Prologo

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-Waaaaaaaaaa


Nuevamente el llanto de Kotatsu me despierta por segunda vez en la noche. Volteo al buro a un costado de la cama y veo el reloj. Son las 3 de la mañana. Me quito la sabana que cubren mis piernas y me levanto con mucha pesadez de la cama.

Camino hacia el cuarto de Kotatsu y me acerco a su cuna. Lo veo llorando y lo levanto para arrullarlo esperando que duerma nuevamente y me deje dormir. Pero mis intentos por que duerma son detenidos cuando veo que comienza a chuparse el dedo. Creo que debe tener hambre.

Voy a la cocina con Kotatsu en mis brazos y lo pongo en el portabebés que tenía en la barra de la cocina mientras le doy un beso en sus gorditas y hermosas mejillas. No puedo creer que sea ten hermoso.

Le doy el chupón y me giro hacia el lavado donde tengo las mamilas. Tomo una y la lleno hasta la mitad de agua caliente del garrafón. Agarro la leche en polvo y le pongo tres cucharadas de leche como me había explicado la enfermera en el hospital. Tapo el biberón y lo agitó rápido esperando se mezcle todo mientras veo como Kotatsu intenta agarrarse los dedos de los pies. Me saca una pequeña risa por lo tierno que se ve y lo levanto para darle el biberón.

Me siento en el sofá y enciendo el televisor. Acuesto a Kotatsu en mis brazos y le doy la mamila. Comienza a comérsela desesperadamente e intenta sostenerla con sus manitas mientras lo hace. En verdad que es todo un comelón, por eso tiene esos cachetes tan regordetes y bonitos. Después de media hora de esperar a que termine y hacerlo repetir, lo arrullo para que se duerma de nuevo. Cuando por fin lo logro, apago el televisor y lo llevo a acostar; pero esta vez en lugar de ponerlo en la cuna, lo llevo a mi cama para no tener que levantarme si se despierta de nuevo.

Lo acuesto en el lado derecho de la cama en donde dormía Tetsuya y yo me coloco en el lado izquierdo recargando mi cabeza en mi brazo mientras lo veo dormir. Acarició su cabello rojizo como el mío y le voy un beso en su frente blanca como la nieve. Entre más lo miro más agradezco que no haya heredado mis cejas ni facciones del rostro, puesto que era hermoso igual que Tetsuya. Lo único que saco de mi fue el color de sus ojos y color de cabello. Mientras que de Tetsuya saco sus facciones y tono de piel.


-Te amo – Le digo a mi bebe mientras continuo arrullándolo dándole suaves palmadas en su espalda, mientras el chupa su cobija. Rio al ver que hasta en sus sueños come. Creo que ha sacado mi apetito.


Si. Kotatsu es mi hijo y de Tetsuya. Se preguntaran en donde se encuentra Tetsuya en estos momentos, pero con todo el dolor de mi corazón solo les digo que el murió hace 4 meses. Dejándome completamente solo y con el corazón roto; o al menos eso creí hasta que cargue por primera vez a Kotatsu. Fue entonces que decidí hacer el mejor padre del mundo, por mi nueva razón de vivir. Mi hijo. Mi hijo y el de Tetsuya. El fruto de nuestro amor.

Continuo admirándolo dormir y acariciándolo mientras recuerdo cómo fue que me entere de su existencia.


Tomando tu mano una vez masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora