Llamas temporada 1: Conoceme

Capitulo 23: Hablemos parte III

Que dolor.

Su cabeza estaba algo mareada pero seguía de pie, algo confuso.

Los recuerdos volvieron a él de golpe.

La entrada estrepitosa de esos dos pelinegros idénticos para que luego llegase Xanxus y Tsuna-nii, quien aunque se veía diferente a hace una semana seguía siendo él, le reconocería donde fuese por mas cambiado que estuviese, no importaba que tuviese esos ojos naranjas acaramelados, un porte diferente al usual o esa aura de ¨obedéceme-o-sufrirás¨ seguía siendo su Tsuna-nii la persona que cuando era niño siempre le cuidaba, jugaba con él, no le gritaba, le corregía cuando debía y muchas cosas mas, confiaría en él pero tenia preguntas como ¿quiénes eran esos dos chicos que nunca había visto? Solo uno de ellos había nockeado a Chrome-nee, a Bakadera y a Yamamoto, para cuando había reaccionado apuntándole con la ballesta automática que había estado apoyada en el sofá ya era tarde, el tipo con las sais le había le había metido en una ilusión, y solo sabia que era una ilusión por el tiempo que andaba practicando con Chrome-nee; sin contar a Chrome-nee solo uno de ellos había derrotado en menos de dos segundos a dos guardianes de la Decima Generación sin que estos pudieran tan siquiera reaccionar, tenia una llama de la Nube y otra de la Niebla, y por como habían estado las cosas era jodidamente fuerte, pero habían cosas que no le cuadraban.

¿Por qué Tsuna-nii les había pedido los anillos? Es cierto que le habían fallado de la peor manera posible pero aun así todo era bastante...raro.

¿Quiénes eran esos dos pelinegros que acompañaban a Tsuna-nii?

¿Por qué Xanxus había estado de espectador? ¿Qué había pasado para que dejase toda esa ansia asesina con la que llego?

Tenia demasiadas interrogantes en la cabeza y si seguía por ese camino esta le dolería mas de lo que ya hacia.

Bufo molesto para luego revisar su entorno como siempre le decía Lal Mirch cada que le atacaba por sorpresa. Seguía en la sala de la base/mansión eso era un hecho además de que seguía teniendo la ballesta automática consigo lo cual agradecía, el era alguien de armas, el sobre análisis era algo que captaba en el momento de la batalla como había hecho cuando le atacaron.

Miro la ballesta en su mano derecha solo para no encontrar el anillo de guardián del Rayo, lo mas seguro es que también se lo hubiese quitado el imbécil que le ataco.

Un movimiento llamo su atención.

Alzó el arma al identificar una figura acercándose.

-Lambo baja el arma, por favor.

La voz fue un repiqueo, fue igual a como la escucho hace una semana, profunda sin llegar a ser ronca, armoniosa pero a la vez sensual, una voz que contenía promesas y deseos, una voz que prometia el cielo y sus grandesas como también podía condenarte con una simple palabra mandándote al infierno y aun así ir gustoso bajo tu propio pie; el castaño estaba ahí, frente a él, sonriéndole y aunque no era como siempre lo hacia se sintió aliviado de verle; bajo la ballesta para empezar a caminar rápidamente hacia su castaño Jefe.

-Tsuna-nii!

ILUSION. ¨Nunca te fíes de lo que hay en una ilusión¨.

Se detuvo al recordar las palabras de la guardiana de la niebla, se volvió a poner en guardia.

El joven Bovino miro con desconfianza a su alrededor, aun no sabia como romper una ilusión pero por como habían atrapado a Chrome-nee no tendría ni una oportunidad de hacerlo

-¿No me darás un abrazo como siempre?...

La voz del castaño le llamo la atención, se reprendió mentalmente , ese que tenia delante de él podía ser una ilusión creada simplemente para engañarle.