CAPITULO 50

2.8K 101 0
                                    


  La casa estallaba en gente, risas, alcohol, comida, globos, música, bebidas, familiares, amigos y regalos. Todos bailando al ritmo de la música. Tres cuarenta de la mañana y Steven gruñía a cada uno que se cruzara por su camino.

-Ya, tranquilo-apoyé mi mano sobre su hombro y volteó exasperado.

-¿Cómo quieres que esté tranquilo?-gritó-. Mira mi casa, Eleanor.

-Bueno nuestra casa, ¿no es así?

-Mira nuestra casa. Está infestada de gente borracha.

-No todos están borrachos-le corregí y frunció el ceño-. Cálmate y disfruta, ¿puedes por favor? Es mi cumpleaños y no pienso pasar el resto de la noche peleando contigo.

-Disculpa-desvió la mirada-. Van a destrozar todo, es eso lo que me molesta.

-No van a destrozar nada.

-Aparte están todos con ganas de tener sexo en cualquier parte de mi casa-se quejó-. Yo te juro que si alguien sube, sufrirá las consecuencias.

-¿Sabes, Steven? Voy a echarlos a todos, no tienes de qué preocuparte-dije enojada y comencé a caminar hacia la puerta.

-No, no, espera, Eleanor-me tomó del brazo y volteé a verlo-. No me hagas caso, solo ve con tus amigas y disfruta.

-¿Te vas a dormir?

-¿Estas loca? Nunca me iría a dormir cuando esta casa corre peligro de ser incendiada.

Hice caso omiso a sus palabras y me zafé de su agarre. Caminé hasta donde estaban Tamara y Emma. Ellas me sonrieron.

-Está el sucio de Nick aquí-dijo Emma a las carcajadas.

-No hables así de él, es mi amigo-lo defendí.

-Bueno, pero si es sucio-dijo Emma alzando las manos.

-Estás pasada de alcohol-le dijo Tamara.

-Pero si es sucio.

-Como digas-dijo Tamara-. ¿Tu novio esta gruñón? –me preguntó.

-Si, algo así-dije buscándolo con la mirada-. No sé que le ocurre.

-Necesita un buen polvo.

-Seguro que Eleanor se lo da todas las noches-rió Emma. Tamara la empujó y cayó sentada en un sillón.

-Quieta, Emma-le gritó-, y cállate, nadie quiere oírte.

-Bueno-dijo riendo y cerró los ojos.

-Apartemos la vista de ella, cuando esta ebria la gusta llamar la atención-dijo Tamara y le dimos la espalda.

-Hay tanta gente que no conozco-admití. Tamara rió.

-Así son las fiestas, invitas a alguien y ese alguien viene con amigos y amigos de sus amigos.

-Me he dado cuenta-dije entre risas.

-Está buena tu fiesta, pero si tú no las disfrutas, no vale la pena-me dijo.

-Es que no puedo disfrutarla si Steven se está quejando por todo.

-Él es solo tu novio, que no te afecte.

-Tamara-dije y le mostré mi anillo de bodas-, no es solo mi novio.

-¡Oh por Dios!-gritó y algunas chicas nos observaron-. No hablas en serio, dime que estas jugando.

-Hablo muy en serio-dije y reí por su expresión.

-¿Comprometidos?

-Casados.

La Bella y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora