-Créeme, no te arrepentirás.-sonrió y me dio un papel.- Esta es la dirección.
-Oh, gracias.-sonreí.- Allí estaré.
-¡Genial! Me gustaría que fueras, hay algunos chicos que quiero presentarte.
-De todas maneras, tengo novio.-dije y sonreí. Arqueó una ceja.
-¿Tú?-preguntó. Hice una mueca de desagrado y ella volvió a sonreír.- No lo tomes mal, pensé que no tenías. Esta bien, puedo presentarte a mis amigas.-sonrió.- ¡Tamara!-gritó y corrió al otro lado del pasillo.
-Emily , ¿Qué quieres?-preguntó la chica de bellos rulos.
-Ven aquí, Eleanor.-me hizo una seña y me conduje rumbo a ellas.- Ella es Eleanor Adams O'Connor , ella es Tamara.-sonrió.
-Hola, un gusto.-dije y sonreí.
-Me gustan mucho tus ojos.-dijo sonriente.- ¿Eres la chica nueva?-preguntó. Asentí.- He oído muchas cosas sobre ti.-abrió los ojos.- Dicen que eres hermosa y encantadora.
-Oh, ¿en serio?-pregunté sorprendida.
-Tamara, ella irá a la fiesta.-le informó Emma.
-¡Que bien!-hizo una mueca.- Espero que te diviertas tanto como los demás.-sonrió.- ¿Sabes donde es?
-Si, Emma me dio la dirección.-dije. Ella asintió.- Chicas, este fin de semana, no, el próximo, quiero festejar mis 18 pero no conozco a todos aqui, ¿creen que puedan ayudarme?
-Si, genial. Amo organizar fiestas.-dijo Emma casi saltando de la emoción.
-Va a ser estupendo.-sonrió Emma.- Hoy podemos almorzar juntas y organizamos a quien invitar, es que,Eleanor ya sabes, hay algunos que es preferible no se acerquen.-asqueó en una mueca y Tamara rió.
-Ese tal Nick, no es muy buena persona.-dijo Tamara. Emma asintió.
-Conmigo es bueno y muy simpático , me ayudo el primer día .-lo defendí.- Las que ya andan cansándome son Candace y Sophia , hablan mal de mi pero sinceramente no me importa.-dije con desagrado. Emma abrió la boca.
-¿Esas ya se han metido contigo?-preguntó.- Disculpa que te diga, ten cuidado con las chicas como ellas.-dijo. Tamara murmuró algo y golpeó a Emma con el codo.- Esta bien, no digo más.
-¿Tienes auto, Eleanor?-preguntó Emma cambiando de tema.
-No, pero Steven pasa por mí a la salida y puedo decirle que nos lleve.
-¿Quién es Steven?-preguntó Hanna con intriga.
-Mi novio.-respondí. Sonrieron.
-Apuesto lo que sea a que es muy sexy.-dijo Emma.- Ese nombre lo dice todo.-mordió su labio inferior.
-Disculpa pero ya esta ocupado.-dije y reímos.- No creo que me diga que no.
-O podemos pedirle a papá que mande un coche para las tres, así no molestas a Steven.
-Bueno, mejor.-sonreí.- Así luego el sábado no se enoja por dejarlo solo.
Luego de hablar con ellas decidí terminar unos papeles para mandarlos a fotocopiar , luego de unas horas , me tocaba la hora del almuerzo así que salí al patio de comidas , decidí por comprar unas bandeja de ensalada con pollo y un juego , mientras me dispongo a comer en una de las mesas del patio se me acerca Nick
-¿En serio te juntas con ellas?-preguntó arqueando una ceja.
-No son malas personas.-le dije y sonreí.
Negó con la cabeza. Dame tu mano.-tendió la suya.
-¿Para que?-pregunté y metí ambas manos a los bolsillos de mi abrigo.- ¿Qué quieres?
-Ver tu anillo.-respondió. Tragué saliva y recordé que esa mañana no me lo había quitado.- ¿Estas comprometida?
-No.-respondí fugazmente.
-Anda, cuéntame.-dijo.
