CAPITULO 54 -ULTIMO-

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 Un tiempo después.... 


 -No va a salir corriendo de momento a otro, agárrale las manos-dije desde el otro lado de la habitación.

-Me da miedo que se caiga, pero quiero que camine-se quejó frunciendo el ceño.

-Vamos Steven , hazlo caminar.

-Bueno pero despacio.

Tomó las dos pequeñas manos y lo tiró hacia arriba para ponerlo de pie. El niño rió dulcemente y dio dos pequeños pasos. Steven sonrió.

-Vamos con mamá, Noah.


Reí al verlo con tal cara de pánico. Llevábamos dos semanas intentando que el pequeño caminara por lo menos cinco metros y Steven quería lograrlo hoy, dos días antes del primer cumpleaños de Noah.

-Solo dos pasos más, hijo-lo alentó.


Noah tropezó con su propio piecito y cayó entre mis brazos. Steven rió al verlo asustado mientras tironeaba mis cabellos. Me puse de pie con el niño en brazos y besé su mejilla.

-Ya va siendo hora de que camines hijo-le dijo Steven detrás de mí-. Tu tia camino antes de su primer año.

Noah se cubrió la cara con ambas manos y luego rió entre el hueco que formaban sus suaves y pequeñas manitas. Era un pequeño simpático y el calco de su padre.

-¿Qué es lo gracioso?-preguntó Steven y el niño se quitó las manos de la cara-. Yo sé que me entiendes, pequeño diablillo-le dijo con una fina voz.

Reí y vi como Noah le tendía los brazos a su padre para que lo tomara. Steven hizo caso a los pedidos de su hijo y lo tomó en brazos.


-Es que me quieres tanto que no soportas estar sin mí-lo abrazó.

-Ni te creas, Steven-reí y besé su mejilla-. Vamos a llevarlo a su cuna.

-Puede dormir con nosotros, Eleanor-dijo mientras salíamos de la sala de juegos.

-Steven, ya te he dicho que no es bueno.

-Pero es que él me ha pedido eso, ¿no que si, Noah?-tocó su pancita y el niño largó una risotada.

-¿Él te lo ha pedido?-pregunté en una risa mientras caminaba de espalda por el pasillo-. ¿Cómo te lo ha dicho?

-Dijo, muy simple; Noah querer dormir con papi.

Reí ante las palabras de Steven  y entré en la habitación de Noah.

-Resulta que ahora el niño habla como cavernícola.

-Es que ya sabes, así hablan los niños pequeños.

-Ni siquiera dice "Mamá" y "Papá", pero pide dormir contigo-dije riendo.

Él me sonrió y luego le dedicó su mirada a Noah.

-¿Qué crees, niño? Para mí, mami debería dormir en la cuna y tú conmigo.

Noah hizo un movimiento de cabeza y él muy anormal de Steven  pensó que había dicho que si.

-Ya, ¿lo ves?

-Steven déjalo en la cuna.

-Yo sé que me quieres todo para ti, pero comparte con Noah, él es un pequeño indefenso que necesita que su padre le cuenta historias de piratas.

Arqueé una ceja. Steven había cambiado tanto después del nacimiento de nuestro hijo.

-Yo sé lo que necesitas tú, cariño-me sonrió-. Pero te lo doy cuando quieres-añadió.

La Bella y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora