capitulo 26

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Pasaron unas semanas, y la imagen se abrió camino hasta la parte inferior de la pila de drama como la comidilla de la ciudad desplazando al nuevo quarterback de la escuela Southpointe.

Justin había convertido sin ayuda a un equipo históricamente maldito en el equipo mejor clasificado en la tabla. Estábamos a cuatro y uno, por la pérdida de un pasado primer partido de la temporada antes de que obligara a Justin a unirse.

Le dije que esperaba la mitad de sus ganancias cuando él fuera un gran quarterback de la NFL. Me dijo que podía tenerlo todo. Lo irónico fue que al día siguiente me dijo que, el entrenador se le metio en la cabeza que una carga de basura de entrenadores estarían en el juego el próximo viernes. Todos los chicos del equipo se jactaban de ello, sugiriendo a sus novias y padres un viaje completo a las 10 PAC que se encontraba en obra, pero todo el mundo sabía que la única razón de que una docena de entrenadores asistirian a un partido de Southpointe era debido a Justin Bieber.

—¿No tienes una visión de lentejuelas de oro y carmesí spandex — dijo una voz que había estado evitando durante semanas detrás de mí.

Exhalé, en busca de Justin. Era mucho mejor un corrillo de niños escolares aparentemente pequeños de altura, completamente en este momento.

Así que le respondí: —Hola, Sawyer — Yo podría haber sonado más entusiasmada, pero yo le había evitado por una razón. Si Justin dijo que era alguien para mantenerse alejado, eso significaba que era alguien para evitar.

—¿Qué? — Dijo, deslizandose hacia mí. "¿Eso fue una respuesta verbal real? No puede ser. —

—¿Me estás recordando por qué he estado ausente verbalmente a tu alrededor— le dije, estirando mi top dance inferior. Al igual que los equipos de baile de secundaria, Southpointe estába adscrito al menos a un lema del desgaste de la danza y, hasta los ojos de Sawyer se deslizaron por mí, no me había importado la falta de cobertura.

—Lo siento— dijo él, hombro a mí. Di un paso al costado. —El humor es defecto de mi ego cuando está herido— Él cruzó sus brazos, buscando en el campo los equipos alineados. Di otro paso al lado en caso de que Justin alzara la vista antes de la caminata. Yo sabía que iba a marchar justo al lado del campo de juego si veía a Sawyer acercandose furtivamente en mi contra. —¿Cómo está Justin? —, preguntó con fuerza.

Miré hacia el, mirando intencionadamente a su camiseta metida en sus pantalones vaqueros. A continuación, el lugar que ocupaba en el banco. —Pateando traseros. —

Sawyer se echó a reír, mirando a la pizarra. —Puedo ver eso. Desde mi punto de vista, si sigue aniquilando el resto del juego, va a obtener unsa veintena de becas de fútbol mañana por la mañana. — Mirando hacia arriba en las gradas, se concentró en el grupo de entrenadores que estaban presentes. Una docena se habían convertido en dos docenas y hasta el último de ellos no habían dejado de poner sus ojos en Justin esta noche.

Ellos estaban babeando por él, y yo estaba tan malditamente orgullosa de él, que había hecho arreglos especiales para esta noche. Muy a mi pesar, Justin había insistido en que tomaramos las cosas con calma durante las últimas semanas, pero con la ropa interior que yo había elegido y lo que tenía en mente, el juraría lento para siempre.

Olvidé que Sawyer estaba allí hasta que se aclaró la garganta. —Te he echado de menos, ____. —

Maldita sea, yo no necesito esto ahora. El equipo de baile estaba a punto de golpear el terreno para el show del medio tiempo y yo estaba bastante segura de que Justin había captado sólo una idea de Sawyer a mi lado. Yo tejía más en el grupo de mis compañeros de baile.

—¿Por qué me evitas?— Preguntó Sawyer, deslizándose justo a mi lado otra vez. —¿Qué fue lo que dijo Bieber que te hizo ser anti-Sawyer Diamond?—

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