-No estoy comprometida.- no estaba mintiendo, simplemente estaba casada.
-¿Casada? O ¿Es el anillo de pureza?-rió.
-No, no es nada de eso.-dije y reí nerviosamente.
-¡Oye! He visto el anillo de oro con diamante.-me reprochó.- ¿Puedes enseñármelo? Debe de haberte costado una fortuna.-se impresionó.
-No voy a mostrarte nada.-le dije.
-¿Por favor?
-Te juro que si dices algo de esto a alguien, no sales vivo.-dije y saqué las manos de mi bolsillo.- Estoy casada.-le informé y extendí mi mano para que viera el anillo.
-¡Júralo!-casi gritó.
-Cállate, Nick.-exigí.- No puedes decírselo a nadie.
-Esta bien.-dijo impresionado.- Ni siquiera sabía que tenías novio o algo así.
-Steven va a matarme.-dije sin darle importancia a sus palabras.
-¿Steven?-preguntó.- ¿Tu esposo?
-No le gusta la idea que las personas sepan que a mi corta edad me halla casado , por eso es que lo oculto , seguro se enojara y no me dejara volver a mi trabajo.-dije preocupada.
-¿Por qué? No debe enterarse que yo sé.-dijo. Asentí.- Hey, ¿le tienes miedo?
-No, claro que no.-negué con la cabeza mientras hablaba.- Pero me ha costado casi toda la luna de miel convencerlo de mandarme aquí y ahora se enteraran todos y Steven va a dejar de mandarme a trabajar.
-No digas bobadas.-rió.- No puede ser tan malo ese tipo.
-No es malo, solo extremista.-dije.- Por favor, promete no decir nada.
-No lo haré, quédate tranquila.
-Gracias.
El resto del día, lo pasé pensando en lo estúpida que había sido al llevar el anillo de casada al trabajo. Había estado toda la tarde intentando contactar a Steven para decirle que no me volvería con él. Pero su móvil daba ocupado o estaba apagado.
Corrí al auto negro que tanto reconocía y le golpeé la ventanilla de su lado. Se asustó y luego volteó a verme.
-¿Vas a subir o que?
-Steven, debes atender mis llamadas.-reclamé casi pareciendo enojada.
-Disculpa, he estado usando el móvil todo el dia y luego tuve que apagarlo para una junta.
-Ok.-le sonreí. Entré la cabeza al auto y le planté un beso sobre los labios.- Pasare la tarde con Emma y Tamara.-le dije. Arqueó una ceja. Saqué la cabeza de allí y le sonreí.- No te enojes.
-¿Eleanor , vas a dejarme solo, todos los días?-preguntó fastidiado.
-Tomare la merienda con ellas y luego iré a casa, lo prometo.-hice morros.
-¿Quiénes son?-preguntó.
-Mis amigas.
-¿Amigas?-alzó las cejas.- Muévete de allí que quiero bajar.
-Ni se te ocurra.-dije viendo como Emma y Tamara nos observaban.- Puede verte cualquiera y saben que eres un empresario y toda la cosa.
-¿Qué hay de malo?
-Estamos casados.-le recordé.- Nadie puede enterarse aquí.- y por cierto, alguien lo sabía ya.
-Quiero ver con que clase de chicas te juntas.-empujó la puerta y con ella, mi cuerpo.- Dame permiso si no quieres que te lastime.-exigió.
-Quédate allí.-dije mientras le sonreía a las dos chicas. Emma hizo una seña preguntando si todo iba bien y asentí.
-Hazte a un lado.-dijo enojado.- Quiero ver quienes son.
-¿Para que?-me moví.- No haré nada malo, solo estaremos juntas.
Emma y Tamara seguían observando la escena cuando Steven, de pantalón negro y camisa blanca, salió del auto y tomó mi mano mientras yo me negaba a tocarlo.
-Vete a casa.-dije.- Por favor, no me arruines la vida.
-No te arruino nada.-dijo y buscó con la mirada.- ¿Son aquellas que miran sin disimulación alguna?-preguntó. Asentí.- Llámalas.
-No, Steven, no.-dije apretando los dientes.
-Dije que las llames.
