Llamas temporada 1: Conoceme

Extra 6: Ceremonia de Sucesión parte II

A 3 días de la Ceremonia de Sucesión...

Ya era bien entrada la mañana cuando llegaron Belphegor y Fran al castillo de Varia, al pasar por las grandes puertas de roble solo veían a cada subordinado, sirvienta y mayordomo correr tras un cachorro de león con llamas del cielo quien era felizmente perseguido por un ligre con llamas del cielo que a la vez era perseguido por lo que parecía ser una horda preocupada de que ambos no rompiesen nada y provocasen la ira del jefe de Varia. No es que ninguno de los guardianes mas jóvenes de Varia esperasen ser recibidos como héroes tras su llegada pero que ni siquiera los subordinados que estuviesen a su cargo se detuviesen a saludarles era el colmo.

Bel estaba refunfuñando de cómo era tal osadía hacia el príncipe cuando cayo en cuenta del leoncito que estaban persiguiendo sus subordinados, no era posible se suponía que todavía tenían que llegar para el día siguiente, empezó a sudar balas aunque no borro su sonrisa de Cheshire en ningún momento, esto era malo, muy pero muy malo, no quería encontrarse ni con el ex-arcobaleno ni con el futuro Decimo. Casi muere la ultima vez, muchas gracias! Si no le hubiese eso esa broma la primera vez que se vino a pasar las vacaciones al castillo de Varia no hubiese tenido que aguantar el suplicio que luego tuvo que pasar todo el castillo tras el estallido del moreno, lo cual no solo asusto a los guardianes del jefe de Varia sino que llamo la atención del mismísimo jefe de Varia dando inicio a una batalla descomunal en la que no quedo ladrillo en pie, literalmente, de lo que una vez fue el Castillo mas antiguo e ilustre del siglo XVII perteneciente a Vongola; lo peor fue que luego de esa batalla no solo los Varia miraban bajo una nueva luz al moreno, una nueva luz de respeto y miedo por igualdad, sino que se formo una hermandad entre el futuro Decimo Vongola y el Jefe de Varia, los dos mayores psicópatas que había visto, para la desdicha de Levi A Than y sorpresa del resto de Varia; desde ese momento el moreno pasaba un fin de semana cada pocos meses en el Nuevo Castillo de Varia con el Jefe, ambos torturando física y psicológicamente a quien osase parar y acerca de ellos mientras platicaban, peleaban, veían películas de terror o hacían cualquier cosa, claro que eso excluía al hitman que parecía ser la sombra del castaño y a Squalo que era la segunda persona que estaba regularmente con ese trio.

Se hubiese demorado mas en la misión, si solo no le hubiese enseñado como matar de manera silenciosa a la ranucha, pero no! Tenia que enseñarle la seguridad del silencio primero, eso le pasa por ser amable.

Estúpida Famiglia Borsarline no podían tardarse un poco mas en morir, tener un mejor sistema de seguridad o en todo caso ser mas fuertes?

No quería pasar por el mismo infierno que la ultima vez, solo tenia 15 años! Si bien le caía mejor el castaño ahora que sabia como era, y bien que lo sabia...aun tenia la marca de su puñetazo en el abdomen y no era tan suicida como todo el mundo pensaba para arriesgarse a otro de esos.

El pequeño peliverde de 9 años miro curioso como la sonrisa de Cheshire de su sempai se iba poniendo mas y mas tensa, al principio le pareció interesante y luego le aburrió, había entrado sobándose los ojos por el sueño y solo atino a ver a una horda de...como les llamaba el Jefe?...Ah si, Basuras inútiles corriendo por ahí, queriendo saber que pasaba miro de reojo a su sempai antes de reacomodarse el sombrero de rana que le dio, la verdad era que le gustaba mucho pero no se lo diría al rubio ya que no quería volver a escuchar toda esa mentira de que él escogía solo lo mejor ya que era un príncipe, ellos no existían ya que solo estaban en los cuentos y su Shisho le dijo que todo lo que esta en los cuentos es mentira, y su Shisho nunca le mentia, lo mas seguro era que el guardián de la tormenta de Varia quisiese hacerse pasar por príncipe lo que le hacia un príncipe falso.

El menor con su mirada inexpresiva jalo un par de veces el saco del rubio para llamar su atención la cual le fue concedida luego del quinto jalón a su ropa.