CAPITULO 28

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  Luego de calmarme y destaparme la nariz, pude sentir a Steven hablar, pero no estaba solo. Su supuesto amigo llegaba mañana, no podía estar aquí, justo ahora.
Decidí que capas para relajarme debería tomar una ducha, aunque esta mañana ya lo había hecho, necesitaba otra.
Me despojé de mi ropa en solo unos segundos y entré a la tibia ducha. Luego de diez minutos, salí y me vestí con lo
mismo que llevaba antes pues solo lo había usado durante unas horas.
Tomé valor para salir del baño y fingir que todo estaba bien. No iba a hablarle a Steven por más que le había prometido fingir ser su novia. Él no había sido nada bueno conmigo y de eso me vengaría.

-Eleanor.-dijo Steven cuando me vio salir del baño. Un rubio a su lado volteó a verme y no tardó en sonreír.

-No, mi gemela.-dije molesta. Steven arrugó la nariz en señal de enojo.- ¿Necesitas algo que tanto me miras?-pregunté. El amigo de Steven rió con ternura.

-Si, necesito que tú y yo hablemos ahora mismo.-se levantó del sillón y me jaló hasta el baño.- ¡Ya voy para allá Ryan!-le gritó desde allí.- ¿Qué es lo que te ocurre?-preguntó enojado.

-¿A mi?-hice un gesto con la mano.- Disculpa Steven pero si mal no recuerdo hace menos de media hora estábamos peleando.-dije casi en un grito.

-Habíamos quedado en algo.-me dijo casi suplicando.- Yo te llevaba al cine y a comprar ropa y tú te comportabas cuando Tom estuviera aquí.- hablaba despacio y con tranquilidad.- Vamos Len, no me falles.-suplicó.

-Steven, nosotros habíamos quedado en que iba a comportarme como tu novia, mañana.-aclaré.- ¿Y sabes que? Hoy no es mañana.-dije con enojo.

-Y lo se Eleanor.-dijo rápidamente.- Pero el llegó hoy porque quería darme una sorpresa, que no fue nada más y nada menos que una gran molestia.-dijo y tragó sonoramente.- Por favor.

-No Steven, yo voy a ser mala como tu lo eres conmigo.

-Te compensare, lo prometo.-dijo tomando mi mano.- De verdad, no vamos a pelear nunca más y seré como el novio perfecto que tú tanto buscas, pero por favor.-apretó mi mano esperando una respuesta.

Y es que no voy a mentirles, me gusta verlo sufrir como él me hace sufrir a mí. No se merece que lo ayude, estoy en lo correcto, pero si él promete lo que esta diciendo, pues claro que aceptare.

-¿Cómo se que no me mientes?

-Porque de verdad quiero ver a mi hermana y si no finjo que estoy de novio contigo, nunca la veré. De verdad, soy capaz de hacer mucho por ella y si tú me permites también podré ser bueno contigo, Eleanor no me arruines la vida.

-Tú me arruinas la vida.-dije y me zafé de su mano.

-Ayúdame.-mordió su labio inferior.

-Ok, pero no quiero que me...-fui interrumpida por un beso.- beses.-concluí cuando él había acabado.

-Perdón.-se disculpó tomando mi mano de nuevo.- Entonces... ¿si?-preguntó ilusionado.

-Si, dije que si, pero luego vamos a almorzar porque muero de hambre.

-Si, si, si, si, gracias.-dijo abrazándome, a lo que respondí con una leve palmada en su espalda.

-Ya, Steven , salté.-dije amargamente alejándolo de mi.

-Okey, gracias.-me sonrió con notoria felicidad y prácticamente me llevó a rastras a donde se encontraba su amigo.- Tom, ella es Eleanor , Eleanor él es Tom.-sonrió. El rubio se levantó del sillón y me analizó tres segundos para luego darme un beso en la mejilla.

-Es un placer .-dijo sonriendo. Le devolví la sonrisa.- Steven no se equivocaba al decir que eres hermosa.-comentó. Steven soltó mi mano y se aclaró la garganta.- Solo he escuchado maravillas de mi futura cuñada.-volvió a sonreír.

La Bella y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora