-Te juro que no sabía nada del idiota de mi primo...¿estás bien? Me dijo Blanca.
-¡Pobre de mi!- Respondí yo.- La verdad es que era guapísimo pero demasiado pijo y yo quiero ser más libre y no preocuparme de si llevo los millones de pelos bien puestos, además creo que su mejor amigo es el espejo.
Blanca me miró. El ataque de risa fue tan fuerte que acabamos en el suelo. ¿Que por qué nos reíamos? Ni idea. Sinceramente nos tomamos el tema a risa, que siempre es mejor. Aquella noche dormimos juntas, bueno dormir dormir tampoco. Toda la noche hablando, contándonos nuestras vidas y las metas que queríamos hacer en nuestra vida. Ella quería ser profesora de infantil, yo le dije que los niños me ponían muy nerviosa aunque algunos se salvaban. De nuevo las risas. ¡Lo tienes todo! Me dijo ella.
¡Ring! Mi teléfono sonó. Era Mónica...no me apetecía nada hablar con ella, se había vuelto una chica con los aires muy subidos, vamos que se creía Dios y no era nadie.
-Eh tu ¿dónde andas? Mis amigos y yo vamos a ir a una fiesta de universitarios ¿te vienes?
Obviamente le dije que no, que estaba con Blanca y que no pensaba ir a un sitio donde no pintabamos una mierda, así de claro. Y cómo no, la chica de al otro lado del teléfono me tuvo que saltar con lo mismo de siempre.
-Siempre estás con esa payasa, te estás volviendo una friki, estamos en la época de desmelenarnos y deberías soltarte un poco más, ¡amargada! -Me dijo ella.
Aquellas palabras no me importaron nada, le reproche que ella era la que estaba marginada y gracias a mi fue feliz durante una temporada, le di las gracias por los años vividos pero que no quería saber de ella más, tener a gente a tu lado que te trata de menos, está de más, vamos que en mi vida ya no se volvía a meter.
Eran las 4 de la mañana cuando Blanca y yo llamamos a los chicos para hacerles una broma, risas y risas...se había convertido en mi mejor amiga y yo en la suya, tal para cual, codo con codo, éramos las mejores.
4:30 de la mañana cuando decidimos dormir un poco hasta que...mi móvil se iluminó, alguien me había mandado un direct a mi instagram, sorprendente, era un tal John. Blanca se puso a chillar ella lo conocía de vista, dijo que era guapísimo con los ojos castaños al igual que su pelo, morenito de piel y...¡lo que es un tío bueno vamos!
Yo estaba confusa por qué me habría hablado y por qué tan tarde. Era sábado lo cual quiere decir que habría salido por ahí y que iba borracho, seguro.
-Hola, me presento, soy John y voy a ser el tío de tus sueños. Le seguía un emoticono de un guiño.
¡Pero bueno! Qué se había creído este tío, ¿que iba a caer rendida a sus pies con el primer mensaje? Lo llevaba claro...
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¿Y ahora qué?
TeenfikceY ahora qué hacemos, ahora donde quedan los recuerdos, ahora que camino tomamos, ahora...qué? Elisabeth. Ella y dos caminos. Desearía no haber entrado nunca en el instituto, desearía no haber respirado el mismo aire que John o Rodrigo, pero son las...