Salvavidas - Nalu.

36. Uno de dos.

—Ahhh... —Lucy emitio un sonido de dolor mientras tenía sus manos en la parte baja de su vientre.

—B..Bien, cálmate Natsu.. —Natsu tomó a Lucy de los hombros. —Haz ensayado esto miles de veces.. —Supiró.

—¿N..N..No se supone que deberías... decirmelo a mi? —Ella respondió arrugando la nariz y apretando sus labios para evitar otro quejido.

—¡M..Mira! —Natsu le gritó mientras veía como la albina se acercaba a pasos rápidos. —V..Vamos, respira Lucy..—Natsu le decía apretando su mano.

—G..Gracias a Dios.. que estás aquí.. —Lucy hizo una media sonrisa al ver a la albina llegar a su lado.

—D..Debemos llamar a una ambulancia. —Gray comentó viendo exasperado la situación.

—N..No.. —Mira respondió suavemente mientras se acomdaba su reloj en la muñeca.

—¡¿C..Cómo que no?! —Gajeel la miró espantado.

—¡Necesitamos llevarla al hospital! —Natsu le dijo casi gritando.

—¿Podrías cerrar la boca?—Mira subió su mirada y le sonrió.

—¡O..Oh.. Dios..! —Lucy apretó sus labios una vez más soportando el dolor.

—¡Mira! —Natsu la miró desesperado. —Ella está... ¿eh? —Guardó silencio al ver como Mira miraba a Lucy y a su reloj.

—Lucy, ¿habías sentido un leve dolor antes?—Mira le preguntó.

—N..No.. —Lucy negó y su rostro empezó a verse húmedo. —B..Bueno creo que.. ¡Ahhh! —Se quejó nuevamente.

—¡Mira! —Natsu se quejó nuevamente.

—Natsu, de verdad, necesito que te calles. —Mira le reprendió.

—¿Lucy? —Mira dirigió su calmada mirada hacia Lucy.

—S..Solo un poco.. —Respondió agitada. —C..Creo que tenía mucha hambre.. —Soltó.

—¿E..Eso que tiene que ver? —Erza preguntó confusa.

—¿D..Desde cuando? —Preguntó Mira.

—N..No lo sé.. —Lucy respondió agitada. —¿D..Dos.. Tres.. Horas? —Le dijo.

—Es lo que pensé.. —Mira asintió.

—¿Q..Qué sucede?—Preguntó el esposo desesperado.

—Tiene 5 centimetros de dilatación. —Mira decretó.

—¿P..Podrías hablar mi idioma? —Preguntó Natsu.

—En pocas palabras, está a punto de expulsar a la criatura. —Ella dijo y miró a Natsu a los ojos.

—.... —Todos se quedaron atontados.

—¿Acaso nadie ha escuchado? No hay tiempo para llamar ambulancias. —Mira dijo una vez más.

—...— Miraron a Lucy.

—Dará a luz aquí. —Mira dijo otra vez tratando de hacerles entender.

—¿E..Eh? —Natsu la miró.

—Aquí, ahora, encima de esa mesa. ¿Comprendes? —Preguntó.

—¿¡EHHHHHHHHH?! —Todos exclaramaron en sorpresa.

—¿T..Todos son así de tontos? —Mira rió nerviosa con una gota en la cien.

—¡Ahhhhhhhhhhhhh! —Lucy gritó otra vez.