Afrodisíaca tentación.

capítulo 5.

Para los que no saben quien es Shijima 💜 el de la multimedia es él, el anterior caballero de virgo en next dimension.
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Media noche, había sido un día aburrido sin su mejor amigo y un día de sorpresas, pues se había enterado de que su amigo estaba a manos de hombres que solo buscaban perjudicar a Albafica.
Llegó a su departamento, no escuchó ningún ruido proveniente del interior, buscó sus llaves dentro de su pantalón, abrió la puerta sigilosamente y se adentró a su hogar, todo estaba en penumbras, por lo que pensó que su amado yacía en su cama dormido, sonrió, pues entraría y abrazaría a su novio hasta quedarse dormido.
La luz se encendió, en la sala, sentado en un sofá, estaba Camus mirándolo seriamente, Milo se llevó una sorpresa, nunca pensó que su pareja lo estuviera esperando.

-¿En dónde estabas?- la mirada inquisidora del oji aguamarina sorprendió al joven modelo, quien se había puesto tenso.

-En la agencia.

-No es cierto, llamé y dijeron que saliste temprano. Te repito la pregunta ¿en dónde estabas?- se levantó de donde estaba y se acercó al peli azúl.- hueles a alcohol.

-Estuve con un amigo.- dijo con sequedad, pues la verdad había sido que, después de ver a Albafica, el joven Scorpius se fue a un bar a desahogarse un rato, estaba furioso, al igual que Albafica se sentía inútil, le debía mucho al peli celeste, sobre todo el haber conocido a Camus. En el bar se había encontrado con Aioria y en un arrebato de emociones le contó lo que ocurría y de lo que planeaba hacer, el castaño también se había asombrado, después de todo, todos le tenían afecto a Afrodita, así que le prometió a Milo que lo ayudaría.

-¿Con qué amigo?- Camus estaba colérico, tenía la sensación de que su novio había estado con alguien más, era el miedo del joven Aquarius, al ser él, su pareja, un modelo estaría rodeado de hombres y mujeres todo el tiempo, tenía miedo de que dentro del montón hubiera alguien que deslumbrara a su amado, él siempre creyó que era menos a comparación de los amigos o ex's del peli azúl, muchas veces no podía creer el hecho de estar con alguien como él, con todos los reflectores y cámaras sobre él, con un cuerpo se ensueño, una sonrisa tan blanca y hermosa, con todo un adonis. Mientras que para Milo, su pequeño "contador", nombre que le puso por ser precisamente el encargado de las cuentas de la empresa, era algo nuevo, algo que jamás había visto, un ángel de hermosos y largos cabellos aguamarinas, él se había convertido en su todo, jamás le traicionaría o haría daño, eso jamás se lo perdonaría, sin embargo también había miedo a perderle, de que él se cansara de un cara bonita que solo servía para ser imagen de diversas prendas de ropa, o al menos eso pensaba él.

-vamos Camus ¿enserio? ¿me harás una escena de celos?- las palabras salían por si solas de la boca del peli azúl, tal vez era por el cansancio o por el alcohol que aun recorría en su sistema.

- ¡ Estuve preocupado Milo! ¡pensé que te había pasado algo! O que tal vez estuviste con alguien.- lo último lo dijo en casi un susurro, sin embargo llegaron a los oídos de Milo.

- ¡Eres un exagerado! ¡¿con quién mierda estaría?!- levantó la voz y miro furioso al joven que tenia frente a él.

- ¡No sé, dime tú!

- ¡Camus esto es una tontería, solo fui al bar!

- ¡Pudiste haberme avisado!- empujó a Milo, lo que hizo que éste se molestara, incluso el de cabellos aguamarinas se había sorprendido de su acción.

-¡Solo fui a un bar!- Para sorpresa de Camus el peli azúl también lo empujó pero con más fuerza, cayó sobre una mesa de centro que se encontraba a su espalda, el golpe fue tan grande que la mesa de vidrio se rompió haciéndole un corte en el brazo derecho. Milo abrió los ojos como platos cuando vio lo que había hecho,se acercó a su novio.