Salvavidas - Nalu.

28. Canción

Lucy abrió sus ojos y fue cegada por una luz, puso su mano al frente para evitar aquella luminosidad que hería sus ojos. Y cuando esta empezaba a suavizarse en sus ojos, descansó sus brazos a cada lado de su cuerpo, se apoyó del suelo y logró incorporarse, entonces se quedó observando detenidamente el lugar donde estaba; miró arriba, a la izquierda, derecha, atrás, al frente, y finalmente al suelo y todo estaba de blanco. ''¿Dónde... estoy?'' Estas dos palabras vagaban en su mente, sin poder crear posibles respuestas a ellas. 

Se puso de pie y dio un paso adelante como quien no quiere la cosa, siguió caminando pero cada vez que lo hacía al lugar que quería llegar se hacía más lejos. 

—¿Q..Qué es lo que...— Lucy estuvo apunto de preguntarse cuando recordó lo ocurrido, sus ojos se abrieron en impacto. —L..La bala.. —Lucy murmuró para si misma tocándose el lugar donde le había dado. —P..Pero.. ¿Q..Que...—Lucy se tocó y no encontró rastro alguno, se encontraba perfectamente, empezó a saltar y hacer movimientos extremos y no sentía nada.

  —E..Estoy segura que..— Entonces se detuvo. —Debe ser eso... — Miró hacia el cielo blanco que yacía encima de ella. —Debo estar.. — Lucy murmuró bajando su mirada. — N..Natsu.. Natsu.. —Lucy empezó a llorar. — E..Estoy tan feliz de que estés bien.. — Lucy lloraba con una sonrisa en sus labios. —E..Estoy tan feliz.. — Se decía falsamente a ella misma. — E..Estoy.. —Lucy no pudo articular una palabra más y siguió llorando sin cesar. 

  — M..Mi bebé.. — Lucy posó su mano sobre su vientre. — P..Perdóname.. —Le hablaba a su vientre. —  N..No podrás conocer a tu papá.. y el no podrá conocerte ... P..Pero ¿s..sabes? — Lucy hablaba mientras las lagrimas se resbalaban por su rostro. —E..El está bien.. —Sonrió.  

  — ¿Q..Qué es.. eso? — Lucy se preguntó cuando empezó a escuchar los llantos de un bebé. — ¡¿Un bebé?! — Lucy miró a todos lados. — ¿A..Aquí? — Los llantos del bebé se hicieron más fuertes. — P..Pero .. ¿dónde? — Lucy siguió buscando entonces, al escuchar aquella voz cantando la melodía que ella sabía. Sus pies tambalearon al darse la vuelta, entonces sus ojos se abrieron en asombro al descubrirla.

 Imagínate en una barca en un río 

con mandarinos y cielos de mermelada.

Alguien te llama, respondes despacio, 

                                                           una chica con ojos de caleidoscopio.

  — ¿M..Mamá...? —Lucy articuló llevando sus manos a su boca. No podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Su madre llevaba un bebé en sus brazos mientras cantaba aquella canción.

   Flores de celofán amarillo y verde,

 amontonándose sobre tu cabeza.

Buscas a la chica con el sol en los ojos 

y se ha ido.

  — ¡M..Mamá! —Lucy empezó a gritar su nombre, pero ella parecía no escucharle, pues seguía meciendo la pequeña, tarareando la canción.  —¡Mamá! —Lucy empezó a mover sus piernas que se habían quedado entumecidas. —¡S..Soy Lucy, tu hija! —Lucy empezó a correr y las lagrimas se resbalaban hacia atrás por la velocidad. —¡Soy Lucy! —Lucy corría mientras tenía su mano frente a ella, tratando de llegar a Layla quién solo seguía ahí, parada con aquel vestido blanco, su pelo suelto, y la bebé que sonreía mientras ella cantaba la canción.