Suspiré resignada y les hice una seña a ambas que esperaban el coche que el padre de Emma había prometido mandar. Ellas se miraron entre sí y luego caminaron apresuradamente hacía nosotros.
-Vas a pagármelas.-susurré con fastidio. Steven sonrió y me tomó la mano a la fuerza. No me resistí.- Chicas, él es Steven, James ellas son Emma y Tamara.
Las dos lo examinaron con la mirada y luego sonrieron. Si se pudiera violar con la mirada, ambas estarían encerradas por acoso sexual. Tamara agitó la mano y miró a Steven directo a los ojos.
-Eleanor, nos ha hablado de ti.-sonrió explayadamente y sentí a Steven ponerse nervioso.
-¿Bien o mal?-preguntó. Las dos rieron.
-Muy bien.-dijo Emma y sonrió.
El ambiente estaba tan denso que se podía cortar con tijera. Steven y yo intercambiamos una mirada y luego él, se apoyó contra el auto.
-Oye, Eleanor.-dijo Emma.- Creo que mi padre ha olvidado mandar el coche.
-Si, siempre se olvida de Emma y nosotras pagamos los platos rotos.-dijo Tamara. Steven rió.
-¿A dónde piensan ir?-preguntó Steven.
-No lo sé.-respondió Emma.
-Eleanor.-llamó mi atención.- ¿Quieres que las lleve?-preguntó.
-¿Quieren?-le pregunté a ellas y asintieron al instante.- Si, vamos.-dije desinteresada.
Emma y Tamara sonrieron y se subieron a la parte trasera del auto. Solté la mano de Steven para subirme del otro lado, tironeó de mí y me volteó haciendo que lo besara. Bufé y me sonrió.
-No te enojes conmigo.
-¿Viste cómo te observaban?-murmuré. Rió.
-Ellas solo observan, tú gozas de lo demás.-dijo y besó mis labios nuevamente.
Le sonreí antes de correr para subirme del otro lado. Steven encendió el motor y en menos de tres segundos comenzó a andar.
-¿A dónde las llevo?-preguntó. Observé a las dos chicas de atrás y se limitaron a alzar los hombros.
-No lo se.-respondí.- ¿Starbucks?
-Bueno, O'Connor.-dije fastidiada. Emma hizo una mueca de asombro y su cabeza apareció entre medio de los dos asientos delanteros.
-¿Eres O'Connor?-preguntó con entusiasmo.
-Si.
-¡Wow!-gritó Tamara.- Eres el hijo de Doug O'Connor, el futuro dueño de la compañía con más dinero sobre Estados Unidos.
-Bueno, ya.-dije y suspiré. Steven rió.
-¡Es que, Eleanor!-volvió a gritar Tamara.- Ha salido en todos los canales de televisión.
-Si, lo sé.-dije. Steven volvió a reír y posó su mano sobre mi pierna.
-No te enfades, cariño.-dijo y sonrió. Emma y Tamara hicieron ruidos tontos. Reí mientras mis mejillas se tornaban rosadas.- Puedo llevarlas a Starbucks.
-Sería genial.-dijo Tamra. Emma rió.
-Yo siempre como allí, de verdad me gusta.-admitió y reímos.
Unos minutos después, Steven estaba aparcando en el estacionamiento de Starbuscks. Emma y Tamara dieron las gracias y se bajaron al instante. Steven volteó a verme y sonrió.
-¿A que hora paso por ti?-preguntó.
-Te llamo.-dije al momento que abría mi bolso.- Toma.-le entregué el anillo de bodas.- No quiero perderlo.
-¿Te lo has llevado al trabajo?-preguntó mientras lo tomaba.- Me habías dicho que no lo ibas a llevar para que nadie se enterara.
-Disculpa, me lo he dejado puesto.-bufé.- Ya, hasta luego.-besé sus labios.- Compórtate.
-No soy como tú.-dijo al momento que reía..................................................................................
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La Bella y La Bestia
RomanceCréditos por la portada a @EditorialFangirls Que feo es cuando la persona que mas ama es la persona más fría del mundo, Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tu seas la pobre indefensa presa d...