CAPITULO 12 -MARATÓN-

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  -Ah que mal.-dijo Christian como un nene pequeño.- Yo en serio quiero conocer México.-hizo un puchero. Steven ni siquiera lo vio, estaba en su mundo.- ¿Steven? ¿Puedo?-le tiró un pedazo de durazno.

-¡Christian!-gritó exaltado. La gente se volteó a verlo.- ¿Qué quieres?- agregó avergonzado por su comportamiento.

-Que me lleves a México.

-Christian ya basta.-reprochó su novia.- Déjalos en paz, que vayan solos. Ya luego de que se casen, vienen los hijos y todo eso que no te deja tener tiempo a solas con tu pareja.

-De todas maneras por mi no hay problema.-dije al descuido. Steven volteó a verme. Sonreí.- Es mas pueden venir los dos. ¿No Steven?

-Ja, ¿Viste? A Eleanor no le molesta.- sonrió Christian.- ¿Si vamos?-miró a su novia.

Por mi mejor, así no estaría todo el día a solas con Steven. Aun que lo malo seria que tendríamos que actuar todo el día como noviecitos enamorados. Tampoco quería compartir una habitación con O'Connor, así que me salió el tiro por la culata.
La patada de Steven bajo la mesa me hizo salir de mis pensamientos.

-Auch.-dije mirándolo con odio. Me miró extrañado.

-¿Qué paso amor?-me sonrió tiernamente. Pedazo de estúpido.

-Nada. ¿Te molestaría acompañarme a tomar aire?-pregunté levantándome de la silla. Se tensó.

-Hmmm... ¿Y si mejor nos quedamos acá?

-Bueno, quédate, yo saldré a tomar aire, me estoy asfixiando aquí adentro.- No iba a irme sin antes aprovechar de tocar sus labios. Lo besé levemente- Ya vuelvo amor.- me sonrió.

Salí al pequeño jardín del lugar y me senté en una hamaca. Vi a Steven salir de ahí, caminaba hacía mi.
-Hola.-dije sonriente mientras el se sentaba a mi lado.

-Siempre me haces quedar mal.

-¿Por qué?-pregunté arqueando una ceja.-Tu me haces quedar mal a mi cuando ni siquiera me diriges la palabra en toda la noche.

-No, no Steven. Yo te hablé y me respondiste mal, para eso ni te sigo hablando.-se tiró sobre el respaldo.

-Aparte Steven podrías haberme avisado que le mientes a tus amigos sobre lo "nuestro"- hice comillas con los dedos.

-¿De que les miento?-me miró directamente a los ojos.
-De que nuestro viaje es para pasar tiempo a solas, es obvio que tu nunca querrías pasar tiempo a solas conmigo.-dije divertida. Desvió la mirada.- ¿Verdad?

-Ajam, verdad.

-Entonces, cuéntame a que vamos. Tengo curiosidad de saber que haremos allí. Aparte ni me has dicho detalles del viaje.

-Bueno cuando lleguemos si quieres dormimos en mi habitación y te cuento todo.-sonrió pícaramente.

-No, gracias.

-Bueno, esta bien, en la tuya, ni drama.- me miró con ternura. No, no era ternura, era deseo. Okey, me esta dando miedo, Steven me desea en su cama.

-No tampoco. Y no dormiré en ningún lugar que implique que estemos juntos.-dije secamente. Tomó mi mano.

-¿Por qué me odias tanto?

-Es culpa tuya que te odie.-dije quitando mi mano de la suya.- Aparte no estas siendo sincero conmigo.

-¿Por qué no?-preguntó arrugando la nariz.

-Porque no sabia que nos íbamos a pasar un tiempo a solas. Habías dicho que era por trabajo.

La Bella y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora