*Capítulo 3 ~ De compras

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Narras : Día 2

Ayer me ha sucedido algo que ni yo puedo describir.

No se como pasó o porque, pero Abraham Mateo ¡Mi ídolo se fijó en mi! Y estuvimos hablando un rato.

Yo se que en esta vida existen las casualidades, pero esto no se puede comparar con alguna casualidad, he conocido a mis ídolos en concierto pero que alguno de ellos me hablará fue increíble, lo mejor de todo fue que me invitó a conocer a mis otros castores (CD9).

Al principio no podía creerlo pero esto, está sucediendo y es muy real.

Necesito que mi madrastra me ayude, ella siempre me ha apoyado y sabe que ellos son mi vida, ahora que me pase esto es un verdadero motivo para que deba arreglarme.

-..¿Puedo pasar? –Preguntó Sarah del otro lado de mi puerta.

-..Adelante –Respondí sentándome en mi cama.

-..Ya es hora –Dijo ella tomándome de las manos.

-..Vale, yo estoy lista –Dije formando una sonrisa en mis labios.

Ella me tomó del brazo y me dio mi bastón para dirigirme hacia el auto e ir al centro comercial.

Desde que perdí la vista, nunca me volvió mi atención por arreglarme, ya que no podía hacerlo, y que alguien lo hiciera por mí me hace sentirme inútil, por eso sólo uso vestidos, fáciles de poner.
Nunca me ha gustado usar vestidos, ahora no me da otra que resignarme.

Ahora me gustaría volver a mis viejos tiempos de jeans desgarrados y blusas que traen el signo del amor y la paz.

Llegamos al centro comercial y estuvimos mucho pero mucho tiempo buscando los tirantes, o bueno, Sarah estuvo buscando y yo a su lado dándole mi apoyo moral, los jeans azules y la blusa fue lo más fácil, el moñito negro, ni se diga, lo único que estábamos batallando eran los tirantes.

Quería vestirme como CD9 en Ángel Cruel.

Después de lo que pareció ser una eternidad Sarah colocó algo sobre mis manos y yo sonreí sabiendo perfectamente que lo había encontrado, ella es la mejor, lo sé

***

Estoy ahora mismo aquí sentada hasta que escucho sonar el timbre, de la casa, me dirigí hacia el inmediatamente y pasan algunos segundos de silencio hasta que escucho esa voz que tanto amo

-..Ahora eres mi ángel cruel –Dijo Abraham tomando una de mis manos, yo sólo sonreí.

Me di vuelta para llamar a Sarah y ella llegó casi enseguida.

-..Cuídala mucho Abraham, por favor, ella es mi prioridad no quiero que le pase nada –Suplicó Sarah, yo sentí mis mejillas arder.

-..Sarah –Dije a regañadientes, la comprendo, siempre me ha cuidado desde que tengo 12 años.

-..No se preocupe señorita –Contestó Abraham– Yo la cuidaré.

Narra Abraham: Día 2

Corazón Cegado || Terminada ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora