Querido Mujeriego: ¡Necesito Tu Ayuda!

Capítulo 7.

Capítulo 7.

Ya ha amanecido y sentada sobre mi cama espero a que Dylan salga del baño para comenzar a prepararme para las clases.

Es raro.

Ayer pasó lo que pasó y hoy ni nos dirigimos la palabra. El cuarto ha adquirido un ambiente incómodo y desconozco la causa.

Dylan sale del baño y lo miro por unos segundos. El esquiva la mirada y va a su armario.

Bufo molesta y entro al baño, no entiendo nada.

Después de prepararme salgo y para ese entonces ya no está.

-Me encanta la manera en la que pierdo a gente que me llega.

-¿A donde? -escuché una voz que no reconocí a mis espaldas y ni me molesté en girarme.

-Pues al cerebro ¿A dónde si no?

-¿Al corazón?

-Eso es del todo ilógico, la única función del corazón es bombear sangre. Quien verdaderamente se ocupa de los sentimientos es el cerebro.

-No te voy a debatir nada ¿sabes? Hablas muy bien, sigue haciendolo. -se escuchó a la cama gruñir lo cual me hizo ver que se había sentado.

-¿Sobre qué?

-Sobre tí.

-Umm... ¿Por qué iba a hacerlo?

-Porque necesitas desahogarte.

-Eso es cierto -me encogí de hombros- Me llamo Skyler Williams. Tengo 16 años y realmente soy de Everville. Mi color favorito es el dorado pero no lo uso demasiado. Para vestir soy más simple blanco, negro y vaquero predominan. Me gusta el pop y el reggaeton. En silencio amo a Justin Bieber y a Selena Gomez. -sonreí ante la idea de Jelena de nuevo- A veces me cuesta horrores expresarme y acabo explotanto y...

Sonó la sirena

Me giré y vi a un chico levantarse de mi cama. Era morenillo de ojos claros. Uno setenta y buenos oidos.

-Gracias.

-No hay de qué -apuntó con una sonrisa.

Sonreí y le vi irse haciendo un movimiento de cabeza a modo de despedida.

Ese chico es genial, pensé para mi misma.

Y sin más que hacer me fui a clase.

Allí ya estaban Camille, Clara y Dylan. Justo en ese orden. A la derecha de Cam había un pupitre vacío solo ocupado por su maleta, y pues, obviamente, acudí a sentarme en él.

-¡Hey! -la saludé, la profesora aún no había llegado.

-Hola Skyler. -respondió seca.

-¿Qué te pasa?

-¿Qué que me pasa? -dijo molesta- me pasa que... -apareció la profesora pidiendo silencio.- mira ya lo hablaremos.

Me quedé pensando en que había podido pasar. No lo entendía.

Quitó su mochila de encima de la mesa y sacamos algunos de los materiales, que, este año, no nos había dado tiempo a "enchular".

Me quedé mirando a todos los lados de la clase, quería ver a aquel chico de antes. Cam me miró con curiosidad, pero ni loca me pensaba preguntar. El orgullo.

-Estoy buscando a un chico que vi antes ¿sabes? pero no lo encuentro. -le susurré

-Ah...

-Creo que te preguntas ¿Por qué? o ¿Quién? te diré las dos cosas... hoy estaba un poco triste por algo que pasó ayer y tengo que contarte más tarde porque es muy largo. Y dije algo como "me encanta como pierdo a la gente" o algo así y apareció un chico misterioso, al cual no miré hasta el último momento, me escuchaba y me hacía, de algún modo, soltarme un poco más y que me relajara. La verdad es que desconozco su nombre, solo sé que era moreno, pero no mucho. Alto, pero no demasiado. Ojos claros, de un azul sutil.

-¿Y te gusta? Ya no me cuentas nada, ni me preguntas como me fue.

-Es cierto.

-Camille y Skyler salgan del aula por favor.

Nos levantamos y obedecimos.

-Pero... entonces ¿Qué? ¿Te gusta? -preguntó cerrando la puerta.

-No lo veo de ese modo... me gustó mucho que supiera escucharme, el chico era guapo pero... quién realmente me gusta es... Harry.

-¡¿Cómo?!

-Si, baja la voz, y... no me hace ni caso.

-¡Normal! Después del espectáculo que le monté.

-No creo que fuera eso... no al menos solo eso. -deslicé la mirada hacia el suelo.

-Skyler, eres guapa, inteligente y con una gran personalidad. Es imposible que no le gustes.

-Todo el mundo dice eso, es más sencillo verlo desde fuera.

-Pues claro que lo es idiota, por eso, tienes que dejar de verlo todo desde esa perspectiva y ser como una especie de "narrador omnisciente" como en las películas o los libros...

-Eso es impo... -Cam me miró mal- realmente difícil.

-Lo difícil se hace lo imposible se intenta.

-Por cierto, ¿Qué tal te fue con Clara?

-¡Al fin lo preguntas! Pues fatal. Le he robado algo.

-¿¡Cómo que le has robado!?

-Bueno, pues lo que oyes, no me pude resistir a quitarselo. -dijo con indiferencia encogiendo los hombros.

-¿Cuándo te has vuelto una cleptomana? -no pude evitar elevar la voz.

-No grites imbecil que te van a oir. -estaba bastante serena, no parecía darle importancia al robo.

-¿Por qué siento como que no te importa haberlo echo?

-Porque no me importa -rió- me cae fatal y se va a morir cuando sepa lo que le falta, pero no te vayas a creer que me lo voy a quedar, no soy ese tipo de persona, ya se lo devolveré cuando termine.

-¿Termines de qué? ¿Qué le robaste Camille?

-De leer... Su diario -apuntó con una sonrisa.