Capitilo 33 •Newt•

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La corriente fría golpeó con mi rostro, haciendo que mis facciones resintieran el contacto y el abrir de ojos fuera complicado ¿En dónde estamos? Me pregunté intentando adaptarme a las imágenes de mi entorno, pero esa respuesta fue contestada al percibir ese típico aroma que indicaba que el bosque estaba cerca.

- ¿Ya llegamos?- pregunté con voz ronca, para después soltar un largo bostezo.

- Ya casi cariño.- fue la respuesta de mi madre que se encontraba en el asiento del copiloto, observando por la ventanilla con sus ojos marrones.

Me re acomode en mi lugar, pasando una mano por mi cabello, por si algún mechón había decido ser rebelde y estropear el "peinado" que llevaba ese día. Mis pensamientos se desviaron en cuanto fije mi vista en aquella ligera lámina de cristal; los árboles desaparecían en cuestión de segundos, y podía apostar que el inicio del lago estaba cerca, mis dedos se movían impacientes ante los sucesos que estaría por ocurrir. Dos días en la misma cabaña que Thomas ¿cómo pudimos llegar a eso?

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- Si te incomoda mucho, podría dormir afuera.- me dijo el castaño mientras ayudábamos a bajar el equipaje.

- ¿Acaso estas loco? Morirías de frío y yo no...- me detuve al percatarme que era lo que estaba diciendo, y también por la notable sonrisa que se formaba en el rostro del castaño.- hace mucho frío por las noches.- termine diciendo volteando mi cabeza para evitar aquel incomodo momento.

- Es bueno saber que aún te importo.- mencionó Thomas con voz dulce.

- Yo no...-

Mis palabras fueron interrumpidas por la fuerte voz de mi madre, llamándonos a ambos para reunirnos en el centro de donde se encontraban las cabañas. Mire a Thomas, quien me devolvió la mirada con un guiño de ojo incluido antes de encaminarse a la dirección de la chillante voz "Esto no puede ser peor" pensé siguiendo los pasos del castaño.

- Bien, ahora tendremos que ajustar los horarios, pero antes, estas son sus llaves chicos.- mi madre nos extendió una pequeña llave de tonalidad plateada.

- ¿Solo es una llave?- interrogue aceptando el objeto.

- Si, solo entregan una para las cabañas pequeñas.- contestó mi padre con el ceño fruncido.- ¿hay algún problema con eso?- agregó mirándome fríamente.

- No, claro que no.- conteste intentando sonar indiferente a la pregunta.

Aunque eso era una total mentira, aparte de tener que estar en el mismo espacio que Thomas, era obvio que ambos teníamos que salir y entrar juntos, solo existía una llave y no entraría a discusión con mis padres, ellos no sabían nada; no sabían la incomodidad que esto representaba, no sabían lo complicado que sería respirar junto a este chico y por supuesto no sabía que la razón era, que estoy loco por el.

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- ¿Eres bueno en el tenis, Thomas?- le preguntó mi padre.

Vi a Thomas del otro lado de la mesa, donde nos encontrábamos tomando un pequeño desayuno antes de comenzar las actividades.

- Yo, bueno no suelo practicarlo mucho.- dijo el castaño apenado.

- Newt es un excelente jugador, el podría enseñarte un poco más de lo que ya sabes.- comentó mi madre mirando al castaño con una sonrisa.- ¿estarías dispuesto a intentarlo?-

ES ALGO DE DOS (Newtmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora