Enamorado...

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Como todos los días y ya por costumbre lo primero que hizo Tom al despertar fue enviarle un mensaje de buenos días a Eadlyn sin dejar de mencionar lo hermosa que era. Dejó su celular en el buró que estaba al lado de su cama y se levanto para ir a darse un baño sabía que en dos horas tenía que estar en el aeropuerto para ir a recoger a Ría, quien lamentablemente llegaba hoy de su viaje. Eso lo desanimaba mucho y le ponía los nervios de punta al solo pensar que volvería a lo mismo: discusiones, gritos y las exigencias de la modelo que eran exageradas. Termino de bañarse y salió del baño con una toalla envuelta en su cintura tenía el cabello suelto y mojado su cuerpo aún tenía rastros del agua, se miró en el espejo y sonrío al ver lo sexy que se veía agarró su celular y tomo una selfie con la ayuda del espejo y se la envió a Eadlyn por whatsapp. Se vistió con lo primero que encontró no tenía ánimos de impresionar a Ría, de hecho, sentía que hace mucho ya no lograba impresionarla. Bajo las escaleras preparó su sagrado café no podía empezar su día sin beber su delicioso café que lo despertaba por completo. Revisó su teléfono móvil mientras bebía de su taza y sonrío al ver la respuesta de Eadlyn "Wow, ¿En dónde dejaste tus alas mi ángel?" Lamió su labio inferior al recordar lo que había pasado la noche anterior, había logrado correrse como no lo hacía hace mucho tiempo sin ni siquiera haber tocado a la bailarina. Como siempre Georg, entraba a la casa de los gemelos como si fuera la suya propia, sin avisar... Entro a la cocina y se topó con Tom mirando su celular como si fuera lo más hermoso que había visto en su vida, estaba tecleando de una manera en la que casi no podía ver sus dedos por la velocidad... Y la sonrisa en su cara era como la de un adolescente enamorado. Se acercó al guitarrista que estaba tan sumido en lo que hacía que no había notado su presencia y dijo un "Hola" casi gritado cerca del oído del muchacho de pelo negro.
-¡Georg! Vuelves a hacer eso y te juro que te corto los huevos hijo de tu madre- Georg empezó a carcajearse por el brinco que dio su amigo en el banco en el que estaba sentado, casi se cae del susto.
-Hey, mejor dime que te tiene tan emocionado, acaso es porque Ría ya viene en camino- le sonrió con picardía y alzó ambas cejas- Tom lo miró con cara de que si no cerraba el hocico se iba a quedar sin dientes.
-Cállate, ni me lo recuerdes, tengo que ir por ella en media hora- bufo y le hecho una mirada a su celular para ver si la chica de cabello castaño le había respondido pero no.
-Humm... Esto es muy sospechoso Tom, mejor dime que te traes- preguntó el de hermosos ojos verdes.
-Nada, nada que a ti te importe- dijo frunciendo el ceño y levantándose de su lugar para llevar la taza al fregadero.
-Oh vamos que te conozco más de lo que crees Kaulitz, dime qué traes- lo siguió y cuando Tom estaba lavando la taza el castaño tomo el celular del guitarrista y salió corriendo hacia la sala. Tom dejó lo que estaba haciendo y corrió detrás del castaño para quitarle su celular gritando que eso era invasión a la privacidad. Llego a la sala y Georg estaba con el celular en sus manos, la boca abierta y los ojos abiertos de una manera exagerada.
-estás engañando a Ría- afirmó sin perder su asombro- Tom le quitó el celular y le dijo que no debía meterse en sus cosas.
-Tom estas engañando a Ría- repitió el bajista esta vez con más seguridad en sus palabras.
Tom le quedo mirando y suspiro
-¿Se considera engaño si es tan solo ciber sexo y esas cosas de internet?- preguntó casi en un susurro
-¡Sí!- dijo Georg casi gritando
-Entonces sí, sí la estoy engañando- acepto Tom dejando caer su espalda sobre el respaldo del sofá y bajando la mirada.
Georg no supo qué decir estaba sorprendido en casi siete años Tom no había engañado a Ría, y eso era un récord con el guitarrista pues no era un secreto que Tom amaba la belleza de las mujeres y la disfrutaba al maximo.
Se sentó en el sofá que quedaba frente al que estaba Tom y se quedó callado esperando a que el mayor de los gemelos le dijera algo. Cosa que pasó después de varios segundos.
-La conocí por instagram, me gusto desde que vi su foto de perfil y no descanse hasta lograr ponerme en contacto con ella... Hemos estado hablando por más de un mes y... Anoche... -tragó saliva, no sabia como decir lo que estaba a punto de confesarle a su amigo- Anoche tuvimos una video llamada y ella bailo para mí y yo... Yo no pude evitar eh... Bueno tú sabes, cuando algo te excita pues...
-Te masturbaste- dijo Georg con tanta naturalidad como si estuvieran hablando de una nueva canción o algo por el estilo- Tom solo asintió y mordió su labio inferior, por las entrevistas todos pensaban que él era un guarro sin vergüenza pero la realidad es que él era quizás la persona más tímida del mundo y eso... Pocas personas lo sabían.
-Georg... Yo... Estoy enamorado de ella-ya, lo había dejado salir, lo había dicho... Y joder que se sentía bien.
Georg asintió se quedo serio unos segundos para después empezar a reír como si estuviera viendo a Tom con un tul rosa y bailando la Macarena.
-¿Que es tan gracioso jodido enano pito chico?- Tom lo miraba con un gesto molesto y el ceño fruncido. Georg trataba de hablar pero su risa no se lo permitía parecía que en cualquier momento se iba a ahogar.
-T..to...m tú... Jajaja tuuu ¿Enamorado? Jajajajaja es el mejor chiste que me has contado- Tom lo miró serio por unos segundos
-Georg ¿Por qué eso es tan gracioso? Yo no me burlo de ti por haberte enamorado de tu novia, además tengo una relación con Ría.
-Sí, tienes una relación con Ría, pero hasta pumba sabe que nunca has estado enamorado de ella- dijo Georg ya más serio después de haber calmado su risa.
-¿Ah no? Entonces ¿Me puedes explicar por qué tenemos casi siete años juntos?- Tom hizo la pregunta con sarcasmo.
El castaño se le quedo mirando con una pequeña sonrisa en sus labios y alzó una ceja
-Porque es muy buena en la cama y tiene buenas tetas- dijo seguro de lo que estaba diciendo
Tom abrió la boca para decir algo pero no pudo, no podía discutir algo que era totalmente cierto.
-Jodete Georg- le enseño el dedo medio y se levanto de el sofá en el que estaba sentado sacó sus llaves del coche de el bolsillo de su pantalón y se fue dejando a Georg en la sala. Debía llegar al aeropuerto a recoger a su novia... Su novia con la que tenía casi siete años de relación pero nunca se había imaginado a sí mismo casado con ella y con hijos... Eso significaba que en realidad Ría nunca fue más que su novia para tener buenos polvos nada más. Subió a su coche y lo puso en marcha hacia el aeropuerto pensando en que era hora de que esa relación sin futuro llegara a su fin, por el bien de los dos.

Tom Kaulitz (instagram)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora