Algo inesperado

1.1K 72 2
                                    

Adam la observaba con ojos críticos, su mandíbula estaba tensa y sus puños apretados hasta que sus nudillos podías verse de un leve tono blanco. La pobre chica que tenía sus ojos ahogados en lágrimas que no querían bajar por sus mejillas torturandola recordándole que no tenía derecho de llorar. Quería gritar, quería explicar y sacar todo ese dolor que se había alojado en su pecho como si le estuvieran presionando con fuerzas con la única intención hacerla dejar de respirar
Sus palabras no podían salir de su garganta, el nudo que sentía en ella la estaba ahogando y sentía que en cualquier momento se desmayaría por falta de aire
-Eres una maldita zorra... Creí que eras diferente, confíe en ti, y me has destrozado ¿Solo porque él sí tiene dinero? ¿Es porque él sí ha logrado su sueño de ser famoso? Yo te prometí todo eso, prometí que lo iba a lograr y que tú ibas a estar a mi lado... Pero fue más fácil conseguir a alguien que ya lo tenía todo- La voz de su novio con el que estaba a punto de cumplir dos años sonaba fría, llena de decepción, en su mirada se veía el desprecio
-Adam... Por favor- se ahogaba con cada palabra sin poder terminar lo que quería decir su dolor no se lo permitía, esa presión en el pecho que dolía tanto le recordaba que no tenía derecho a explicar nada
-¡Adam, Nada!- levanto su voz como nunca lo había hecho delante de la chica la hizo temblar con ese grito que retumbó en todo el departamento
-Me iré, no quiero seguir aquí, tu presencia me da asco- la miro de arriba a abajo con asco y salió del lugar dando el mismo portazo que tom había dado unos minutos antes.
Las lágrimas de ella comenzaron a caer sin piedad, mojando todo su rostro llenándola de tristeza y dolor se dejó caer en el piso sintiéndose la peor persona del mundo... Adam tenía razón, era una zorra, una zorra cualquiera que se enamoro profundamente de un hombre ajeno y sabiendo que ella también lo era y nunca lo menciono
Pasó toda la noche llorando sobre su almohada no pudo pegar los ojos esa noche había perdido a dos hombres que no merecían lo que ella había hecho... No merecían haber sido engañados de esa manera. Al día siguiente su rostro no dejaba ocultar la noche que había pasado... Llorando y lamentándose por haber sido tan cruel. No desayuno, no tenía ganas de nada apenas un café que Kate le había obligado a beber. Había pensado en no asistir a DayDream ese día pero recordó que no podía faltar pues justo ese día iban a montar una coreografía para una escuela primaria para unas niñas y ya habían pagado por adelantado.
Entro a la academia sin nada de ánimos, dejó su maletín en un rincón del lugar y seco una pequeña lagrima que se le escapo sin que se diera cuenta. Alzo la vista para observar los espejos en el lugar esperaba no verse tan mal aunque sabía que su aspecto daba miedo... O lastima
Sintió una sacudida en su corazón al ver quien estaba ahí, mirándola fijamente pidiéndole una explicación con la mirada... Pero la verdad es que no la tenía.
-¿Que haces aquí?- preguntó con apenas un hilo de voz tembloroso
-¿Qué hago aquí? Creo que merezco una explicación ¿No crees tú lo mismo?- sintió su cuerpo tiritar al escuchar ese tono en su voz, jamás lo había escuchado tan... Frío
-Escucha yo...- volvió a callarse sin saber qué decir- Lo siento en verdad quisiera que pudieras perdonarme
-Creo que la debe perdonarse eres tú misma... Por haber hecho algo que según tú jamás harías, ¿Qué no decías tu que la infidelidad era para las personas que no saben amar?
-Lo sé, te falle a ti, le falle a él también pero sobre todo me falle a mí misma¿Crees que es fácil? ¿Crees que las cosas siempre salen como tú las planeas? Pues no, de repente puede aparecer alguien que puede poner tu mundo de cabeza con tan solo un mensaje- su voz por fin sonó un poco más fuerte de lo que ella esperaba y agradecía eso, no quería verse tan débil frente al hombre que estaba ahí...
-¿Algún día sentiste algo por mí? ¿O solo fue un pasatiempo todo este maldito tiempo- a pesar de que sus palabras eran duras y atravesaban su corazón como una daga, su voz era suave y no había ni un poco de rencor o odio en ella
-Yo...-No supo de donde saco el valor y las fuerzas para sostenerle la mirada demostrándole que no tenía nada que esconder, que lo que sentía era real
-No digas nada, yo seré quien hable- se acercó a ella tomó su mejilla suavemente y logró hacer que ella lo mirara a los ojos
-No entiendo porque me engañaste de esta manera, pero te amo y sé que tú también sientes algo por mí... No voy a dejar de luchar, voy a quedarme con tu amor- ella lo miró a los ojos que ahora se reflejaba el amor y la confianza que él le estaba brindando en ese momento, a pesar de las lágrimas que se aglomeraban en sus pupilas esperando el momento exacto para convertirse en cascadas, ella sonrió y asintió
El chico acercó sus labios lentamente pensando que iba a ser rechazado, pero no pasó ella cerró sus ojos y sus labios se rozaron suavemente casi sin tocarse.
Sintió que su cuerpo temblaba y su corazón quería salir corriendo de su pecho porque estaba muy acelerado para estar en un solo lugar
Él abrió su boca haciendo que ella haga lo mismo saco la punta de su lengua comenzando a acariciar lentamente la de ella probando y disfrutando el sabor de su saliva con sabor a frambuesa
Se separaron después de unos minutos cuando sus pulmones les exigían un poco de oxígeno y sonrieron al mismo tiempo al mirarse a los ojos
-¿Puedo intentarlo?
Asintió suavemente cerrando sus ojos y dando un largo suspiro
-Entonces lucharé por tu amor hasta que seas solo mía- dijo el con una sonrisa en sus labios llena de ternura... Estaba perdidamente enamorado de ella y no, no estaba dispuesto a dejarla ir.

Tom Kaulitz (instagram)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora