CAPÍTULO 18 (3/3)

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Bellota

- ¡no puedo creer qué me hayas ganado!- grité furiosa entrando a la casa.

Las risas de Boomer y Brick no paraban de resonar a cada dos por tres en mí cabeza, exhausta me arroje en el sofá rojo cerrando poco a poco los ojos. Pero la privacidad y el silencio no gobiernan éste castillo.

- Bellota, linda- en mí cabeza chocó algo haciendo qué me levantara furiosa de mí lugar- upsi, ¿te desperté?.

- qué quieres idiota- suspire agotada.

- necesito hablar contigo.

- ¿conmigo? ¿ahora? ¿es muy importante?.

- sí, sí y muy importante para mí.

Con aquéllas palabras automáticamente comencé a temblar. Desde hace un mes qué vivo aquí con ellos y he conocido todos sus movimientos, gestos e inclusive momentos de seriedad; les aseguro qué cuándo Butch se pone serio es para asustarse.

- está bien, ¿hablamos en tú habitación?.

- me da igual el lugar- murmuró cruzado de brazos- vamos al jardín, necesito aire fresco.

Sus pasos lentos pero firmes iban mucho más avanzados qué yo, la frente me sudaba de manera impresionante y las manos no paraban de moverse de un lado a otro tratando de hacer algún tipo de rescate inmediato, claramente no funcionó ya habíamos llegado afuera.

- siéntate Bellota- ordenó cabiz-bajo, sin reprochar obedeci- hay algo qué quiero qué sepas antes de mudarte con nosotros.

- ¿acaso eres menso?, yo vivo con ustedes.

- pero no completamente- sonrió recostandose aún lado mío- hay una parte de mí qué no conoces....

- ¿un secreto?- él asintió- cuéntame, prometo no decirle a alguien.

- éso lo sé.... confío en ti Bell.

"Confío en ti Bell.....debería llamarte Dai"

- cuándo teníamos seis- lo miré fijamente a los ojos sin embargo él los mantenía cerrados. Suspiró y continuó en breve- viajamos con nuestros padres a Bahía Santa Mónica.

- ¿sus padres?, nunca los había escuchado hasta ahora.

- no seas impaciente Bellotita- sonrió- ya habrá tiempo para ellos, los conocerás cuándo escojas a uno.

- ¿escoger a uno? A qué te referieres con éso.....

- viajamos a Bahía Santa Mónica para visitar a mis abuelos, a ellos no los veíamos hace años- inesperadamente abrió los ojos- pasaron las horas llenas de alegría, al ser los únicos trillizos de la família éramos los consentidos de todos. Era de noche y ya teníamos qué volver.

Una lágrima salió de su ojo cubierto, intenté quitarsela pero golpeó mí mano impidiendomelo. Evitó el contacto visual conmigo mientras se secaba la mejilla.

- siento haber hecho éso, pero aún no puedes descubrir qué hay bajo el flequillo.

- termina ya con la historia Butch, soy muy curiosa.

Él rió por primera vez en éste tiempo.

- muy bien pequeña continuaré. Ésa noche había tormenta y llovía a cántaros yo iba sentado en el medio, Brick y Boomer ya se habían dormido; fue en ése momento cuándo ocurrió el accidente.

Poco a poco fue descubriendo su ojo secreto dejándome impactada.

- ¿un ojo verde....... y otro blanco?. Cómo es posible.....

- nuestro auto impactó contra un camión en carga, en ése accidente el más afectado fui yo- rápidamente me lancé sobre él callendo sobre el suelo, sus brazos rodearon mí cintura abrazandome con fuerza- me internaron en el hospital más cercano y descubrí qué había perdido un ojo.

Me tape la boca por la impresión, el simple hecho de imaginarme aquélla escena me resultó unas horrendas ganas de llorar, pero debía ser fuerte......fuerte por él y por mí.

- mí papá me donó uno de sus ojos ya qué prefería sufrir él a qué yo lo haga, tantas veces me negué a su trato pero finalmente la batalla la ganó, claramente- sonrió forzosamente- prometeme qué no le contarás a nadie.

- te lo prometo Butchy, seré una mismísima tumba.

- me alegra poder confiar en ti, gracias Bell.

De repente el grito de Brick nos alertó haciendo qué Butch corriera hacia la casa, un palo se hayaba cerca de mí. Con firmeza lo tomé y corrí adentro gritando.

- tengo un pinche palo en mano y se usarlo weon.

Y en ése momento me di cuenta de la ridícula escena en la qué me encontraba, los tres tendidos en el suelo riéndose a carcajadas mientras qué yo era la loca "mexicana" con un palo en mano, está demás decir qué mí cara era un puto tomate.

- ya Conan estamos a salvo, suelta la lanza- habló Boomer limpiandose la cara.

- ¡no hacía falta qué gritaras! Maldito bruto.

- lo siento Bellota, sólo qué no los encontrábamos en ningún lado.

- idiota- suspiró Butch proporcionandole un golpe- mejor vámonos.

- ¿lista para volver a perder?.

- ¿no qué el reto lo haríamos mañana?.

- al final decidimos qué no, lo haremos hoy así acabamos de una vez.

- mañana haremos un viaje y hay qué salir temprano- sonrió Boomer- y sí ganamos tendrás qué venir con nosotros.

- ¡Ja! Nunca perdería contra un semáforo.

- ya lo veremos muñeca.

Frente nuestro habían dos autos de la misma marca rodeado de personas quienes al ver a los "fantásticos Him" voltearon a taparnos completamente a los cuatro. Entre maldiciones y empujones logré hacerme paso entre ellos hasta llegar a un auto y subirme, abrí los ojos sorprendida al ver la cantidad de minis parlantes conectados en todos lados:

Dos abajo de los asientos del conductor y piloto, uno ubicado en cada lado en la parte trasera del automóvil y por último creo haber visto uno en el frente.

- porqué tardan tanto- saqué mí teléfono y le marque a Boomer y Butch pero ninguno me contestó- sólo falta el idiota mayor.

En un movimiento rápido teclee su contacto haciendo qué la canción de espera desapareciera al minuto.

- preciosa, se qué no puedes vivir sin mí.

- en estos momentos no sé sí reírme de ti o golpearte sin piedad- juro haber escuchado cómo tragaba saliva- en dónde estás.

- escucha atentamente y lo sabrás lindura, adiós.

Guardé el teléfono cuándo a mis oídos llega la bocina de un auto cercano al mío, giré la vista hacia la izquierda encontrandome con Brick quién aceleraba en forma retadora, obviamente ya me imaginaba ésa señal.

Empezaremos a correr.

Ya alineados los otros dos restantes se colocaron enfrente nuestro, me hicieron reír mientras desfilaban de una punta a otra llamando nuestra atención.

¡3.........2.........1........arranquen!

Odio manejar desde qué mí padre intentó enseñarme a los 16 años así qué está más qué claro qué no gané, de hecho cuándo vi qué Brick ya había cruzado la línea di media vuelta y salí de allí.

No por mala perdedora ni nada de ésas tonterías, en estos momentos me dirijo a la casa de Dai para pasar una noche de hermanos.

Continuará......

ENAMÓRATE DE MÍ (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora