Capítulo 6.

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Capítulo 6.

Ya casi he terminado de ordenar mis cosas y Dylan ni siquiera ha aparecido. Mejor para mí.

Termino de doblar la última tanda de camisetas de verano, las coloco y listo.

-Dios mío -digo justo antes de caer sobre la cama con mi móvil en la mano.

Desbloqueo el teléfono y entro al buscador de Google. Gimnasios de boxeo cerca del internado Elite Way. Deslizo mi dedo índice sobre varias páginas webs, no hay nada lo suficientemente cerca para ir caminando y no tengo coche, moto ni nada con lo que desplazarme sin ser estas dos piernas.

-Genial -me quejo para acto seguido abrirse la puerta y entrar Dylan completamente cargado.

-Vaya vaya con el muñequito de plástico.

-Mejor callate y ayudame hay más cosas fuera.

-No seas insensato -bromeo- aparte tu has estado todo el día por ahí y yo me he quedado aquí a ordenar mis cosas, haber priorizado el tiempo y ya lo tendrías todo listo.

-Yo estaba recogiendo mis cosas abajo, no cambio de habitación desde que llegué y ahora por tu culpa mirame. Así que ya puedes estar levantandote a ayudarme.

- Wow parece que el muñequito no esta de humor. -dije riéndome mientras me levantaba a buscar algunas de sus cosas.

-Gracias idiota. -dijo cuando por fin lo habíamos entrado todo.

-Vete al cuerno tengo los brazos destruidos.

Me miró y se rió mientras empezaba a colocar algunas de sus cosas.

Me tumbé de nuevo en la cama.

Me tumbé de nuevo en la cama

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Mamá ha enviado una imagen.

Te echamos de menos y todos te mandan recuerdos.

A todos no les importa que esté en un internado.

Sky sabes que es porque este año debemos viajar demasiado y perderías muchas clases... anda conectate a Skype muero por verte.

Ok.

Encedí mi ordenador y volví a tirarme en la cama. A los pocos minutos ya tenía una llamada entrante de mamá.

-¿Qué?

-Hola cariño ¿Qué tal estás? Ya morimos por verte ¿has comido bien? ¿Qué tal tu primer día en la escuela?

-No os importa.

Mis padres no prestaron atención a mis cortantes palabras, tenian la mirada fija en algún lugar de la pantalla.

-¿Quién es ese? -dijo mi madre.

Miré hacia atrás, Dylan aparecia en el plano de la cámara colocado algunas de sus cosas. Entonces se me ocurrió una idea.

Caminé hacia donde se encontraba Dylan, lo abracé por detrás y le susurré en el oido.

-Sigueme el rollo, me debes una.
El solo asintió con cara de no saber nada.

Le cogí de la mano y lo llevé a la cama donde se encontraba mi portátil.

-Mamá, papá, este es Dylan mi novio.

-Hola señor y señora Williams. -dijo con una tierna sonrisa a lo que respondí con un codazo, el no debía dar esa imagen.

Me sorprendió que conociera mi apellido pues yo no lo había dicho en ningún momento.

Giré mi cara hacia Dylan y el hizo lo mismo, cuando entendió la acción me besó y la cara de mi padre empezó a enrojecer, se lo tenía bien merecido.

-¡Skyler! -gritó- ¿Cuántas veces te he dicho que no puedes tener novio?

-¡¿Y cuántas veces te he dicho que no me importa?! Y además no hagas como si yo te importara porque tu me dejaste aquí, en un estúpido internado porque para ti y para mamá la maldita fama es más importante que yo pero... ¿sabes algo? Ya me cansé, me cansé de sentirme mal, de sentir que ni mis padres me quieren por mi forma de ser. Yo igual no soy un angelito, ni el tipo de hija que vosotros desearían pero soy yo misma y debería de bastar. Ya estoy harta de que pongáis la excusa de las giras y las galas para no estar conmigo, porque el año pasado nos dejasteis con una asistenta y solo os veía en algunos fines de semana y vacaciones. Y me dolía y me callaba. Pero ahora es como si ya no aguantara más, vosotros seguid con vuestras vidas que no tenéis que "preocuparos" más por mí. -y colgué la llamada con lágrimas en los ojos.

Miré a Dylan que se veía preocupado.

Me levanté y me fui al baño, es un echo que no me gusta llorar en público, y fue un error haber echo a Dylan partícipe de esto.

Me dejé caer al lado de la puerta y pensaba en como podría haber sido mi vida con unos padres diferentes, unos padres no famosos.

Se oyeron dos toques en la puerta y acto seguido a una voz masculina hablarme al otro lado de la puerta.

-No estes triste Sky, si sientes que tus padres no te quieren piensa en todas las personas que si.

-No... no hay mucha gente que me quiera sabes.

-Sal, que yo te ayudaré a ver que sí -dudé unos segundos, pero al fin y al cabo ya me había visto llorar, e igual, aunque era improbable, me ayudaría a que por lo menos no me doliese tanto.

Abrí la puerta lentamente, el tomó mi mano y nos dirigimos a mi cama donde el portátil ya no estaba.

Nos acostamos boca arriba.

-Camille.

-¿Qué?

-Camille te quiere.

-Si, ella si que me quiere -sonreí.

-Tu hermano, tu hermano estoy seguro de que te quiere.

-¿Cómo estas tan seguro?

-Preguntó mil veces por ti, tiene el teléfono del internado saturado.

-Vaya ¿En serio?

-Claro que es en serio. Harry, estoy seguro de que Harry te va a querer como a nadie.

-Yo no lo creo.

-Claro que si mujer, eres guapísima, tienes una personalidad admirable, eres inteligente... -me quedé callada, no sabía que decir, me hacia sentir especial todo eso que decía.- Pero... ¿sabes quién mas te quiere? Yo Skyler, yo te acabo de conocer y ya te quiero.

Giré sobre mi misma y me acurruqué en su pecho y lo abracé.

-Eres el mejor amigo que se podría tener.

Querido Mujeriego: ¡Necesito Tu Ayuda! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora