CAPÍTULO 14

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Pov Bellota...

Lunes por la mañana junto a la profesora de Derechos una adorable señora que si te pones a calcular por el ojo da unos 45 años aproximadamente. Mi mano no paraba de anotar apuntes de todo lo que dictaba o hablaba ella, de inmediato la campana interrumpió la clase anunciando la hora del receso. Apurada tomé mis cosas y salí del lugar corriendo hacia el patio trasero donde Mitch se hallaba recostado sobre ekilibrar césped mirando el cielo, traía puesto una remera negra ajustada al cuerpo, un par de botas militares caña alta, unos jeans desgastados color azul metalizado y una chaqueta de cuero- la cual le regale hace unos meses- desabrochada. Me acerqué sigilosamente para asustarlo pero por accidente pisé una rama tirada haciendo que por instinto se levantará rápidamente y se pusiera en posición de pelea, sigue siendo el mismo de siempre.

- oh eras tu- dijo abrazandome, no dudé en responder.

- claro que soy yo, ¿quien más sería?.

Nos separamos y caminamos quedando recostados sobre el tronco de un árbol, comíamos y charlabamos animados junto a unas cuantas risitas que salían inconscientemente por cada estupidez que decíamos. Extrañaba esto, demasiado, me hacía mucha falta... desde que mi hermano se separó de nosotros él fue el único que me apoyo en el momento más difícil para una niña de tan sólo 6 años.

- oye ¿es cierto lo que me han contado?- lo miré confundida sacándole una sonrisa- te explico, corren los rumores de que estas viviendo con los "increíbles him "- hizo comillas en lo último haciendome reír- ya responde niña.

- enseguida papá- le respondí juguetona- eso es cierto... pero no quiero estar más allí.

- ¿y porque no? Bellota sucedió algo cuentamelo porfavor.

Estaba verdaderamente nerviosa, Mitch es una persona fría y seria pero cuando se trata de mí se transforma en otra completamente diferente: celoso, sobreprotectora y enojona, eso es sorprendente para un chico de 19 como él. Debo agregar que lo quiero y trato como un hermano mayor al igual que lo hace conmigo.

- ¿que si sucede algo?- asintió- nada fuera de lo común, créeme no me ocurre nada- mentí.

Dudó unos momentos sobre mí respuesta provocando que mis nervios aumentarán a peor, empecé a sudar en frío y mis manos tiritaban.... oh no demonios ya me descubrió.

- Bellota, cuéntame la verdad- amenazó elevando cada vez más su voz- ¡esos idiotas te hicieron algo! Los mato.

Lo agarré de brazo pero fue imposible ya que me empujó fuertemente contra el suelo quedando sentada sobre él, mierda y más mierda por que siempre me pasa esto. Me levanté y lo persegui sin encontrar rastro alguno de a donde se fue, de repente varios gritos de hinchada resonaron por el pasillo por lo que mí brazo se erizo por completo.

-¡pelea, pelea!.

Desenfrenada corrí con todo lo que pudiera dar hasta llegar a una esquina donde el camino terminaba. Mitch le pegaba sin piedad a Butch donde el pelinegro se encontraba en el suelo con el mayor sobre él, con fuerza desvíe a la tribuna del lugar y una vez adentro del círculo quité con dificultad al sujeto acorralandolo en una pared sosteniendo su cabeza con ambas manos obligandolo a observarme. Su respiración poco a poco se fue rigularizando quedando como en un principio, normal, me miró con los ojos llorosos y me abrazó apretandome contra su cuerpo; claramente podía oír sus lamentos en mi oído.

- lo hice de nuevo soy un completo idiota, perdóname Bell está vez mis celos me invadieron- se separó con las lágrimas recorriendo sus mejillas, su mirada posó en mi ante-brazo- te dañe princesa.

Mis ojos pasaron por mi brazo escaneandolo asombrada al ver un pequeño moreton, notable pero pequeño el cual la mayoría de sus dedos se marcaron imprevistamente, pose la palma de mi mano y acaricie su mejilla limpiando varias lágrimas, sonreí al verlo con la nariz arrugada cuando algo o alguien le desagrada y su infantil mirada reprochadora.

- claro que no tarado, tu no podrás tocarme ni un sólo pelo mientras este en guardia- canturee divertida.

Esperaba una minúscula risita por lo menos de su parte pero desafortunadamente no fue así, sus ojos reflejaban culpa y enfado... no me gusta verlo así de esa manera, dispuesta a arroparlo con los brazos en un cálido abrazo pero no se dejó simplemente se alejó de mí sin decir palabra alguna. Una voz detrás mío me irrumpió el pensamiento haciendome voltear extrañada, allí estaba Butch con el labio sangrando y un ojo morado...ouh esta vez si que te excediste Mitch.

- ¡que mierda le pasa al orangután ese!- gritó enfadado- yo no le hice nada por lo que se.

- ya tranquilizate diva- infantilmente me mostró la lengua- déjame acompañarte a la enfermería, ahí te explico todo.

- bien pero si me reformó la cara lo extrangulo.

***

Las horas pasaron y finalmente la escuela acabó, al salir busqué a Mitch con la mirada por todos lados pero nada. Tomé el teléfono y marqué su número una y otra y otra vez, nada, definitivamente rechazó todas las llamadas. Guardé el celular y me dirigí a mi trabajo con total relajación pero tan nerviosa a la vez.... ¿y si cree que me enoje con él? ¿que no quiero volver a verlo otra vez? ¿por una marquita?. Suspire frustrada parandome inmediatamente, alce la vista y frente a mi el local ya se hallaba abierto con el lugar repleto de personas, sólo espero que esto me ayude a olvidarme del asunto por un momento.

Continuará.....

ENAMÓRATE DE MÍ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora