es para toda la vida.
-Es que Carter siempre ha estado enamorado de ti. -dice Camila. -Aunque en el internado te tratase como te trató siempre te ha querido.
-En eso Camila tiene razón, aunque en el internado todos se comportaron como gilipollas.
-Menos tú primo que empezo después. -dice Camila y yo hago una mueca.
-Si, pero él también te quiere y te lo ha demostrado. -digo y ella asiente.
-Ya lo se, y yo lo quiero a él, no sabeis cuánto, pero también sabeis todo lo de Hayes.
