La Hija de Dracula

Capitulo 10: "Te amo"

Después de que los chicos se fueron me quedé con Liah y su enamoramiento con mi casa, me di cuenta de varias cosas, una de ellas es que está medio enamorada de Cameron, otra es que yo estoy loca y la última, tengo más hambre cada día, aunque supongo que eso es normal.

—Kath?! —me gritó Liah— me perdí de nuevo ¿dónde estas?

—Por Dios Liah —dije riendo— ya voy.

Estaba bajando las escaleras de mi casa cuando todo se volvió rojo, las paredes las cosas, ya no estaba en mi casa, ya no estaba con Liah, estaba sola.

Camine hasta encontrarme con un cuchillo, era de plata pura podía notarse, quería agarrarlo pero algo me impedía hacerlo es como si alguien se hubiera apoderado de mi cuerpo.

Primero fue el cuchillo, luego tomó, sea lo que sea el control de mi cuerpo, no podía moverme, o bueno me movía pero no era yo, regreso la imagen de mi casa y caminaba hacia un cuarto que no sabía ni que existía, me sentía poseída, me sentía débil, me sentía muerta.

Entre y vi muchas cosas revueltas por todo el lugar, fotos tiradas al igual que papeles, no, no eran papeles, eran cartas, cuando pude sentir de nuevo mi cuerpo corrí para salir del cuarto pero la puerta se cerro y quede atrapada.

—Liah! —le grite.

No respondió.

—Liah! —volví a gritar aún más desesperada.

Nada.

—Li...

—Katherine?! —me gritó ella, dios gracias.

—Ayúdame! —le grite mientras seguía intentando aflojar el cerrojo.

—No puedo —dijo ella intentando abrir la puerta— ¡no puedo! espera iré por algo.

—Si, está bien —dije alejándome de la puerta.

Cuando pensé que por lo menos todo iría bien cuando Liah regresará se escuchó un gritó. Liah.

—Liah?! —le grité golpeando la puerta.

"Busca"

"Lee"

"Descubre"

Esas tres palabras seguían repitiéndose en mi cabeza desde que escuché el grito de Liah, seguía intentando abrir la puerta, pero no podía.

"¡Busca!"

"¡Lee!"

"¡Descubre!"

—Okey, okey! —grite a la nada.

Me tiré al suelo agarrando varias cosas primero las fotos, aparecía mi madre con un hombre, un hombre de ojos verdes muy parecidos a los míos...esperen un segundo a ese hombre ya lo había visto...él era el hombre que aparecía sentado a un lado del lago en mi sueño...era imposible, se suponía que sólo era un sueño, se suponía que nada de eso era real.

En todas las fotos era lo mismo, mi madre y el mismo hombre, parecían enamorados sonreí al ver a mi madre tan activa y alegre. Cuando termine con las fotos empecé con las cartas por suerte solo eran 5 y no tenían mucho escrito excepto una.

1° Carta:

"Judith, mi querido amor, hoy he pensado todo el día en ti, se que estamos lejos uno del otro pero cuento con que nos volvamos a ver, te amo".

-Todo tuyo D.

2° Carta:

"Judith, hoy he partido de tu lado y he tenido que irme cuando leas esto por la mañana comprende que no puedo decirte la razón pero sea lo que sea confía en mí y confía en que regresaré, te amo".